Una ginecóloga de Cataluña sobre el orgasmo femenino: Hay que derribar los tabúes para avanzar

Una ginecóloga de Cataluña sobre el orgasmo femenino: "Hay que derribar los tabúes para avanzar" CG

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Una ginecóloga de Cataluña sobre el orgasmo femenino: "Hay que derribar los tabúes para avanzar"

La especialista de HM Nou Delfos recomienda a las pacientes hablar sobre su sexualidad en la consulta para abordar las posibles patologías que sufran 

Más contenido: Reconstruir el cuerpo y el alma: los diez años del Clínic contra la mutilación genital femenina

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El tabú arrincona a la palabra y, sin palabra ¿cómo compartir las experiencias, tan irrepetibles como comunes? La sexualidad femenina ha quedado relegada a través del tiempo, impidiendo profundizar en el conocimiento tanto anatómico como social, por tanto, el orgasmo ha sido tan señalado como ocultado e, incluso, cuesta hablar sobre ello en la consulta.

Angela Albrizio, ginecóloga de HM Nou Delfos, explica a Crónica Global con motivo del Día Internacional del Orgasmo femenino que en la consulta cuesta que las pacientes detallen cuáles son sus preocupaciones o dolencias relacionadas con la práctica sexual. "Es importante que hablen de ello, derribar los tabúes para avanzar y que, por ejemplo, en todos los equipos ginecológicos haya un profesional que se dedique a la salud sexual", detalla. 

Más investigación

Nota la diferencia entre las generaciones más jóvenes y mayores, gracias a un mayor acceso a la información y a un enfoque feminista que ha provocado una mayor apertura sexual. La especialista admite que "cada vez se estudia más, pero queda mucho desconocimiento". Por ejemplo, aún queda un amplio campo en el ámbito emocional y hormonal, en lo anatómico, o con relación a la propia vagina y su lubricación, menstruación, microbiota, además de las patologías del suelo pélvico. 

El orgasmo relaja, genera dopamina, es estimulante, pero la petit morte viene de la mano de una cascada de sensaciones a mimar. "Hay que derribar el mito de que es el único objetivo en la relación sexual, porque genera estrés y disfunción, tanto en la mujer como en el hombre", por lo que aboga por unas relaciones placenteras, tanto en pareja como solas. "Debemos dedicarle tiempo a la sexualidad, es muy positivo tomar conciencia", apunta. 

Falta de tiempo

También falta tiempo en las consultas. El orgasmo y todo lo que lo envuelve es "multifactorial", es decir, está envuelto tanto por cuestiones físicas como psicológicas y lo que afecte a la disfunción sexual implica derribar barreras donde la vergüenza puede aparecer. El examen del aparato reproductor y los genitales, así como de las preguntas que requiere suele hacer que los profesionales, en muchas ocasiones, eludan esta cuestión, sostiene Albrizio. 

No obstante, es importante referir estas cuestiones debido a que puede haber patologías, como la endometriosis o que afecten al suelo pélvico, que deban ser tratadas. Por ello, en el centro hospitalario catalán siente que genera una relación de confianza con sus pacientes, la parte "más linda" de su trabajo, cuando por fin se convierte casi que en una confidente y puede ayudarlas a mejorar su salud. 

El clítoris y sus 10.000 terminaciones nerviosas

La sexualidad femenina vive una nueva era con la exposición ante el público, ya sea con el impulso de la ciencia para profundizar en su origen y expresión, o la producción de obras que la acercan a la masa con otro enfoque, lúdico y asertivo, como la serie Masters of sex (2013, Michelle Ashford), la pieza teatral Los monólogos de la vagina (Eve Ensler, 1996) y el documental con testimonios Placer femenino (Barbara Miller, 2019).

El clítoris, órgano hacedor del éxtasis, tiene alrededor de 10.000 terminaciones nerviosas y, a tenor de las investigaciones, se ha derribado uno de los grandes mitos: no hay orgasmos clitorianos o vaginales. Todos corresponden a este único órgano y, en todo caso, lo que varía es la manera de provocarlo.

Un estudio de Archives of Sexual Behavior, con más de 52.000 participantes, reflejaba que el 95% de los hombres heterosexuales aseguraban tener orgasmos usualmente o siempre que mantenían relaciones; una cifra que se situaba en el 89% y 88% en el caso de los hombres homosexuales y bisexuales; mientras que las mujeres lesbianas era un 86%. Sin embargo, las mujeres bisexuales y heterosexuales lo sentía en el 66% y 65%, respectivamente

Mitos

La primera vez que Alicia Chamorro Papaseit tuvo relaciones sexuales, se sintió decepcionada. "Pensé que me pasaba algo, porque no estaba sintiendo al nivel que veía en las películas", rememora. Con 28 años, la joven catalana adelanta que conoció realmente lo que diferenciaba la realidad de la fantasía gracias a que compartió sus experiencias con sus amigas. No sucedió de primeras, sino con el tiempo.

"Yo he descubierto el placer sexual gracias a que hablo con mis amigas, porque me he dado cuenta de lo que nos pasaba al compartirlo, cómo nos sentíamos, reconocer que había gente con la que estábamos insatisfechas, que fingíamos", relata. Así descubrió otra forma de ver el sexo, de sentirlo, de aprender qué era lo que necesitaba. 

Admite que nunca ha tratado este tema con su médico de cabecera o ginecóloga, en todo caso, ha asistido por cuestiones relacionadas con los dolores menstruales o revisiones periódicas. "Cuando vi que tenía flujo vaginal, pensaba que estaba enferma, porque nunca me habían hablado de él", se refiere a su experiencia como adolescente. Este desconocimiento, que muchas jóvenes experimentan, cree que no pasa entre los hombres por cómo han socializado el sexo.

Falta de formación

Las dudas o el desconocimiento propio tampoco tuvieron respuesta en el sistema de salud catalán. Cuando fue diagnosticada con una enfermedad de transmisión sexual (ETS) se trató y, al mismo tiempo, le hicieron un seguimiento desde CatSalut. Un día, la llamaron, y la profesional que estaba atendiéndola tuvo que consultar hasta en tres ocasiones con otra persona las dudas que tenía, por ejemplo, si se podía contagiar a su pareja sexual mujer o según la práctica que había realizado. 

"Si los mismos profesionales de la sanidad no tienen formación, a la sociedad le falta aún más", sentencia. Por ello, como militante de la Assemblea Feminista Interseccional de La Garrotxa, en Olot (Girona), menciona que es importante crear espacios donde las mujeres y las identidades disidentes "se sienten seguras y puedan compartir sus vivencias e inquietudes" sin temor a ser juzgadas, asiente la también profesora y coordinadora de ciclos formativos.

Con un lenguaje claro, sin asperezas, la cuestión es "crear redes" en las que compartan experiencias y no se sientan solas. En apenas un año, la asociación feminista se afana por crear una plataforma desde la que hacer divulgación. Una actitud abierta para fomentar nuevos debates, diálogos, con los que tejer un nuevo relato en el que la sexualidad femenina deje de ser un tabú.