Panorámica de Pontons / GOOGLE STREET VIEW

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Vida

Crimen de Pontons: “La tumba era tan evidente que le faltaba una cruz y un nombre”

Jorge F., vecino de Barcelona y actor de profesión, compró una finca por 2.000 euros para enterrar los restos de su pareja, que no constaba como desaparecida

11 enero, 2023 00:00

Jorge F., el vecino de Barcelona de 43 años que ha confesado que acabó con la vida de su pareja en 2021, buscó un lugar recóndito en el que deshacerse de sus restos, descuartizados. Lo encontró, después de hacer una búsqueda por internet, a las afueras de la pequeña localidad de Pontons, en la provincia de Barcelona, de menos de 600 habitantes.

“Compró una finca muy barata en una urbanización a las afueras del pueblo por 2.000 euros”, confirma a Crónica Global el alcalde de la localidad, Josep Tutusaus, que recuerda que el barcelonés hizo la inversión en primavera de 2021. Se trata de una zona de montaña, boscosa y alejada. “Vino al ayuntamiento para pedir un permiso de obra, pero le fue denegado porque en esa zona no se puede edificar”. Semanas después, recibieron una instancia de Jorge F. quejándose de que pagaba un IBI muy alto por la propiedad, “aunque lo que pagaba era muy poco”. Este fue el último contacto que tuvo con el consistorio.

Un actor “introvertido”

No fue así con los vecinos de la finca, con los que interactuó en más de una ocasión. En la primavera de 2021 Jorge F. acudió con asiduidad a su nueva parcela. Los residentes de las dos únicas casas cercanas, que lo describen como una personas introvertida, se lo encontraron varias veces, siempre solo. Ahora, sospechan que cuando adquirió la propiedad ya había cometido el crimen de su mujer. “Iba a la parcela, daba una vuelta, comía allí algunas veces”, expresa Tutusaus.

Nada fuera de lo normal, hasta que en verano de 2021 empezó a cavar un hoyo rectangular muy profundo. “Comenzó a excavar un agujero con un pico y una pala. Se pasó dos o tres mañanas enteras cavando”, expresa el alcalde. Cuando los vecinos le preguntaron cuál era el objetivo de su afanosa tarea, el ahora detenido expresó que su intención era colocar una fosa séptica para colocar allí su caravana.

“Le faltaba una cruz y un nombre”

Un buen día Jorge F. les dijo que el lugar que había elegido para la fosa séptica ya no le convencía y cerró el agujero. Fue la última vez que le vieron en la finca. Lo que descolocó sobremanera a los vecinos fue la forma en la que tapó el hoyo, que adornó con varias plantas de lavanda y que cercó con una valla para evitar que accediera algún animal, lo que asemejaba el lugar a un camposanto. “El aspecto de la tumba era tan evidente que solo le faltaba una cruz y un nombre”, afirma el alcalde.

Lo mismo pensaron los vecinos, que hicieron varias fotos del lugar y, tras un año sin noticias del susodicho acudieron en octubre del 2022 al ayuntamiento para manifestar su preocupación por el extraño enterramiento. Fue el teniente de alcalde, Jorge Díaz Cánovas, quien se tomó la tarea muy en serio. Tras visitar el lugar dio aviso al Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil con el convencimiento de que bajo el montículo de tierra no había un animal, sino una persona.

“Nadie la había reclamado"

Después de que los agentes inspeccionaran la zona, y tras obtener una orden judicial del Juzgado de Instrucción número 4 de Vilafranca del Penedès, una retroexcavadora accedió al terreno y removió la tierra. A más de metro y medio de profundidad los agentes recuperaron el cuerpo de una mujer repartido en varias bolsas de basura. Aunque todo apunta a que se trata de la pareja del detenido, habrá que esperar para conocer su identidad a los resultados de las pruebas de ADN.

Según ha trasladado el alcalde a Crónica Global, de confirmarse que la fallecida es la pareja del detenido, una mujer de 42 años y nacionalidad española, no consta ninguna denuncia por su desaparición. “Ambos vivían en Barcelona y nadie la había reclamado”, lamenta.