La palabra catalana que no tiene traducción al castellano: es imposible encontrar un sinónimo igual

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La palabra catalana que no tiene traducción al castellano: es imposible encontrar un sinónimo igual

La palabra sintetiza en cinco letras un abanico emocional que en español necesitaría varias frases

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“El catalán es lo mismo que el castellano pero sacándole la última letra a cada palabra”. Este es el gran topicazo que lanzan algunos hispanohablantes cuando se niegan a explorar la lengua catalana.

Es cierto que en algunas ocasiones esta sentencia se ajusta a la realidad, pero no es ni mucho menos en la mayoría de los casos. El catalán tiene palabras muy particulares, algunas incluso intraducibles, como es el caso de “caliu”.

Esta palabra de tan solo cinco letras es una de las más afectivas y cariñosas del idioma catalán. Un concepto que encierra varias acepciones y significados en sí mismo, razón por la que en muchas ocasiones resulta imposible de traducir.

Técnicamente, “caliu” es, literalmente, el calor que queda en las brasas tras apagarse las llamas. Pero esta primera acepción es la menos usada por parte de los catalanes.

La definición de "caliu"

Si uno recurre al Diccionari de l’Insititut d’Estudis Catalans (Diec) descubrirá las dos definiciones o acepciones que más usan los catalanes cuando usan esta palabra. Caliu es “afecto, pasión, etc., aparentemente extinguida” y “ambiente de entendimiento y afecto entre las personas”.

Con estas definiciones se ve claramente la dificultad de traducir el concepto. “Caliu” es un estado pero también un ambiente. Por eso, por mucho que los castellanos más avezados quieran pensar que es simplemente “calidez”, esta palabra se queda algo corta.

¿Y en castellano?

Si uno recurre al equivalente del Diec en castellano, es decir, al diccionario la Real Academia de la Lengua Española (RAE), puede comprobar que calidez significa, solamente, “calor, ardor”.

Bien es cierto que, entre los significados de calor está el de “favor, buena acogida” e incluso puede hacer referencia al “cariño”, pero no se puede generar ese ambiente, al que se refiere el más amplio concepto de “caliu”.

Una palabra que "se hace"

Un catalán puede llegar a afirmar que una chimenea (llar de foc, en catalán) “fa caliu”. ¿Significa eso que hace calor? No, quiere genera un ambiente acogedor y de recogimiento.

Por tanto, se puede decir que “caliu” es calidez, sí, pero también es abrigo, es un ambiente acogedor, es el calor humano que emana de una reunión, de una sobremesa, de una conversación entre amigos. Y ahí empieza su intraducibilidad.

De dónde viene

En castellano, no existe un término único que abarque esa doble dimensión, física y afectiva, de “caliu”. Se necesitaría una combinación de palabras como calidez, cobijo, ambiente acogedor o incluso complicidad para acercarse, y aun así el concepto perdería algo en la traducción.

La raíz de caliu se encuentra en el latín "calĭdus", que significa "caliente" o "cálido", de donde también provienen las palabras castellanas cálido o calor. Pero mientras en castellano la evolución fue más hacia lo descriptivo del clima o la temperatura, en catalán "caliu" tomó un derrotero más íntimo, más ligado a la experiencia humana del calor compartido.

Uso del concepto

No es casualidad, por eso, que sea así. El fuego, y más concretamente el rescoldo, ha sido históricamente un elemento central en la vida de las comunidades rurales. El “caliu” de la leña mantenía la casa caliente durante las noches frías, permitía cocinar, y servía como punto de reunión. La metáfora estaba servida.

Lo curioso es que, a día de hoy, el uso figurado de “caliu” es más frecuente que el literal. Se habla de “caliu” cuando un acto cultural consigue reunir a un público entusiasta; cuando una comida familiar deja esa sensación de haber estado "en casa"; cuando un amigo crea un ambiente donde uno puede ser genuinamente uno mismo.

Imposible de traducir

En catalán, frases como "quin caliu!" (¡qué calidez!, ¡qué buen ambiente!) son habituales para expresar admiración ante una atmósfera humana especialmente acogedora.

¿Existe algo equivalente en castellano? Se podría hablar de calor de hogar, de ambiente entrañable, de sensación de abrigo emocional. Pero, de nuevo, son perífrasis, no palabras únicas. “Caliu” sintetiza en cinco letras un abanico emocional que en castellano necesitaría varias frases para apenas rozarlo.

Rompiendo barreras

Que una palabra sea "intraducible" no significa que sea imposible de explicar, sino que su traducción pierde, necesariamente, matices.

“Caliu” compagina todo esto y demuestra dos cosas: que el catalán es mucho más que sacar la letra final a las palabras castellanas y que este idioma tiene palabras tan hermosamente sonoras como bellas en su significado.