Un trabajador en una línea de producción de la planta de Cacaolat en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), ahora parada por la huelga indefinida / CACAOLAT

Un trabajador en una línea de producción de la planta de Cacaolat en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), ahora parada por la huelga indefinida / CACAOLAT

Business

Segundo juicio laboral contra Cacaolat

Vista para sentencia la demanda por supuesta represión sindical contra la empresa de batidos dirigida por Enric Crous

26 junio, 2018 00:00

Nuevo frente judicial para Cacaolat por la gestión laboral en el grupo. El director de la factoría de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) ha tenido que acudir este lunes a la Ciudad de la Justicia de la capital catalana para intentar defender junto al responsable de operaciones y una jefa de calidad de la factoría el despido el pasado 23 de febrero de un sindicalista de CGT. El trabajador, que ha recibido el apoyo de los sindicatos de la planta, les acusa de represión a los representantes de los trabajadores y solicita la nulidad de una medida que considera que es disciplinaria.

La guinda del pastel en la empresa de batidos dirigida por Enric Crous. El despido le ha generado cuatro meses de protestas de empleados ante las instalaciones del grupo e incluso la presentación de una moción en el Ayuntamiento de la ciudad, encabezado por la socialista Núria Parlón, sobre la oportunidad de la medida. Un conflicto laboral que ha sido visto para sentencia.

Argumentos en el juicio

Se espera que el juez de la sala de los Social número 13 de Barcelona dirima rápido. De hecho, en el inicio del procedimiento oral se pactó que los testigos de parte no declarasen. Se ha escuchado a la acusación, la defensa y a las voces que respaldan ambas teorías.

Los que aseguran que el despido de Alex, el nombre del trabajador, es acorde a ley y los que aseguran que la empresa se intentó vengar del sindicalista. Una voz crítica y que reivindicaba los derechos de los trabajadores en la compañía. Ha estado implicado en varios conatos de conflicto laboral en la empresa, cuestión que se alega que pesó a la hora de amortizar su puesto de trabajo cuando puso punto y final a su aventura sindical.

La defensa del afectado ha defendido ante el juez que se le despidió cuando se le acabó la protección que le brindaba pertenecer a la sección de CGT y haber estado en el comité de empresa. Aseguran que Cacaolat reconoció en una mediación que fue un despido improcedente, aunque los representantes de la empresa en la vista han alegado que se ajustaba a derecho.

Pacto en Zaragoza

Fuentes de la empresa, participada por Cobega y Damm, muestran su optimismo en que el juez les dé la razón. Si no, se podría repetir la estrategia con el conflicto laboral del grupo en Zaragoza. Después de tres años de conflicto con la plantilla de Central Lechera Española (Clesa), firma que se quedó primero bajo el control de Nueva Rumasa y después se integró en Cacaolat hasta que el conglomerado empresarial de los Ruiz Mateos quebró por segunda ocasión, Crous ha sacado la cartera para zanjar el caso.

Se ha llegado a un acuerdo judicial cuyos pormenores son confidenciales. Se evita de este modo que la Audiencia de Zaragoza dirima sobre la pulcritud de la compra de la empresa en el marco del con curso de acreedores. Si se mintió o no al Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona a finales de 2011. Sólo resta pendiente que Fiscalía ratifique el archivo.