Imagen de Javier Sardà El papel es tuyo - Management de artistas
La vida actual de Javier Sardà: de Crónicas Marcianas al activismo mediático
Icono de la televisión española tras convertirse en el inolvidable rostro de Crónicas Marcianas
Otros artículos: Estos son los nuevos radares de Cataluña: dónde están
Noticias relacionadas
Hablar de Javier Sardà es hablar de uno de los comunicadores más polémicos, carismáticos y recordados de la televisión española. Su rostro quedó ligado para siempre a Crónicas Marcianas, el programa nocturno que rompió moldes en los años 90 y principios de los 2000.
Pero la vida del periodista catalán va mucho más allá de ese plató: desde sus comienzos en los medios, años bajo amenaza, hasta anécdotas insólitas. A ello se suma una vida personal discreta junto a su mujer Ana Gutiérrez y el orgullo de su hija Helena, que triunfa como periodista.
Hoy, a sus 67 años, Sardà sigue en activo y demuestra que su ingenio y su aguda capacidad de análisis continúan intactos. Pero, ¿qué fue realmente de Javier Sardà después del fenómeno televisivo que lo lanzó a la fama?
Comienzos y salto a la fama
La trayectoria de Javier Sardà comenzó en las ondas. Trabajó en RNE, donde ideó al irreverente señor Casamajor, y más adelante se unió a la Cadena SER, participando en Hoy por Hoy con Iñaki Gabilondo y, posteriormente, en La Ventana.
Posteriormente, tras su salto a la televisión, Sardà se convirtió en el rostro y la voz emblemática de la televisión española gracias a Crónicas Marcianas, un late night irreverente que conquistó audiencias históricas en Telecinco desde 1997 hasta 2005, llegando a superar los tres millones de espectadores.
Su estilo provocador, cargado de humor y actualidad, no solo marcó un antes y un después en el formato, sino que consolidó a Sardà como uno de los comunicadores más reconocibles del país.
Por qué dejó Crónicas Marcianas en pleno éxito
Aunque su programa estaba en la cima, Sardà sorprendió con una decisión audaz: dimitir en el mejor momento. En una entrevista reciente en la Cadena SER, el presentador reveló que, pese a las advertencias de su entorno ("que era un insensato"), optó firmemente por detenerse.
Explicó que el agotamiento era insoportable, pues finalizaba cada emisión cerca de las 2:45 a.m., lo que le dejaba física y mentalmente agotado: "Tenía que preparar el programa del día siguiente, me caía dormido trassiesta y ni sabía en qué día estaba".
Crónicas Marcianas Telecinco
Amenazado por ETA y los años con escolta
El peso de la fama también tuvo consecuencias graves. Una vez, tras una frase desafortunada, recibió una advertencia clara de riesgo: debió vivir varios años con escolta.
En el reencuentro televisivo de Crónicas Marcianas (2023), relató esa etapa y recordó con cariño a "Juan Carlos", conocido como "Kevin" (por Kevin Costner), que se convirtió en su guardaespaldas y amigo.
Una anécdota casi surrealista
Además de su carrera mediática, Sardà ha compartido relatos sorprendentes de su vida personal. En un capítulo de Días de tele, confesó que un eructo le salvó la vida mientras pilotaba una avioneta en solitario, tras sentirse mareado por un medicamento. Este "pequeño detalle" le permitió liberar la presión física y recuperar el control del aparato.
Un error que pudo haber sido viral
Durante el podcast El mono desnudo, Sardà comentó también una anécdota vergonzosa que vivió con el rey emérito Juan Carlos I, en una entrevista el día del 54 cumpleaños del antiguo monarca.
Y es que su equipo preparó una pregunta que erróneamente mencionaba a "Juan Carlos II", lo que provocó una irritación inicial en él.
Afortunadamente, el error no llegó al aire y no se convirtió en meme (aunque hubiera sido viral si hubiera sucedido en tiempos de Internet). "Esa grabación estaría dando vueltas toda la vida".
Pese a todo, el comunicador reconoció que ese fallo se trató simplemente de "un lapsus tonto" del guionista.
Familia, tragedias y un refugio emocional
La vida de Sardà no ha sido solo cámaras y risas: sufrió pérdidas tempranas y duras. Perdió a su madre siendo niño, a su hermano por problemas con las drogas y hasta a su abuelo fue asesinado.
Su infancia es relatada en su autobiografía Mierda de infancia, donde también cuenta episodios traumáticos como palizas en manifestaciones. La muerte de su hermana, Rosa María Sardà, en 2020, dejó una huella profunda en su vida y trabajo.
