Un acto de la Cátedra Dr Bofill en la Universidad de Girona, el logo de esta y el del grupo sanitario

Un acto de la Cátedra Dr Bofill en la Universidad de Girona, el logo de esta y el del grupo sanitario FOTOMONTAJE CG

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El 'caso Clínica Bofill' salpica a la Universidad de Girona y estresa su código ético

La Cátedra Bofill celebró actos en el restaurante del director del centro sanitario, pese a que el compliance universitario prohíbe "actuar en beneficio propio"

Más información: Intervienen el grupo Clínica Bofill por irregularidades financieras

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El caso Clínica Bofill ha enredado a una cátedra de la Universidad de Girona. La intervención del grupo sanitario por presuntas irregularidades financieras ha arrastrado al centro universitario provincial. Es así porque la Cátedra Bofill del campus celebró actos en el restaurante del director del centro sanitario, pese a que el código ético desaconseja entrar en esos conflictos de interés.

Lo detallan fuentes cercanas al caso después de que Crónica Global revelara que la propiedad de la empresa ha nombrado a dos auditores para examinar los indicios de anomalías en la gestión. Los dos controllers han asumido poderes junto al gerente, Juan Ortega, y éste ya no puede firmar nada sin los profesionales.

Pero es que el escándalo tiene una derivada universitaria. Porque el grupo Clínica Bofill y la Universidad de Girona crearon una cátedra sanitaria conjunta en 2014. El impulsor de esta unidad académica fue Juan Francisco Campo, director asistencial de la Bofill y "amigo íntimo de Ortega".

Juan Bautista Ortega, director de Clínica Bofill

Juan Bautista Ortega, director de Clínica Bofill Crónica Global

Tras poner en marcha el grupo de trabajo, éste celebró actos en el restaurante de Campo, pese a que el código ético de la UdG fija explícitamente el "deber de abstención de actuar en beneficio propio".

La Universidad y un Michelin

¿Qué actos universitarios tensaron del código ético? La presentación del programa de actos de Fem UdG, asociación de alumni jubilados, que tuvo lugar en el restaurante Divinum, del doctor Campo, en 2016, explicó entonces El Punt-Avui.

O los Sopars Literaris de la cátedra, que se celebraron en el mismo bufé con estrella Michelin, tal y como anunció la cátedra en su propia página web.

En un discurso ante la misma unidad docente, la expresidenta del Consejo Social de la UdG, Rosa Núria Aleixandre --también exdiputada de CiU en el Congreso-- citó un servicio profesional llevado a cabo por Divinum, sin reparar, en teoría, en que su fundador se encontraba entre ellos.

El código ético

Cabe recordar que la Universidad de Girona pide a su comunidad "abstenerse de la actuación en beneficio propio y no aprovecharse del privilegio de ser titular de cargo público".

Lo dice en el apartado de Integridad del Código Ético [leer aquí]. El doctor Campo, como miembro de la Cátedra de Ciencia y Humanidades, estaría sujeto a este compliance.

Vínculo Clínica-restaurante

En esencia, el uso de Divinum por parte de la cátedra de una universidad pública fue un paso más para Bofill. El restaurante ya se encargaba de la sección culinaria de la revista corporativa del grupo Clínica Bofill, que se llama CBN.

La planta mayor de la Cátedra Bofill de la UdG, en Divinum, del director médico (2i)

La planta mayor de la Cátedra Bofill de la UdG, en Divinum, del director médico (2i) Cedida / El Punt Avui

El pasado julio, la publicación empresarial le dedicó la portada al propio restaurante. En la publicación no cita en ningún momento que ese negocio había sido creado por el director médico de la empresa en 2012.

En 2015 dejó de ser administrador único, según el Registro Mercantil, pero sigue vinculado al mismo, insisten fuentes cercanas al caso.

¿Los intereses de quién?

Las relaciones empresariales son clave porque la intervención financiera de Clínica Bofill, acometida por Auditors Girona, llega tras detectarse irregularidades financieras. Y ante la sospecha de que Ortega, gerente, y Campo, director médico, podrían haber servido a sus propios intereses, y no a los de los dueños de la empresa.

Estos son la Institución Secular de Operarias Parroquiales-Magdalena Aulina, una organización laica que es la matriz del grupo sanitario y del colegio concertado Casa Nostra de Banyoles (Girona), entre otros.

Sobre el papel, Ortega y Campo eran empleados de la institución. Pero hay indicios de que mezclaron sus intereses empresariales --como el propio Divinum-- en su empleo, y ello es lo que ahora investigarán los auditores.

Nepotismo

Pocos datos fundamentan tanto esa sospecha como las relaciones en la cúpula de la empresa. Juan Ortega es gerente, y Asunción Til, su esposa, es la jefa de administración.

Habitación de la Clínica Bofill, en Girona

Habitación de la Clínica Bofill, en Girona Cedida

El hijo de ambos, Raul Ortega es director de procesos, mientras que la hija de la pareja, Raquel Ortega, es directora de la rama de Figueres de la clínica.

Todo ello además de la relación de amistad entre Ortega y Campo, detallan estas voces.

Dos auditores

Esa ligazón y, sobre todo, la gestión de los dos directivos ha aterrizado sobre el despacho de los dos auditores nombrados para poner orden al grupo sanitario.

Son Alberto Pulido y Jordi Valle, vinculados, señalan las fuentes conocedoras, a Auditors Girona. Los dos controllers han intervenido de facto la empresa, provocando que el equipo del director gerente no pueda despachar grandes obras ni servicios sin su aquiescencia.

Registralmente, deja de ser apoderado único para ser mancomunado con los otros dos profesionales.