Un grupo de jóvenes hace botellón en las calles de Barcelona Agencia EFE
Es oficial, adiós a las rutas de alcohol en toda Barcelona: esta es la nueva normativa contra el turismo de borrachera
La nueva medida municipal amplía la prohibición ya existente sobre este tipo de prácticas de ocio al conjunto de la Ciudad Condal y la extiende las 24 horas del día
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Barcelona es una ciudad vibrante, reconocida en todo el mundo por su arquitectura modernista, sus playas urbanas, su gastronomía mediterránea y, por supuesto, su vida nocturna.
Durante años, miles de turistas han llegado atraídos no solo por Gaudí o Las Ramblas, sino también por las famosas "rutas de bares", también conocido como pubs crawling, que prometían noches interminables de fiesta y diversión.
Sin embargo, esa cara más desenfrenada del turismo ha generado problemas de convivencia, quejas vecinales y un impacto directo en la salud pública.
Consciente de estos desafíos, el Ayuntamiento de Barcelona ha dado un paso firme: prohibir las rutas de borrachera en toda la ciudad, extendiendo una normativa que antes solo afectaba a zonas concretas.
Esta decisión marca un antes y un después en la forma de entender el ocio nocturno en la capital catalana y abre el debate sobre qué tipo de turismo quiere consolidar la ciudad en los próximos años.
De esta forma, la capital catalana da un paso firme hacia una ciudad más habitable al decir adiós a las rutas de alcohol.
Qué implica el nuevo decreto
Barcelona se ha embarcado en una transformación urbana profunda que ya alcanza hasta su famosa vida nocturna. El Ayuntamiento ha decidido extender la prohibición de las rutas de borrachera a toda la ciudad, con una regulación más estricta que entra en vigor tras un periodo de consulta pública de 20 días.
Se trata de una prohibición total: se veta así la promoción, organización, venta e incluso planificación de rutas de bares entre locales públicos en toda Barcelona, las 24 horas del día, todos los días del año y durante los próximos cuatro años.
Si bien hasta ahora la prohibición solo afectaba al Barrio Gótico (Ciutat Vella), vigente desde 2012, y al Eixample desde junio de 2025, durante el horario nocturno (19:00–07:00), con esta nueva medida se ha ampliado el alcance de la normativa para que afecte a toda la Ciudad Condal al completo.
Asimismo, para poner freno a estas prácticas, se han establecido multas sustanciales. Los organizadores de estas rutas pueden enfrentarse a sanciones de hasta 900 euros. Aunque los participantes no son multados por unirse, sí podrían recibir sanciones por consumo de alcohol en la vía pública o ruidos molestos.
Por qué se ha tomado esta decisión
Con el objetivo de proteger el descanso y la convivencia, el Ayuntamiento pretende mejorar la calidad de vida de sus residentes, reduciendo el ruido, la aglomeración y los comportamientos inapropiados vinculados al consumo acelerado de alcohol.
Igualmente, las rutas de borrachera se consideran una actividad de riesgo, no solo por el consumo rápido e irresponsable de alcohol, sino por su potencial impacto en altercados y tráfico.
Estas medidas forman parte de una estrategia más amplia para frenar el turismo masivo y sus efectos negativos, como la saturación de espacios y la pérdida del carácter residencial de la ciudad.
Qué dicen los promotores de estas rutas
Algunas empresas, como E-Volve, han salido al paso para defender su actividad. Aseguran que no son una ruta de borrrachera, que no promueven la embriaguez yoperan legalmente desde hace años, organizando versiones saludables y seguras en grupos pequeños de unas 20 personas.
Además, subrayan desde la compañía que, desde que pusieron en marcha la actividad hace cuatro años, contaron con el asesoramiento de un servicio jurídico para delimitar claramente qué estaba permitido y qué no.
También se ofrecen a colaborar con el Ayuntamiento en la gestión de la vida nocturna antes de imponer prohibiciones totales.
Impacto en la vida nocturna y el turismo
La medida no busca eliminar por completo el ocio nocturno, sino redirigirlo hacia opciones más sostenibles y responsables. Restaurantes, coctelerías y bares con música en vivo podrían beneficiarse de un público que busca experiencias más tranquilas.
Paralelamente, se espera que aumenten actividades como rutas gastronómicas, eventos culturales nocturnos o espectáculos, que atraen a un perfil turístico de mayor gasto medio y que dejen un menor impacto negativo en la convivencia.
Los vecinos, por su parte, podrían experimentar un considerable alivio con la llegada de esta medida, especialmente en zonas saturadas donde el ruido y el desorden han sido motivo de quejas continuas.
La idea es que la ciudad mantenga su vitalidad, pero sin que la diversión de unos afecte el descanso y la seguridad de otros.
Cuál es el siguiente paso
El decreto ya fue aprobado inicialmente —comenzaba después un periodo de consultas públicas de 20 días— y, tras ese trámite, se permitirá su aplicación definitiva por cuatro años.
Durante ese tiempo, el Ayuntamiento evaluará su efectividad y no descarta implementar medidas complementarias, como campañas de concienciación, refuerzo de la policía nocturna y acuerdos con el sector de la hostelería.