Vivienda de lujo: turcos e iraníes, los que menos temen comprar tras el 1-O
El sector de la opulencia en Barcelona ha caído un 20% desde el referéndum y los inversores europeos son los que antes han puesto el freno
22 noviembre, 2017 14:09La inestabilidad política catalana ha frenado las inversiones en el sector inmobiliario de lujo en Cataluña. De acuerdo con los datos de BARNES Spain publicados este miércoles, desde el referéndum ilegal del 1 de octubre el sector ha experimentado una caída de las ventas del 20%. Además, los precios “están retrocediendo” en comparación con Madrid o las islas Baleares.
El primer inversor en “poner el freno” ha sido el europeo, especialmente el francés, un comprador habitual en Cataluña. El socio fundador de BARNES Spain, Emmanuel Virgoulay, explica que del periodo comprendido desde el 1-O al 10 de diciembre han descendido “un 50% las demandas” de sus clientes sobre Barcelona.
En sentido opuesto a los europeos, añade el director de la inmobiliaria de lujo, los "compradores turcos e iraníes" son los “menos preocupados” con el escenario político catalán. La razón es que la inestabilidad política en sus países de origen es “mucho mayor”.
Elecciones del 21 de diciembre
Desde BARNES Spain consideran que el freno en las ventas es una situación “coyuntural”, pero que “el daño ya está hecho”. El referéndum del 1-O fue la jornada más negra para los intereses del sector, pero la convocatoria de elecciones da cierta expectativa de que se pueda estabilizar: “Dependerá de las elecciones”, apostilla.
A este respecto, la mánager de BARNES Spain en Madrid, Anna Molgó, añade que pese a que ahora han notado que aumenta el “interés por Madrid” por ser “más seguro”, Barcelona recuperará el terreno perdido: “Hay el mar, el sol, la nieve, más conectada con el resto de Europa”, argumenta. Un factor competitivo de la capital catalana es que los precios son más económicos: “En Copenhague, los pisos son más caros y el tiempo es peor”, añade Virgoulay.
Buen momento para comprar
Todo se resume a un “problema de confianza”, explican. Cuando la capital catalana recupere la estabilidad política volverá su “atractivo”. Virgoulay afirma que ahora es un buen momento “para los compradores”, ya que los “precios han experimentado un retroceso”.
Los precios de las viviendas de lujo en la capital catalana están, de media, alrededor de los dos millones de euros. En comparación con París, por ejemplo, en Barcelona prácticamente no se venden pisos superiores a los cinco millones de euros. Esto da muestras de que es un buen momento para invertir siempre y cuando se cumplan las previsiones de estabilidad política. Molgó lo resume así: “Los inversores han puesto el freno de mano, pero a la que puedan volverán a poner la primera marcha”.