Acceso a la lavandería del Hospital de Bellvitge, la única pública del Institut Català de la Salut (ICS)

Acceso a la lavandería del Hospital de Bellvitge, la única pública del Institut Català de la Salut (ICS) CG Barcelona

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El Hospital de Bellvitge privatizará la lavandería en 2027 sin un informe de viabilidad económica

La Junta de Personal envió una carta a la gerencia en septiembre en la que rechazaba de plano esta decisión

Más información: El Hospital de Bellvitge externalizará la única lavandería pública del ICS

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La privatización de la única lavandería pública del Institut Català de la Salut se estrella con el rechazo frontal de la Junta de Personal del Hospital de Bellvitge. El órgano critica que se ha tomado esta decisión sin un informe de viabilidad económica para conocer qué beneficios o pérdidas tiene esta infraestructura que funciona desde la década de los 80, aparte de otras razones que consideran "insuficientes". 

En todo caso, la externalización de los servicios se finiquitará en 2027, por lo que queda un año y medio por delante en el que la gerencia, a cargo de Cristina Capdevila, tendrá que reubicar a los 65 trabajadores afectados, en gran parte con clasificación pública y dedicados en los últimos 30 años al servicio.

Para esta plantilla, en la que hay varios miembros de más de 60 años, se buscarán alternativas para las que necesitarán un reciclaje formativo. 

"Privatización injustificada"

El documento, al que ha tenido acceso Crónica Global, está firmado tanto por CCOO, UGT, Metges de Catalunya, CGT, SATSE, FTPS, así como SESNNLLE y CSIF. En él piden la "paralización inmediata" de este procedimiento, al igual que la confección de una mesa de negociación para estudiar "alternativas viables" con tal de mantener el servicio y la ocupación.

"El compromiso por parte de la dirección debe ser mantener los servicios esenciales dentro de la red pública, sin recurrir a la privatización injustificada", sentencian en el texto. Por ello, aseveran que seguirán defendiendo un modelo de "sanidad pública, universal y de calidad, en el que los servicios internos y el personal del hospital sean valorados, respectados y propios". 

UGT -segundo sindicato mayoritario en el centro- arguye que las razones oficiales del hospital se corresponden con una "dejadez" sostenida en el tiempo. Fuentes próximas señalan que hay "incertidumbre" generalizada, a pesar de la mesa de seguimiento que se ha constituido para que los pasos de reubicación de los trabajadores se den adecuadamente. 

Interior de la lavandería del Hospital de Bellvitge

Interior de la lavandería del Hospital de Bellvitge Cedida Barcelona

"Dejar morir"

Los argumentos del hospital para realizar la privatización de la bugaderia responden a que la infraestructura ha quedado obsoleta, por lo que la inversión para su renovación resultaba muy elevada. Aparte, apostaban por una transformación tecnológica que comportaba la reducción de la huella de carbono del centro. Todo ello, en un proceso que se alargará entre los próximos 12 y 18 meses, en los cuales se formará al personal en otras tareas.

Ante tales respuestas, UGT lamenta el "abandono" y el "desinterés" en renovar la maquinaria gradualmente a lo largo de las cuatro últimas décadas. La lógica, mantienen, es "dejar morir las cosas" y, así, posteriormente justificar la privatización del servicio. Hasta el momento, los clientes claves de la lavandería pública eran: los servicios sanitarios de Viladecans, parte del Hospital Vall d'Hebron, el Institut Català d'Oncologia (ICO) y la propia comunidad de Bellvitge, compuesta por 5.000 personas.

Las tareas principales se dedican al lavado de ropa plana —relacionado con sábanas e indumentaria de cama— y uniformes. Es más, aseguran que "nunca" han habido quejas sobre los óptimos resultados del lavado que, cada día, recibe al menos ocho toneladas de ropa, según datos del propio hospital. 

La base de los servicios esenciales

La base del sistema sanitario se sustenta en servicios esenciales que, al contrario que los profesionales de la salud, suelen quedar ocultos u olvidados en el día a día, como la cocina, la seguridad o la limpieza. Unas actividades que son más susceptibles de ser privatizadas, como ocurrió en el pasado con el propio servicio de restauración de Bellvitge, recuerdan desde el sindicato. Un caso al que se le suma ahora esta decisión de la gerencia.

La carta de la Junta de Personal —similar en funcionamiento a los comités de empresa— no ha obtenido respuesta desde el 22 de septiembre, aseguran las fuentes consultadas. En ella, se expresa una "profunda preocupación" por las "graves" consecuencias que supondría esta medida. Más allá del impacto sobre el personal laboral, dedican cinco puntos a razonar su postura. 

¿Más camas?

Entre ellas, que supone la pérdida de un servicio esencial y estratégico, el cual responde a un control de calidad, que en el ámbito privado "podría generar demoras, errores logísticos y un deterioro en las condiciones higienicosanitarias". Aparte, censuran la "falta de diálogo y transparencia" que se ha dado desde su anuncio, ya que se tomó sin la intermediación de la Junta; y, por último, que se trate de una "privatización encubierta".  

Más allá de las razones emitidas en el comunicado, el sindicato apunta a que se ha hablado de la posibilidad de transformar el espacio de la lavandería con el propósito de que, en un futuro, se acojan más camas. Sin embargo, afirman, hay espacio dentro del futuro polo biomédico de L'Hospitalet para construir infraestructuras que respondan a esta necesidad de hospitalización, al contrario de lo que sucede con el Hospital del Mar. 

Interior de la lavandería del Hospital de Bellvitge

Interior de la lavandería del Hospital de Bellvitge Cedida Barcelona

Respuestas del hospital

A partir del 1 de diciembre, Viladecans buscará limpieza externa y, con ello, comenzará el desmantelamiento de la bugaderia del Hospital de Bellvitge, manifiestan las fuentes sindicales. Aún con la falta de análisis económico, el representante de CSIF Sanidad, Jesús Jiménez, estimaba que las lavanderías externas suponen para el ICS más de 20 millones de euros en gasto, una cifra que seguiría creciendo de mantener el modelo. 

En respuesta a este medio, la dirección del Hospital de Bellvitge indica que se reunió con los sindicatos el pasado 6 de noviembre, momento en el que "se les ofreció toda la información sobre el estado actual del tema". En la misma sesión, se acordaron mantener reuniones en el transcurso de las próximas semanas, apuntan. 

De esta forma, el Institut Català de la Salut (ICS) pierde la última lavandería pública que quedaba en el sistema, mientras el Hospital Vall d'Hebron mira de reojo lo que ocurre en el polo sur de la sanidad catalana, a sabiendas de que, en su interior, todavía opera la única cocina pública del sistema.