Ana Gutiérrez, su compañera de vida
En lo personal, Sardà construyó una relación con pocos focos mediáticos, pero sólida y significativa. Se casó en 2006 con Ana Gutiérrez, quien fue su peluquera en Crónicas Marcianas, en una ceremonia íntima con familiares y amigos cercanos en Barcelona.
Javier Sardà y su esposa, Ana Gutiérrez Gtresonline
Ana había sido madre de dos hijas y Sardà también tenía una, Helena, fruto de una relación anterior. Helena, periodista, trabaja en Doha para AJ+ (Al Jazeera, en castellano) e incluso sorprendió a su padre apareciendo en un plató en 2022.
Ocurrió en noviembre de 2022,cuando Javier Sardá presentaba La gran confusión y su hija no dudó en volar desde Qatar para darle la sorpresa a su progenitor sin que él lo esperara. Ante este momento televisivo, la joven confesaba: "Se nos hace raro estar juntos en un plató porque siempre hemos querido mantener mi identidad al margen".
A lo que añadía: "Este último programa iba de la familia y yo, en estos últimos cuatro años, he tenido muchos momentos en la distancia y he dicho 'qué ocasión para decirte mi profunda admiración profesional y personal".
Más allá de la televisión: empresas y colaboraciones
Javier Sardà ha continuado activo en diversos medios tras Crónicas Marcianas. Participó en formatos como Dutifrí, Tú sí que vales, La tribu, El gran debate, LaSexta Noche, Liarla Pardo, y actualmente colabora en el programa TardeAR de Telecinco.
Precisamente, en una de sus intervenciones el pasado año en el programa de AR, el catalán protagonizó una polémica, a raíz de la que recibió numerosas críticas en las redes sociales.
En medio de una tertulia sobre Eurovisión y el éxigo de Nebulossa con Zorra en el Benidorm Fest 2024, el comunicador espetó: "¿Aguien de la mesa es gay?". La conductora del programa respondió: "No lo sé, no lo vamos a decir. No vamos a salir del armario aquí". A lo que Sardà respondía: "¿Qué hacemos hablando de Eurovisión si no somos gays? ¿Dónde está la gracia?".
Muchos usuarios de la red X expresaron sus críticas contra el inapropiado comentario de Sardà. Uno de los intenautas incluso llegó a sugerirle que se retirara de la televisión y manifestó su rechazo a las palabras del comunicador: "Decir que Eurovisión solo es para el colectivo LGTBI es lo más rastrero que he escuchado".
Si no eres gay según Sarda no te puede gustar eurovision 🤦♀️🤮 pic.twitter.com/CdVpgW1lKt
— 🇵🇷@lebiram🇵🇷❤️🧡💜🙏🙌† (@lebiram34980787) February 5, 2024
Sarda retírese ya de la televisión porque ya no das para más. Decir que #Eurovision solo es para el colectivo LGTBI es lo más rastrero que he escuchado. #Tardear #Eurovisión2024
— 💙 Blue Salvatore 💙 (@TheLordBlue01) February 5, 2024
Otros salieron en defensa de los candidatos de ese momento al concurso en respresentación de España: "Me parece lamentable que haya dicho eso. Gracias a Nebulossa y Zorra estamos descubriendo la careta de muchos". También otra usuaria manifestaba su indgnación: "Qué harta de los estereotipos... Yo soy hetero y me flipa Eurovisión".
Es que me parece insultante ya esto. https://t.co/E8CH4FOSmF
— 𝕶𝖆𝖕𝖕𝖆𝖝𝖝 (@kappaxx97) February 5, 2024
Quién lo ha visto y quien lo ve. https://t.co/KHqXwN6B6Z
— Desirée con✌🏻e (@Dsir_ee) February 5, 2024
Por otro lado, el catalán también dirige la empresa Balandrix —creada en 1992— dedicada a producción audiovisual. A pesar de un resultado negativo en 2019, mantiene activos por valor de más de 5,5 millones de euros.
Con todo, más que un mero presentador, Javier Sardà es un integrante de la televisión cuya vida mezcla éxitos masivos, riesgos, decisiones personales, el peso de la familia y reflexiones profundas. Desde el gran salto con Crónicas Marcianas, pasando por su huida del estrés televisivo, amenazas reales, momentos insólitos, hasta su fortaleza personal frente a tragedias familiares y su discreta vida en pareja con el amor de su vida.
Esta es la historia de un comunicador que antepuso la salud y la familia ante la fama, y que, a día de hoy, sigue aportando chispa e identidad propia al panorama audiovisual.