Así ‘perdió’ Andorra 80 millones de euros con un movimiento financiero

Los bonos convertibles contingentes, los llamados CoCo’s, son un instrumento financiero que han tomado protagonismo en Andorra en los últimos tiempos. Son el centro de una polémica operación financiera que ha llevado a que el país pierde 80 millones de euros.

Se trata de una derivada del caso BPA, la resolución de la entidad bancaria del mismo nombre que sucedió en 2015. Más allá de las divergencias sobre el inicio del proceso, un extremo que está judicializado tanto en el Principado como en EEUU, el intercambio de activos entre la entidad que se intervino y el banco limpio que el Gobierno creó ad hoc para superar la crisis, Vall Banc, ha llevado al agujero en las finanzas del Estado.

Papel del AREB

El movimiento que origina la polémica parte de la valoración que hizo la Agencia Estatal de Resolución de Entidades Bancarias (AREB) del país sobre qué activos se tenían que transmitir entre ambos grupos financieros. De entrada, se eligió el sistema de CoCo’s para realizar la operación.

AREB valoró en 70 millones de euros las cuentas y otros fondos que se mandaban de BPA a Vall Banc. El problema es que estudios posteriores enmendaron estas cifras. Se ha demostrado que el perímetro total de los activos transmitidos llegó a los 96 millones, mientras que los CoCo’s que se quedó el banco malo alcanzan tan sólo los 15 millones.

Perjuicios públicos

¿Quién es el más beneficiado de esta operación? JC Flowers, el fondo buitre que se quedó con Vall Banc. Fue el único que pujó por el control de la entidad en el proceso de colocación que impulsó el Gobierno de Andorra.

El escándalo en el Principado se origina porque tanto BPA como Vall Banc eran de un mismo propietario en el momento en se articuló la opción de los CoCo’s: del AREB. Es decir, estaban bajo el control de una organización pública que depende del Ejecutivo del país.

Este vídeo muestra de forma gráfica la transacción financiera que ha levantado polvareda en los Pirineos: