El jefe de la Policía de Granollers recurre a la científica de Mossos para 'cazar' a un sindicalista

Estalla un nuevo frente en el marco del conflicto laboral que la Policía Local de Granollers arrastra desde hace meses. Varios sindicatos presentaron semanas atrás una instancia a la alcaldesa de la ciudad, Alba Barnusell, denunciando la “grave vulneración” de derechos fundamentales tras un episodio que califican de “exceso de poder” por parte del actual inspector jefe.

Según el escrito, el mando habría recurrido a la unidad científica de los Mossos d’Esquadra para intentar identificar a los responsables de colgar un cartel crítico en el tablón sindical de la comisaría municipal.

El documento que se ha entregado a la edil, y al que ha tenido acceso Crónica Global, detalla que el pasado 25 de julio apareció un comunicado en la vitrina sindical dirigido a los interinos del cuerpo, en el que se criticaba directamente la gestión del inspector: "El único interino de esta plantilla es el inspector; él se irá, la plantilla seguirá".

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El jefe policial exigió su retirada inmediata bajo amenaza de denunciar por coacciones e injurias a los delegados que tuvieran acceso a la vitrina. La respuesta sindical fue tajante: se trataba de un ejercicio legítimo de libertad de expresión y no de una ofensa personal.

Una actuación "inverosímil"

Lejos de quedarse ahí, y siempre según la versión de los sindicatos, el inspector acudió al jefe de la comisaría de Mossos de Granollers y solicitó la intervención de la Policía Científica. Efectivos autonómicos accedieron al tablón sindical, forzaron la cerradura de la vitrina y se llevaron el cartel para levantar huellas dactilares. Preguntadas por esta cuestión, fuentes de la policía catalana han preferido no dar declaraciones. 

Imagen detalle de un agente de la Policía Científica de Mossos d'Esquadra Mossos d'Esquadra

Una actuación “inverosímil”, denuncian los sindicatos, porque el protocolo obliga a la presentación de denuncia previa y porque se trataría de un presunto delito privado, lo que convierte el despliegue de recursos en un “malgasto de dinero público” y, además, en un posible caso de tráfico de influencias.

Los representantes sindicales sostienen que con esta maniobra se ha intentado silenciar la actividad crítica del sindicato, vulnerando tanto la libertad de expresión como el derecho a la información y a la representación de los trabajadores.

Por ello, exigen a la alcaldesa que ordene el cese inmediato de cualquier acto restrictivo, restituya el cartel retirado y abra un expediente informativo contra los responsables de la actuación.

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Un cuerpo en pie de guerra

El episodio se produce en plena negociación entre el Ayuntamiento y los sindicatos para calmar la tensión que se vive en la Policía Local desde hace meses. La plantilla ha dejado de realizar horas extra de forma voluntaria, lo que varias fuentes conocedoras de esta situación describen como una “huelga encubierta” que afecta de lleno a la seguridad ciudadana.

Según trabajadores consultados, el malestar estalló tras la llegada del nuevo inspector, que no cuenta con plaza fija y fue designado por el actual gerente municipal.

“Desde que ha entrado él, todo ha ido a peor”, aseguran. Entre las medidas más criticadas figuran la reducción de patrullas para abaratar costes y un estilo de mando “autoritario” que ha encendido los ánimos de la plantilla.

Sargento Abel Gimeno durante el 'briefing' del dispositivo 'Brake' Òscar Gil Granollers

Más de 30 servicios sin atender

Según datos de los sindicatos policiales, más del 15% de las plazas de la comisaría de Granollers llevan vacantes desde 2023 y, actualmente, siguen sin cubrirse. En paralelo, la media de edad de la plantilla supera los 50 años.

Hasta ahora, el cuerpo lograba mantener los turnos gracias a las horas extra. Pero con la situación actual, de máxima tensión, ese parche ha saltado por los aires.

“La gente se cansa de hacer tantas horas extra. Son voluntarias, salvo en casos de fuerza mayor. Todos tenemos un límite: también tenemos familia y hay que conciliar”, lamenta una de las fuentes consultadas. La consecuencia resultó inmediata: en un turno de mañana reciente, más de 30 servicios quedaron sin cubrir.

Reclamo de garantías

De este modo, y tras esta última tormenta, los sindicatos denunciantes reclaman que se restituyan de inmediato las llaves de acceso a los tablones sindicales, se garantice la autonomía de los delegados y se devuelva íntegramente el cartel retirado.

Advierten, además, de que se reservan el derecho de emprender acciones judiciales para defender sus derechos fundamentales si no se adoptan medidas desde la alcaldía.

El Ayuntamiento, por ahora, guarda silencio. Sin embargo, el pulso entre los agentes y el consistorio amenaza con abrir una grieta todavía mayor si las negociaciones entre ambas partes no llegan pronto a un buen puerto.