No lo sabías: esta es la única escultura de España dedicada a los sastres, oculta en la periferia de Barcelona

Todo trabajo requiere un esfuerzo y, por tanto, es loable y debe ser merecidamente reconocido, más allá del sueldo. Lamentablemente, hay una profesión que es una de las más necesarias debido a las normas que nos hemos dado entre todos y que apenas tiene reconocimiento público.

En España, sólo hay una escultura o, si se quiere, monumento dedicado a los sastres, una profesión más que necesaria y útil. Todo el mundo va vestido en su día a día y eso se debe a que hay unas personas que confeccionan y diseñan las prendas que llevamos. ¿Merecen sólo un reconocimiento? 

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Aquí, más allá de responder a esta pregunta, preferimos mirar la parte positiva, al menos, tienen un reconocimiento. Se encuentra en Sabadell, una reconocida población de la periferia de Barcelona con una relación especial con el textil y la sastrería.

El monumento se encuentra en la llamada Plaça del Sastre, junto a la Ronda de Zamenhof. En una esquina discreta, una figura de bronce se sienta absorta en su tarea, aguja en mano, hilvanando con paciencia una chaqueta americana. Es joven, concentrado, meticuloso. A su alrededor, el bullicio de la ciudad ha cambiado con los años, pero él permanece. No habla, no se mueve, pero cuenta una historia. 

Cómo es la escultura

Todo esto es lo que se puede ver en esta obra escultórica única en España, dedicada exclusivamente a homenajear a los artesanos de la aguja, oficio históricamente ligado al pasado industrial y textil de esta ciudad catalana.

Esta escultura se alza desde 1983 sobre un bloque de piedra de Sant Vicenç de Castellet de aproximadamente doce toneladas, sobre el cual reposa el sastre de bronce. ¿Por qué de bronce? Muchos creer que por sus propiedades. Se trata de un mineral duro, resistente, como los trabajadores de la sastrería.

Quién la diseño

La escultura, obra del artista Adolf Salanguera se basa en un diseño de Agustí Masvidal. Tras ella, está la iniciativa de un conocido sastre de la ciudad, Ignasi Ribas, quien impulsó el proyecto con la colaboración del Gremi de Fabricants y el apoyo del Ayuntamiento.

En su origen, el bloque sobre el que descansa la figura mostraba tres relieves de bronce en sus caras laterales y posterior. Estos representaban escenas del oficio, inspiradas en grabados del artista Ricard Marlet: una mesa de corte, el proceso de confección, y un pequeño taller familiar. 

Robo de la escultura

Lamentablemente, en febrero de 2010, dos de estas placas fueron robadas, dejando solo una en su lugar. Aun así, el conjunto sigue siendo profundamente evocador. La figura del sastre transmite serenidad. 

Sus piernas cruzadas, su gesto enfocado, el detalle minucioso del hilo tensado entre los dedos: cada elemento recuerda que el vestir ha sido, y es, una forma de dignidad, de cultura, de identidad. 

Por qué en Sabadell

Otro detalle importante es su ubicación. Sabadell, junto con Terrassa, fue durante el siglo XIX y buena parte del XX uno de los epicentros de la industria textil catalana, especialmente en el ámbito de la lana y la confección masculina. Muchas familias vivieron de la costura, del patronaje, de los talleres donde manos expertas daban forma al tejido. 

El sastre era el técnico, el artista, el comerciante y el psicólogo al mismo tiempo. Escuchaba, observaba, adaptaba y proponía. Sabía cómo vestir a alguien según su complexión, su estatus, su necesidad. Tenía memoria del cuerpo de sus clientes. Algo que, poco a poco se ha ido perdiendo.

Congreso mundial de sastres

Antes de que estos profesionales empezaran a salir de la atención al público, para pasar a confeccionar ropa en ateliers o para otros, en 1983, coincidiendo con la celebración del 25.º Certamen de Moda Masculina en Barcelona, se inauguró este merecido homenaje en Sabadell.

Cuatro años después, en 1987, el 22.º Congreso Mundial de Maestros Sastres eligió la escultura como lugar simbólico de encuentro, reafirmando su relevancia internacional. Desde entonces, la escultura es un símbolo de la memoria colectiva, de los oficios en vías de extinción y de la belleza que existe en el detalle.

Qué dicen los ciudadanos

En el bloque de piedra se puede leer la inscripción “Sabadell al sastre”. Es una dedicatoria sencilla, sin grandilocuencia, pero cargada de afecto. El problema es que, a pesar de su valor artístico y simbólico, la escultura no siempre recibe la atención o el mantenimiento que merece. 

Algunos vecinos señalan la necesidad de una restauración y limpieza, ya que el paso del tiempo, la contaminación y el vandalismo han deteriorado ligeramente el bronce y el entorno. Además, pasa muy desapercibido.

Cómo llegar

Para quien quiera verlo, sólo hace falta que se acerque a Sabadell, una ciudad tan importante que está perfectamente conectada. Hasta allí llega la línea S2 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) y la R4 de Rodalies Renfe, que tiene hasta tres paradas, aunque la más cercana al movimiento es abadell Centre, que queda a 15 minutos.

Si se va en coche desde Barcelona, se puede tomar la C-58. Una vez dentro del municipio, basta seguir las indicaciones hacia el centro y dirigirse hacia la Ronda de Zamenhof. La escultura se encuentra junto a la Plaça del Sastre, en un entorno peatonal.