La facturación hotelera ya cae a doble dígito en Barcelona. El Gremio de Hoteles ha alertado hoy de que los ingresos hoteleros en la Ciudad Condal cayeron un 14% en julio y agosto. La organización empresarial ha avisado además de que el turismo "ha perdido calidad" en la capital catalana.
En una comparecencia pública, el presidente del Gremio, Jordi Clos, ha informado de que los alojamientos turísticos perdieron el 20% de ingresos en agosto y el 7% en julio. La caída casi a plomo de la facturación hotelera constrastó en los dos meses punta de la temporada alta con el mantenimiento de la ocupación. Los hoteleros llenaron casi las mismas habitaciones (-1%) que el año anterior. El ajuste en los establecimientos turísticos es pues, es en precio.
Tarifas a la baja
Según ha abundado el Gremio, la ocupación hotelera en julio en Barcelona fue del 91%, apenas un 0,7% menos que el mismo periodo del ejercicio anterior. No obstante, el precio medio por noche en el séptimo mes del año se situó en los 150 euros, un 7% por debajo del de 2017. Con lo que respecta a agosto, los alojamientos de Barcelona llenaron el 88% de las habitaciones disponibles, un 1% menos que doce meses atrás. El gran batacazo se lo pegaron los hoteles barceloneses en el precio. Las tarifas se quedaron en 135 euros de media, un 20% menos que en agosto de 2017.
Clos ha precisado que el mayor daño se lo llevaron los hoteles de categorías superiores, que encajaron una caída de volumen de negocio del 18,5%. Ello, según el también dueño de Derby Hotels, constata una "pérdida de calidad en el turismo que llega a la ciudad". En clave de futuro, el hotelero ha advertido de que "la previsión es que Barcelona está entrando en un periodo complicado dentro del espacio turístico".
Malas cifras de enero a agosto
La organización empresarial ha alertado de que en los ocho primeros meses de 2018 la ocupación hotelera se ha contraído un 2,5% respecto al mismo periodo del año anterior hasta situarse en el 81% de media. El precio medio por habitación se ha visto aún más afectado, con una caída del 7,3% para quedarse en los 134,7 euros de media. A su vez, los ingresos brutos hoteleros han sufrido un varapalo aún mayor, con un descenso interanual del 9,6% de enero a agosto.
Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteles avisa de que Barcelona "pierde reputación turística". Bajo el punto de vista del directivo, "las cifras registradas este verano y otros factores "confirman el diagnóstico que la institución lleva meses haciendo". El hotelero ha añadido que "la marca Barcelona pierde reputación internacional, y con este análisis no quiero culpar a nadie".
Causas del batacazo
Los motivo de las malas cifras que ha arrojado Barcelona durante los dos meses fuertes de verano han sido diversos. En opinión de Clos, la capital catala ha sufrido como destino turístico por el "posicionamiento negativo del Ayuntamiento de Barcelona hacia la actividad turística", el "incremento de la inseguridad en la ciudad", la "proliferación de las actividades ilegales", el "aumento de las actitudes incívicas" en las calles y la "falta de limpieza" en la ciudad. También ha mencionado Clos la "inestabilidad política" derivada del desafío secesionista de 2017 en Cataluña, las huelgas en el aeropuerto y los atentados yihadistas del pasado ejercicio.
En este tablero, el presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona ha recordado que las movilizaciones vecinales de barrios como la Barceloneta "son contra el incivismo, no contra el turismo". Con respecto a la marca global de la ciudad, Clos ha valorado que "no es necesario inventar nada. Lo único es gestionar bien la ciudad, imponiendo un cambio de criterio a los sectores turístico y de ocio, ayudándolos a desarrollar su actividad". Ha abogado por que la Ciudad Condal "genere oferta de alta calidad, frenando los productos de bajo nivel, que generan un crecimiento turístico que no nos interesa". Asimismo, el directivo ha propuesto que el 100% del importe de recaudación de la tasa turística se dedique a "relanzar la marca Barcelona. Ello no quiere decir ir sólo a buscar gente, sino también tener ordenada la ciudad".