
Armas halladas en Vilafant (Girona)
Los ‘narcos’ se rearman en Cataluña: más asaltos y ‘vendettas’
Fuentes policiales explican que estas organizaciones se han armado para defender sus cultivos de marihuana, pero también para ejecutar crueles ajustes de cuentas
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En 2024, en Cataluña se registraron siete homicidios con arma de fuego. Uno de ellos tuvo que ver con violencia de género; los otros seis estuvieron ligados al tráfico de drogas, según los últimos datos oficiales de los Mossos d’Esquadra, a los que ha tenido acceso Crónica Global.
La situación es preocupante. Las organizaciones criminales, especialmente aquellas dedicadas al cultivo de marihuana, se han armado. La consecuencia es que, hoy en día, no existe un solo grupo criminal que no disponga, al menos, de un arma de fuego para proteger sus plantaciones.
445 armas incautadas
La cifra habla por sí sola: durante el año pasado, los Mossos d’Esquadra incautaron 445 armas de fuego relacionadas con operativos e incidentes vinculados a delitos contra la salud pública, entre ellas, 21 armas de guerra.
Fuentes policiales explican que estas organizaciones se han visto obligadas a armarse para defenderse de los ataques de clanes rivales. "Conviven muchos grupos en el mismo espacio, lo que lleva a algunos a pensar que es más rentable robar la droga al enemigo que cultivarla ellos mismos".

La plantación de marihuana desmantelada en una granja de Lleida
'Vuelcos' versus 'vendettas'
De ahí surge el aumento de los vuelcos o narcoasaltos, un término del argot criminal que hace referencia a los asaltos entre organizaciones para robar droga. "Cuando hablamos de incidentes con armas de fuego, generalmente nos referimos a vuelcos", explican fuentes de la lucha contra el crimen organizado en Cataluña.
"En el transcurso de estos asaltos se utilizan armas de fuego para intimidar al enemigo. Sin embargo, y por suerte, la mayoría de las veces no terminan en tragedia", añaden.
En este contexto, las fuentes subrayan la importancia de distinguir entre un incidente con arma de fuego de tipo vuelco y un ajuste de cuentas o vendetta entre clanes, ya que las connotaciones en términos de peligrosidad son significativamente mayores en estos últimos casos.
Los ejemplos de Olesa y Terrassa
Pone un ejemplo: "No se puede comparar un narcoasalto como el ocurrido en Olesa de Montserrat el pasado 28 de febrero, en el que un grupo de productores españoles, sin antecedentes, dispararon a los asaltantes, con los tiroteos ocurridos en Terrassa el pasado fin de semana, donde la investigación apunta a un ataque intencionado relacionado con un ajuste de cuentas".
Aunque todos estos incidentes involucran armas de fuego, las fuentes consultadas insisten en que lo habitual es lo primero: "No quieren perder la droga y disparan. O, por el contrario, quieren robarla y disparan".
La policía catalana, en alerta
Aún así, es importante señalar que la otra tipología, la que resulta intrínsecamente más peligrosa y preocupante, está en aumento. En las últimas semanas, el tiroteo en L’Hospitalet de Llobregat y los dos incidentes en Terrassa han puesto en alerta a la policía catalana, que investiga si existe algún tipo de conexión entre ambos episodios.
Lo único claro por ahora es que estos tiroteos parecen estar relacionados con ajustes de cuentas vinculados al tráfico de marihuana.

Agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra en Girona EUROPA PRESS
Las fuentes consultadas insisten en que esta ejecución puede tener múltiples motivaciones, todas de naturaleza criminal. ¿Es una venganza? ¿Tiene que ver con los límites territoriales de cada organización? ¿Su presencia ha comenzado a molestar a otro grupo de mayor poder?
En todos los casos, no se trata de un asalto, sino de un plan premeditado con la única intención de acabar con la vida de alguien.
Dos ejecuciones a sangre fría
En 2024, de los seis crímenes que se cometieron con arma de fuego y que tienen que ver con el narcotráfico, existen dos que son especialmente impactantes.
Por un lado, la muerte de Tekin Kartal, el capo de la mafia turca que recibió un disparo en la cabeza en mayo del año pasado en el Fòrum; y, por otro, la ejecución de David C., alias Bubito, un exestibador del puerto de Barcelona que supuestamente lideraba el tráfico de cocaína a través de la infraestructura portuaria.
Estos dos crímenes, que aún generan muchos interrogantes, demuestran que Cataluña se está consolidando como un centro neurálgico del crimen, no sólo como productor de marihuana que se consume en el resto de Europa, sino también como un escenario donde se saldan cuentas entre clanes rivales.
La mafia marsellesa
Esto ya lo advirtió hace un año el comisario Ramón Chacón, jefe de la Comisaría General de Investigación de los Mossos, quien señaló que mafias como la marsellesa se han desplazado hasta Cataluña para ejecutar sus vendettas.
"Geográficamente, tenemos el crimen organizado marsellés muy cerca. Los clanes de Marsella se han dividido y vienen a Cataluña a ejecutar sus ajustes de cuentas", explicó ante los micrófonos de RAC1.
Una mafia, cabe recordar, extremadamente despiadada y violenta, que no duda en asesinar a sus enemigos. La situación obligó a las autoridades francesas y españolas a organizar una reunión para frenar la escalada.
Actualmente, según las fuentes consultadas, la mafia marsellesa sigue presente en Cataluña. "Son los principales compradores de los clanes de San Cosme, en El Prat", reconocen.

Mossos d'Esquadra en Barcelona
Ocho incidentes en pocos días
Con todo, la realidad es que en las últimas semanas Cataluña ha registrado hasta ocho incidentes con armas de fuego: el pasado 21 de febrero, se vivió un nuevo choque armado entre clanes de origen gitano en el barrio de Sant Roc, en Badalona; y sólo un día después, en Terrassa, un hombre resultó herido de gravedad con dos disparos en la pierna.
La secuencia de hechos continuó el lunes 24, cuando se registró un nuevo enfrentamiento armado en L'Hospitalet de Llobregat, donde un hombre disparó contra otro y huyó por la C-31 hasta que colisionó contra un muro. Y otro en Tàrrega (Lleida), donde dos individuos se enfrentaron a balazos.
El viernes 28 se produjo una muerte en Olesa de Montserrat durante un narcoasalto y este pasado fin de semana hubo triplete de tiroteos: dos en Terrassa, donde murió un hombre, y otro sin heridos en Barcelona.