El mercado de la Boquería lanza su ‘e-commerce’ por Navidad
Una treintena de establecimientos se suman al acuerdo con la empresa Manzaning, la encargada de recoger los productos y distribuirlos por Barcelona
23 diciembre, 2018 00:00El mercado de la Boquería de Barcelona ha abrazado esta Navidad una nueva tendencia de consumo. Se ha adaptado al comercio electrónico y ha propuesto a los casi 300 paradistas que forman parte del centro que se aprovechen del acuerdo que se ha firmado con Manzaning. Esta plataforma tecnológica es la que se usa para que los clientes hagan sus peticiones.
Los deberes de los comerciantes se limitan a actualizar qué productos tienen a la venta y a qué precio. El resto, la recogida de la cesta de la compra y la distribución, es responsabilidad de la empresa privada que ha llegado al acuerdo con los gestores del famoso mercado de la ciudad. La aplicación está especializada en pymes y fue fundada en 2016 por un grupo de emprendedores encabezado por Eva Tomás.
Coste del 'e-commerce'
"En un principio se sumaron 18 paradistas, ahora se han incorporado otros 12", explica el presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de la Boquería, Salvador Capdevila. Detalla que la puesta en marcha ha sido casi inocua para los responsables de dinamizar la actividad comercial del centro y que han optado por la firma catalana tras "varios meses" de análisis del mercado.
El presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de la Boquería, Salvador Capdevila / CG
El principal problema del mercado municipal para lanzar su e-commerce era el coste que suponía su puesta en marcha. Capdevila señala que el margen comercial con el que trabajan los paradistas se mueve sobre el 30%, por lo que debía estar por debajo de esta cifra. Los implicados en la puesta en marcha del servicio reconocen que la oferta más competitiva ha sido la de Manzaning.
20.000 referencias
Prevén que, en las próximas semanas, más comerciantes de la Boquería se sumen al proyecto. El mercado es el más importante de Barcelona y entre sus clientes se encuentran tanto compradores minoristas como firmas de restauración de todo tipo, desde los grandes chef de la ciudad a propietarios de establecimientos más pequeños. El principal valor añadido del mercado es que dispone de "más de 20.000 diferencias diferentes" en sus paradas, según su responsable.
Dispone de productos especiales y las estaciones no resultan un problema para los compradores. Capdevila comenta que ahora es posible encontrar cerezas entre las paradas. "Vienen de Chile y a la gente le gusta comprarlas, ya que son un producto extraordinaria", indica. También lo pagan, ya que su precio no es menor.
Convivencia con el turismo
El principal reto de la Boquería es la convivencia con el turismo. El ejecutivo explica que los paradistas "no pueden mantenerse con el barrio de alrededor como ocurre con otros mercados de Barcelona". El enclave en el que están situado -en medio de las Ramblas-- y su arquitectura lo hace único. Y eso se nota en el precio de los traspasos. Pero su oferta comercial no está dirigida a los habitantes del Raval, está enfocada a otro tipo de público que hace peticiones más exclusivas y está dispuesto a pagar tickets más altos.
Dos trabajadoras del mercado de La Boquería en Navidad / EFE
Es precisamente este enclave privilegiado el que le sitúa también en el lugar con mayor afluencia de visitantes de la capital catalana. Adaptarse al público ha propiciado la proliferación de oferta también destinada a los turistas, como la fruta cortada y los zumos que se ponen a su disposición. Hecho que ha desatado las críticas por la presunta pérdida de las esencias del mercado.
El lujo regresa esta Navidad
"El perfil actual de la Boquería se mantiene y perdurará", promete Capdevila. Señala que, por ejemplo, en los días previos a la Navidad el mercado está lleno de clientes de toda la ciudad y no de visitantes. "La gente de Barcelona viene a comprar productos especiales", destaca, como angulas, pavos, chuletones o gambas, entre otros. Reconoce que los más previsores han hecho acopio de ellos y los han congelado para evitar la revalorización que se espera por Navidad. Una subida de precios que algunos estudios del sector cifran incluso en el 35%.
Además, explica que frente a la "apatía de otros años", cuando la crisis fue más acusada, ahora se ha retomado la adquisición de productos de lujo. Las ostras y el caviar regresarán a las mesas de los más privilegiados estas fiestas. No es que durante la recesión no las pudieran comprar, pero se consideró que era necesario ofrecer una imagen de austeridad. Por las ventas que han tenido lugar en las últimas jornadas en el mercado, se ha superado.