Este es el pueblo más caro de Tarragona para comprar una casa, Altafulla

Este es el pueblo más caro de Tarragona para comprar una casa, Altafulla CANVA

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Este es el pueblo más caro de Tarragona para comprar una casa: chalets por más de cuatro millones de euros

El inmueble cuenta con la vivienda principal, otra para huéspedes y hasta una capilla

Más información: El pueblo de Girona con una playa de agua dulce en plena montaña: ambiente rural con balcones de madera y calles estrechas

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Por mucho que Cambrils y Salou se lleven la fama en Tarragona y sean los más turísticos de la Costa Daurada, estos municipios no son los más caros de la provincia a nivel inmobiliario. Tampoco lo es la capital, Tarragona, sino una localidad mucho más pequeña y llena de leyendas.

A pesar de tener hasta cinco veces menos población que este par de localidades costeras que hacen las delicias de los visitantes, Altafulla con sus 5.838 habitantes se ha colocado en la cima de los pueblos más caros de Tarragona.

El último informe del portal inmobiliario Idealista revela que, pese a sufrir un descenso de un 2,2% respecto a mayo, este municipio tiene el precio del metro cuadrado más caro de la provincia: sale a 2.821 euros. Muy lejos de Ulldecona, el pueblo más barato de la provincia (447 €/m2).

Cambrils y Salou se quedan en un tercer y cuarto y cuarto puesto de las localidades más caras de Tarragona con unos valores de 2.496 euros el metro cuadrado la primera y 2.382 €/m2, la segunda. Solo les supera Altafulla y La Pineda, que se lleva la medalla de plata en este ranking con precios de 2.660 euros por metro cuadrado.

Casas modestas y mansiones de lujo

Hay muchos factores que encarecen los precios: el turismo, las comunicaciones, el nivel de vida y luego depende de qué se quiera: cultura, lujo, comercios, tranquilidad, vida nocturna. De todo esto tiene un poco Altafulla.

Aquí, uno puede encontrar un piso de 63 metros cuadrados por 105.000 euros y una increíble villa de una conocida pianista que se vende por más de cuatro millones de euros. Y, en medio, pisos de 204 m2 a 203.000€ en medio del pueblo, un chalet de 314.900 € con piscina compartida y hasta casas de un millón y dos millones de euros con impresionantes vistas al mar.

Casa en venta en Altafulla

Casa en venta en Altafulla IDEALISTA

Aunque la que más sorprende es Villa Marcia. Esta propiedad residencial compuesta por tres edificaciones fue la residencia de Mercè Rigalt i Lladós y ahora está en venta, por más de cuatro millones de euros.

La casa de esta pianista, que actuó ante la Reina Isabel II de España, está compuesta de una casa principal, una casa de invitados y una capilla en una finca de 3.250 metros cuadrados, que incluye zonas ajardinadas, piscina, áreas de descanso y espacios de servicio.

La vivienda

La casa principal tiene una superficie de 478 m2 distribuidos en dos plantas. En la planta baja se accede a un vestíbulo, que da paso a un salón con chimenea, billar, divanes y un piano de época y un comedor con capacidad para 22 personas.

En esta misma zona se encuentra una cocina equipada que conecta con una sala de plancha y lavandería a través de una escalera de servicio. Aunque lo mejor está en la terraza acristalada con vistas al mar y en sus atractivos techos altos y acabados clásicos que están en todas las dependencias.

Salón de una casa de Altafulla

Salón de una casa de Altafulla IDEALISTA

Ya en la planta superior hay espacio para seis suites. Tres tienen vistas al mar y una de ellas cuenta con una terraza, las otras tres también son exteriores y hay vistas al jardín.

Casa de invitados

Por si no hay espacio suficiente y, como buena villa, aquí puede vivir más gente. La finca cuenta con una casa de invitados, de 118 m2 construidos en tres plantas.

Esta construcción anexa tiene dos dormitorios, un vestidor, un baño completo, un aseo de cortesía, una cocina americana y un salón. Todas las estancias son exteriores y dispone también de terraza con vistas al mar y al casco histórico.

Espacio exterior

La tercera construcción de esta villa no es habitable, es un lugar de recogimiento. Se trata de una capilla de 24 m2 con retablo y vitrales en vidrio policromado y plomo.

Más allá de las edificaciones, el jardín incluye vegetación consolidada, un sistema de circulación de agua con balsas y cascadas, una piscina de agua salada con dos niveles y una zona de descanso.

Jardín de una casa de Altafulla

Jardín de una casa de Altafulla IDEALISTA

Por último, hay dos plazas de garaje cubiertas con acceso directo a la vivienda y cinco plazas exteriores dentro del recinto. En total, 734 metros cuadrados construidos en una parcela de más de 3.500 m2.

¿Un pueblo para ricos?

Pero esta no es la única casa que encarece el precio dl suelo medio en Altafulla, hay varias fincas que, sin ser villas, pueden llamarse mansiones. Cuestan entre uno y dos millones de euros, todas con piscinas, varias plantas y vistas al mar.

¿Es Altafulla una ciudad para ricos? No es así. Hay muchas otras viviendas asequibles y tiene cosas mucho más interesantes que sus inmuebles.

Los encantos de Altafulla

El pueblo tiene todo para ser rico, pero no a nivel económico sólo. Tiene historia, un casco antiguo bien conservado y playas de gran belleza. Y, además, leyendas que cuentan historias de brujas que, según la tradición, habitaban la Vila Closa, el núcleo medieval del pueblo.

Se dice que realizaban rituales en la playa y utilizaban pasadizos secretos para moverse sin ser vistas, una historia aún viva en libros y relatos locales. Narraciones que han dejado huella en la arquitectura. Algunas casas conservan vasijas en los tejados como protección frente a las brujas. No en vano, National Geographic ha destacado esta “aura mágica” de Altafulla.

Altafulla

Altafulla COSTA DAURADA

Pero esto son leyendas. La historia de verdad se impone a los mitos en la Vila Closa, el núcleo medieval rodeado de murallas. Allí destaca el castillo de Montserrat, la iglesia de Sant Martí, el museo etnográfico y la Plaza del Pou, además de un entramado medieval de calles.

Es algo distinto el barrio de Les Botigues de Mar. Esta zona marítima conserva las casas blancas del siglo XVIII, y el Camí de Ronda ofrece rutas escénicas hacia el castillo de Tamarit o Torredembarra, con vistas espectaculares de los acantilados. Y es que las playas de Altafulla son otra parte de su atractivo.

Cómo llegar

Lo mejor de todo es su accesibilidad. A Altafulla se puede llegar en tren con las líneas R14 y R15 de Rodalies que conectan el pueblo con Tarragona en 10 minutos y con Barcelona en hora y cuarto.

En coche, se llega también de forma muy directa. Se parta de Tarraco o de la capital catalana, se ha de coger la AP-7 hasta la salida de Altafulla y seguir las indicaciones hasta el municipio por la N-340. Son 15 minutos desde Tarragona y menos de una hora desde la ciudad condal.