Fachada de la Audiencia de Barcelona / CG

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Vida

Un psiquiatra niega que el acusado del doble crimen de Esplugues “sufriera una enfermedad mental”

El especialista que lo atendió la misma noche de los hechos sostiene que “estaba consciente, orientado y no oía voces” cuando mató a su expareja e hija de tres años

2 mayo, 2023 18:24

El psiquiatra que atendió a R. D., el acusado de matar a su exnovia y a su hija de tres años la noche de Reyes de 2020, ha declarado ante el jurado popular que lo juzga en la Audiencia Provincial de Barcelona que "no presentaba síntomas de que sufriera una enfermedad mental".

Aunque el acusado se escuda en que sufrió un brote esquizofrénico, el especialista ha explicado que la noche en la que sucedieron los hechos “estaba consciente, orientado y su lenguaje era fluido. Tampoco oía voces”, ha asegurado. Por eso, el médico le dio el alta aunque presentaba algunas heridas autolesivas en la muñeca y el cuello.

Declaró que "escuchaba voces"

Lo declarado por el psiquiatra difiere completamente de lo que explicó el acusado el viernes, durante la primera sesión del juicio. Si bien R. D. reconoció haber acabado con la vida de su exnovia y de su hija, se escudó en que sufrió un brote de esquizofrenia.

En concreto explicó que, tras irse a dormir con su expareja, con la que seguía conviviendo aunque habían terminado su relación sentimental meses atrás, sufrió una crisis. “Sentía que estaba perdiendo el juicio, que no podía controlar mis sentimientos. Empecé a escuchar una voz y a sentir ruidos en mi cabeza”, declaró. Después, aseguró que se “horrorizó” con lo ocurrido y llamó a la policía.

Clonó el móvil de su ex

Este martes también han declarado dos compañeras de trabajo de la mujer asesinada, que han confirmado que el acusado clonó el móvil de la víctima para leer sus mensajes de Whatsapp. Las mujeres han relatado que, después de que ella le manifestara que quería poner fin a la relación, él la siguió por la calle y espió sus mensajes. Sitúan este episodio aproximadamente seis meses antes del crimen.

Las testigos han precisado que fue un amigo del acusado, residente en Mánchester, quien le ayudó a clonar el dispositivo de su expareja. Ella comenzó a sospechar que le había hecho algo a su móvil porque el aparado “hacía cosas raras”, y confirmó las sospechas cuando encontró todas sus conversaciones privadas en el ordenador de su exnovio. Así fue como R. D. descubrió que ella había comenzado una nueva relación con otro chico.

La seguía y la espiaba

Así lo ha confirmado este martes el joven con el que ella empezó un nuevo noviazgo, que ha relatado que cuando el acusado lo descubrió “le mandó varios mensajes a ella diciéndole que era lo peor y que era horrible".

R.D. tuvo otros comportamientos de acoso, como esconderse detrás de las cortinas del piso para espiarla o mirarla fijamente desde el borde de la cama cuando la mujer se quedaba dormida, según han contado las dos amigas de la víctima en base a lo que ella les contaba.