Ramo de flores en el lugar de un accidente mortal

Ramo de flores en el lugar de un accidente mortal Europa Press

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Preocupación por la elevada mortalidad de tráfico en Lleida: “La mayoría de las víctimas conocían las carreteras”

El Servei Català de Trànsit hace una llamada a la prudencia al volante, tras los diez fallecidos registrados en julio en la demarcación

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Preocupación y alerta por la elevada mortalidad de tráfico en Lleida en el último mes. Hasta diez personas, en datos provisionales, perecieron en el asfalto en algún lugar de la demarcación. No hay un perfil único ni un patrón común en estas desgracias, salvo que la mayoría de las víctimas conocían la zona por la que circulaban. Eran vecinos.

De hecho, de los diez fallecidos en poniente el pasado mes, al menos ocho residían en la provincia, a escasos kilómetros de donde se accidentaron. Solo un hombre era de Barcelona y, de la última víctima, una mujer, no ha trascendido más que su edad: 33 años.

A cinco kilómetros de casa

Hace hincapié en ello el director del Servei Català de Trànsit (SCT), Ramon Lamiel, que califica de “extraordinariamente malo” el julio en Lleida. Y se muestra “preocupado” por la cercanía de las víctimas con su lugar de residencia. Los datos son claros.

A. E. G., de 48 años, murió a causa de una salida de vía en la LV-9225 a su paso por Vila-sana, a solo cinco kilómetros de su casa, radicada en Mollerussa. A. C. G., de 27 años y vecino de Fraga, y A. D. A., de 38 años y residente en Aitona, murieron en un choque frontal en la A-2 en Soses. Ambos se encontraban a unos diez kilómetros de sus respectivos hogares. Y F. J. P. V., de 58 años y natural de Torrebesses, perdió la vida en una colisión frontal en la C-12 en Alfés,12 kilómetros de su residencia.

Radares y más agentes

Son estos solo cuatro ejemplos, pero no son los únicos, motivo por el que Lamiel ya ha movilizado más agentes de tráfico, ha colocado carros radar, con especial atención en la A-2 –tres muertos en Lleida, dos en julio– y la C-12 –cuatro en la demarcación, dos el pasado mes–, y ha iniciado una campaña de sensibilización, para que los conductores conozcan cuántos muertos se han registrado en la provincia.

Ramón Lamiel, director del Servei de Trànsit de Catalunya

Ramón Lamiel, director del Servei de Trànsit de Catalunya Luis Miguel Añón

Porque el director del SCT reconoce que “no existe un perfil único ni destacable” en los últimos accidentes, pues se han producido en siete vías distintas (L-702, C-1412b, A-2, C-13, C-12, LV-3321 y LV-9223) y de diversas maneras (salidas de la carretera, choques y un atropello). La edad media es de 50 años. Pero el aumento de víctimas es considerable.

Cinco muertes más que en 2024

Un dato lo pone de relieve: diez de los 19 muertos registrados en las carreteras de Lleida se produjeron en julio. Más de la mitad. No solo eso, sino que la demarcación suma hoy cinco fallecidos más (+36%) que en los primeros siete meses del 2024 –en aquel julio hubo dos–; entonces, no se lamentaron víctimas mortales en la A-2, por dos en la C-12.

Por todo ello, Lamiel, al margen de las medidas impulsadas para evitar más muertes, pide “mucha atención” a los que circulan por las carreteras que “más conocen”, y les recuerda que respeten la velocidad y no se distraigan mirando el móvil.