El Ayuntamiento de Barcelona suspende en política de vivienda
El repunte del precio de alquiler en la ciudad supera el momento más alto, que se alcanzó en el primer trimestre de 2008
30 marzo, 2017 00:00El derecho universal a la vivienda fue una de las banderas con las que el Gobierno encabezado por Ada Colau llegó a la alcaldía de Barcelona en 2015. Casi dos años después de iniciar el mandato, el Gobierno no ha dado con la fórmula ideal para frenar el ascenso del precio del metro cuadrado en la ciudad.
De hecho, se ha convertido en el Ejecutivo que ha marcado un hito en alquiler. El repunte del coste ha superado el punto más alto que se había registrado hasta la fecha, en el primer trimestre de 2008.
Evolución del precio del alquiler en Barcelona / CG
Actuación sobre la oferta
Los expertos consultados, que prefieren el anonimato, indican que uno de los principales problemas del equipo de gobierno municipal es la falta de impulso de nuevas promociones públicas. Tanto de obra nueva como de segunda mano. Afirman que actuar sobre la oferta es la opción más efectiva y rápida para rebajar el coste.
“¿Cuántas viviendas de alquiler se han promovido desde el inicio del mandato? Pocas”, sostienen los interlocutores. La teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz, y el concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner, darán explicaciones este jueves de la ejecución del plan de derecho a la vivienda que se activó al inicio del mandato.
Análisis del detalle de los datos
El sector pide ir más allá de lo que consideran que son grandes titulares. Reitera que se deben analizar los datos en detalle y mantiene la conclusión de que se ha avanzado poco respecto a la legislatura anterior. Aseguran que el ascenso del alquiler, especialmente en el repunte de los últimos meses, confirma su tesis.
Para avanzar en el plan municipal, recomiendan tomar como ejemplo a otras grandes ciudades europeas. Pero sin trampa, advierten. Ponen de ejemplo París, una de las ciudades que el Ejecutivo de Colau toma como referencia. Explican que publica un valor de referencia por barrios y que evoluciona a la par que el mercado. Ayuda al arrendatario a tener un marco de referencia antes de firmar un contrato.
Esta opción se valora con buenos ojos. Con todo, insisten que mejorar la oferta pública es la forma más efectiva de solucionar los problemas de vivienda en la capital catalana.