Así es el barrio de Cataluña con más palacios: tiene más de 30 y pocos les prestan atención CANVA
Así es el barrio de Cataluña con más palacios: tiene más de 30 y pocos le prestan atención
Algunas de estas históricas y lujosas residencias se mantienen como viviendas privadas
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Nació como pueblo de veraneo. Ahora se ha convertido directamente en una ciudad residencial, una de las más pijas de Cataluña. Muchos de sus vecinos lo consideran exagerado, pero Sitges es el rincón de España con más palacios indianos. La riqueza es algo que siempre ha estado presente en sus calles.
Si bien ahora es conocida por ser la ciudad más LGTBI friendly, su festival de cine, su carnaval, el bullicio de sus playas y su intensa actividad cultural, eso no quita el alto poder adquisitivo que siempre huno en el lugar.
No hace falta más que prestar atención a algunas fachadas de sus edificios. Más de medio centenar de mansiones de estilo colonial se esconden en sus calles, resultado de una época en la que los jóvenes del municipio partieron hacia América para buscar fortuna y regresar como nuevos ricos, colonos.
Popularmente conocidos como indianos, por haber nacido en lo que se llamaban las Indias y descendientes de colonos o directamente colonizadores ellos mismos, no solo robaron y se enriquecieron en las Américas, sino que incluso copiaron sus artes. Al regresar, estos españoles o descendientes se construían grandes palacios, la mayoría levantados entre los siglos XIX y XX, imitando el estilo de allende los mares.
De “hacer las Américas” a levantar palacios
Cabe decir que esta exportación cultural fue muy fructifera también a nivel arquitectónico. Ellos transformaron por completo el perfil urbano de las ciudades y, especialmente, de Sitges, que se han convertido en uno de los conjuntos más singulares de Cataluña.
La riqueza acumulada permitió levantar residencias de estilo monumental, con elementos importados de las corrientes arquitectónicas europeas del momento. El resultado fue un patrimonio que hoy se estima en alrededor de 50 casas indianas en todo el término municipal de Sitges, un número que lo sitúa como el pueblo con más palacios de Cataluña.
Más de 30 joyas en el corazón de Sitges
Lo más curioso de todo es que algunas de estas residencias se mantienen como viviendas privadas, todavía hoy, pero muchas han adquirido nuevos usos. Entre ellas figuran museos, fundaciones culturales y hoteles boutique, que conservan la memoria de aquellos tiempos en que la prosperidad de ultramar se tradujo en piedra, hierro y vidrio.
Es en el centro histórico donde este legado se percibe con mayor intensidad. En apenas unas pocas manzanas se concentran más de 30 mansiones indianas, lo que convierte al casco antiguo en un catálogo vivo de estilos arquitectónicos y el barrio con más palacios indianos.
Fachada del Hotel Sitges 1883
La ruta se extiende por calles como Sant Bartomeu, Illa de Cuba o Francesc Gumà, donde se alzan ejemplos emblemáticos que muestran el eclecticismo de la época. En la calle Illa de Cuba destaca la Villa Remei, reconocible por su barandilla de hierro forjado, y la casa de Sebastià Sans i Bori, hoy transformada en el Hotel Sitges 1883.
A pocos pasos se encuentra la casa Pere Carreras, adornada con grabados florales. Mientras, en el Cap de la Vila, se alza la residencia modernista de Bartomeu Carbonell, con su torre decorada con trencadís y un reloj que la convierte en uno de los hitos visuales del casco urbano. Una mezcla de modernismo, estilo neogótico y constricción indiana.
Un paseo entre historia y modernismo
Cada palacete refleja el deseo de sus propietarios de dejar constancia de su éxito en América y de importar a Sitges los gustos arquitectónicos que habían visto en sus viajes. Por eso, recorrer las calles del centro histórico supone adentrarse en un itinerario donde balcones de hierro, ventanales amplios y fachadas estucadas conviven con la vida cotidiana de la ciudad.
En la calle Major se alinean residencias inspiradas en el Renacimiento y el eclecticismo. Por otro lado, en Sant Francesc y Parellades predominan viviendas con detalles novecentistas y columnas corintias.
Fuera del barrio
Pero no todo se queda en el casco histórico. El legado indiano incluso se aleja del casco urbano. A pocos metros del mar, en el barrio del Vinyet y a lo largo del paseo marítimo, también se levantan villas indianas que recuerdan la magnitud del cambio urbanístico que vivió Sitges a partir del siglo XIX.
Numerosas residencias de la época siguen siendo hogares de familias sitgetanas, aunque algunas albergan hoteles y restaurantes que integran el legado arquitectónico en la oferta turística. Tampoco faltan los palacios reconvertidos en sedes de fundaciones o espacios culturales, una manera de no romper el vínculo con esta herencia tan bello como, en ocasiones, oscura.