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Las palabras catalanas tienen un encanto muy particular. Su sonoridad suave y rítmica, con muchas vocales abiertas, hace que resulten musicales al oído. Además, muchas de ellas son muy expresivas y concretas: en una sola palabra pueden resumir ideas o matices que en castellano requieren varias. Por ejemplo, términos como enyorança transmiten nostalgia profunda, mientras que xivarri describe un alboroto con una vivacidad que, difícilmente, se traduce con la misma fuerza.

Otro aspecto que enamora de las palabras catalanas es su capacidad de reflejar la cultura y el paisaje de Cataluña. Palabras como tramuntana (viento del norte) o sorra (arena) evocan directamente el entorno físico; otras como festeta o castanyada remiten a tradiciones y celebraciones locales. 

La palabra catalana

La palabra catalana bocamoll se emplea para describir a alguien que habla demasiado o que no sabe guardarse lo que debería callar. Es decir, es una cualificación coloquial que apunta a la indiscreción o a la verborrea excesiva. Por ejemplo, según fuentes populares, 'ser un bocamoll' se entiende como 'ser un bocazas' en castellano, alguien que dice lo que no debe.

En cuanto al significado más detallado, los diccionarios catalanes lo definen como 'que diu fàcilment allò que caldria callar, que tot ho xerrà' (que dice fácilmente lo que debería callar, que lo habla todo) y como sinónimo de expresiones como 'fluix de boca' o 'moll de boca'.

Origen

Respecto al origen etimológico de la palabra, los registros lexicográficos señalan que deriva del compuesto boca más moll. En catalán, 'moll' puede tener sentido figurado de 'blando', 'flojo' o 'suave', y en construcciones como 'moll de boca' alude justamente a alguien que 'no puede contener la boca'. Por tanto, bocamoll vendría a significar literalmente 'blando de boca', es decir, 'con la boca floja'.

Finalmente, la palabra aparece documentada ya desde el siglo XV en usos catalanes, y con varias variantes. Por ejemplo, el diccionario catalán registra 'bocamoll, ­lla' como adjetivo y sustantivo que designa a la persona que no guarda un secreto.

Otras expresiones catalanas

Estas son otras expresiones catalanas:

  • Tocar el dos: dicho utilizado con el sentido de marcharse de un lugar, procede de la deformación de la palabra dors, es decir, dorso o espalda, y se refería al último aviso de partida de las diligencias, cuando se daba un latigazo a los lomos de los caballos para emprender el viaje de inmediato.
  • Afluixar la mosca: La expresión, que define al que se ve obligado a pagar una cosa a su pesar. Se establece un paralelismo entre el dinero y una mosca cazada al vuelo, y alude al hecho de que, si se deja de apretar la mano, el insecto marchará volando y no habrá forma de recuperarlo; al igual que pasará con el dinero entregado.
  • Estar carregat de punyetes: Aplicada a las personas muy escrupulosas o llenas de manías, la frase surge de las puntas de encaje o bordados de las mangas de las togas, denominadas punyetes. Por lo que se empezó a usar, también, para referirse a quienes hacían razonamientos poco comprensibles y a los que se mostraban recelosos y llenos de miramientos.
  • Ser un setciències: Dicho aplicado a quien presume de tener más conocimientos de los que realmente posee, la expresión se refiere a las siete disciplinas en las que se dividía el saber humano en la Edad Media: el trivium (la gramática, la retórica y la dialéctica) y el quadrivium (la música, la astronomía, la aritmética y la geometría).

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