El jefe clínico de la Unidad de Terapias Avanzadas del Hospital Universitari Vall d'Hebron, el doctor Pere Barba.

El jefe clínico de la Unidad de Terapias Avanzadas del Hospital Universitari Vall d'Hebron, el doctor Pere Barba. Hospital Vall d'Hebron

Vida

Una nueva terapia muestra resultados prometedores en pacientes con leucemia linfoblástica

Plataforma T-Charge acelera la producción de células modificadas

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La nueva terapia CAR-T de última generación Rapcabtagene autoleucel ha demostrado resultados altamente prometedores en un ensayo clínico de fase 1 realizado en pacientes con leucemia linfoblástica aguda. Según datos difundidos por el Vall d'Hebron Institut d'Oncologia (VHIO), la respuesta global osciló entre el 70% y el 100% en función de la dosis administrada.

La innovadora terapia se produce en tan solo 48 horas mediante la plataforma T-Charge y ha mostrado un perfil de seguridad “manejable”, además de una marcada actividad antitumoral. Su funcionamiento consiste en extraer células T del propio paciente y modificarlas genéticamente para que reconozcan y destruyan las células malignas.

Presentación internacional

El doctor Pere Barba, jefe clínico de la Unidad de Terapias Avanzadas del Hospital Universitari Vall d’Hebron, destacó que las terapias basadas en células T “han demostrado una eficacia sin precedentes en pacientes con diferentes tumores malignos de células B”. El especialista participa este lunes en la presentación de los resultados durante el Congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH), que se celebra estos días en Florida (Estados Unidos).

Según Barba, este avance refuerza el potencial de las CAR-T de nueva generación para ampliar las opciones terapéuticas en cánceres hematológicos de difícil tratamiento, especialmente en aquellos pacientes que no responden a las estrategias actuales.

Un reto clínico

La leucemia linfoblástica aguda es un cáncer agresivo de la sangre que afecta mayoritariamente a población pediátrica, aunque también se diagnostica en adultos. En estos últimos, los tratamientos de primera línea logran tasas de curación del 50% al 60%, pero quienes sufren recaídas afrontan un pronóstico muy desfavorable.

Por este motivo, el desarrollo de nuevas terapias se considera “imprescindible” para mejorar la supervivencia y ofrecer alternativas personalizadas a este grupo de pacientes, para quienes las opciones actuales siguen siendo limitadas.