
El economista, exministro de Administraciones Públicas y expresidente de Red Eléctrica, Jordi Sevilla, durante un coloquio en un encuentro informativo de Europa Press, en el Campus de ACCIONA. Madrid
Jordi Sevilla, expresidente de Red Eléctrica, tras el apagón: "España debería dar una prórroga a las nucleares y tomar una decisión en 2030"
El cero energético evidencia faltas en el sistema, como la necesidad de invertir en baterías de almacenamiento y reforzar los cortafuegos para impedir que una desconexión se propague por todo el territorio
El exministro español apuesta por agilizar la burocracia y crear incentivos para atraer a los inversores
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El apagón eléctrico en España despertó todas las alarmas sobre la viabilidad del sistema. Una revisión profunda que coincide en un momento en el que la sociedad pide respuestas por el incidente ocurrido el pasado 28 de abril.
Ante este cero energético, Jordi Sevilla, expresidente de Red Eléctrica, exministro de Administraciones Territoriales y exdiputado del PSOE, sostiene que hay una imperiosa necesidad por renovar y adecuar las estructuras con baterías de almacenamiento y mayores interconexiones, y, también, mantener el potencial de las nucleares en España, como vía de refuerzo y ante un horizonte incierto.
Miedo a precipitarse
"La ministra y ahora comisaria Teresa Ribera acepta y reconoce que la nuclear es necesaria para Europa, así que mi propuesta es dar una prórroga y tomar una decisión final más adelante, en 2030, porque da mucho miedo que nos precipitemos a un cierre cuando todo lo demás es una hipótesis", argumenta.
Así se ha manifestado durante su intervención en el diálogo ¿Un país a oscuras? Riesgos y resiliencia del sistema eléctrico español. "Intentan hacernos ver que las renovables son de izquierda y las nucleares de derecha en un marco muy polarizado, y no es tan simple", ha subrayado.
Un exceso de tensión
El evento online, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), ha contado este martes con la participación del experto junto a María Mendiluce, CEO de We Mean Business Coalition, y con la moderación de Paloma Sevilla, directora general de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica. Una oportunidad para plantear los horizontes del futuro energético del país y, también, compararlo en el marco internacional con las propuestas de sus homólogos.
Un mes después del apagón, aún quedan por esclarecer los motivos que dejaron en black out a parte del territorio peninsular. Con ciertas reservas, Sevilla apunta la combinación de tres fenómenos en el origen de este hecho histórico: un bajón de tensión generalizado, una desconexión excesiva de la energía síncrona —aquella que utiliza turbina para generar electricidad— y una caída de la demanda.
Un cóctel que "provocó un exceso de tensión e hizo saltar los mecanismos de seguridad". Una tesis que aún tiene que esperar a las respuestas de los operadores: ¿por qué hubo un apagón y por qué fue de forma generalizada?
Gran avance en España
A pesar de la incertidumbre y el desconcierto, Sevilla defiende la robustez del sistema eléctrico español. "Tenemos un país con uno de los mejores sistemas del mundo", sobre todo teniendo en cuenta que en 20 años se ha pasado de un 18% de energía renovable en el sistema a un 57%, en 2024, con un 42% de incidencia de la no síncrona.
Con estos datos, advirtió de que las impresiones negativas vertidas en las horas siguientes no son motivo para dar un paso atrás en la transición energética: "No creo que la responsabilidad sea de la transición energética, sino más bien de cómo se ha hecho: se ha ido a velocidades distintas con respecto al acompañamiento eléctrico para estabilizar y almacenar", especificó.
Al margen de las valoraciones ideológicas, María Mendiluce ha hecho hincapié en contemplar este apagón como una cuestión "técnica" y un caso de estudio en sí mismo: "Ha habido un despliegue masivo de renovables en un sistema que no sabíamos si se podía sostener, así que parte del progreso es descubrir y aprender sobre este caso; hay un problema, se soluciona de forma técnica". Aunque, como es obvio, hay en juego una serie de compensaciones económicas que añaden polémica a este debate.
Dudas sobre los cortafuegos
En todo caso, tiene dudas sobre los cortafuegos de la red, que deberían haber impedido que el apagón se propagase al resto de comunidades autónomas, dejando sin abastecimiento a miles de comercios y servicios de transporte, a pesar de que la recuperación de la conexión en siete horas fuera "modélica".
Fortalezas y debilidades que saltan a la luz en un panorama actual que, como remarcó, se enfrenta a vicisitudes imprevistas: "El cambio climático va a tener muchos impactos extremos que va a afectar a la red, y debemos saber cómo se va a proteger para que no afecte al conjunto del país".

El expresidente de Red Eléctrica, Jordi Sierra, y la CEO de We Mean Business Coalition, María Mendiluce, durante el encuentro organizado por APD
Inversión en almacenamiento
Desde la esfera internacional, se contempla a España como un epítome de crecimiento gracias a la energía y la migración, apostilló la especialista, por lo que "la electrificación de la economía española es un camino de no retorno, porque es más barata y es fiable".
Sin embargo, el sistema eléctrico se enfrenta a grandes obstáculos: el retraso de permisos y la excesiva burocratización. A modo de ejemplo, Mendiluce expuso el caso de Australia, que sufrió un apagón similar en 2016 por la pérdida de sincronicidad y su dependencia de la energía eólica.
Ante el rechazo colectivo, Elon Musk —antes de su deriva republicana— decidió invertir: construyó en 100 días una planta de almacenamiento de 100 megavatios, que provocó un ahorro de 250 millones de dólares en dos años. Pero, ¿sucedería lo mismo en España? "Podría montarse en una década, pero después de diez años de espera para obtener los permisos", ha ironizado Sevilla.
Contra la burocracia
"Las baterías permiten almacenar la energía cuando hay un exceso de producción en la renovable, y se utilizan para eventos como el apagón o en la noche. Es una gran inversión que interesa para un sistema eficiente y óptimo, pero en España no hay ese incentivo", según Mendiluce. Además, los cuellos de botella del sistema impiden que haya una conexión de forma ordenada, así que, ante estos retos, pidió una planificación a largo plazo que se contemple como una política estratégica de Estado.
Contra el recelo de Francia por la competencia de precios entre las nucleares y las renovables, la experta considera que la alternativa está en un fortalecimiento de los lazos con Portugal para "dar un empujón a las interconexiones, algo de lo que llevamos hablando 30 años, pero no se ha mejorado, lo que es muy grave".
Más cuando hay otras economías, como la estadounidense, en la que resulta más barato construir parques eólicos y fotovoltaicos que plantas de carbón, a pesar de las tentativas de Donald Trump a través de su guerra arancelaria por dar un paso atrás en las inversiones verdes.
Además, falta un marco regulatorio que provoque la entrada de inversores en un modelo que, a pesar del cambio estructural que ha tenido en las dos últimas décadas, se ve ralentizado por la burocracia. "Una revolución absoluta no puede estar acompañada por la misma estructura organizativa y administrativa", indicó el expolítico.
Inversión de los mercados
Con Iberdrola como ejemplo de icónica empresa española verde, los mercados son clave para el desarrollo y despliegue de las energías renovables en un mundo que, aún, se resiste a este cambio estructural.
En este punto, el expresidente de Red Eléctrica pide prudencia ante dos factores: el progresivo aumento de la oferta de contratos a largo plazo (PPA), que estimó que llegará al 90%, y la reducción paulatina del apoyo público —que ofrece en la actualidad importantes subvenciones y un escenario mayorista—. "Mi duda está en los fondos de inversión que no están familiarizados con las renovables y que, de repente, haya una espantada por algo imprevisto, que no significa que se vayan a empobrecer, sino no ganar tanto como ahora".
Contratos a largo plazo
Por contrapartida, Mendiluce mostró que la predictibilidad que ofrecen este tipo de contratos podría ser una gran baza frente a la volatilidad del mercado. Además, "si lo acoplas con almacenamiento es más rentable porque aprovechas más los activos", aunque, de nuevo, el gran diferenciador es montar un "marco regulatorio a diez años" para conformar un sistema resiliente y fomentar la demanda entre los usuarios.
Los expertos ven en este escenario un momento crucial para plantear el futuro energético de España. Es más, Sevilla plantea la siguiente posibilidad: "Tenemos la oportunidad de ser un hub de centros de datos importantísimo, pero la clave es tener suministro en la red y que la electrificación funcione bien, pero no sé si estamos siendo consciente de ello".