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No es el catalán: este es el único idioma del mundo que solo se habla en Cataluña

Esta fue una de las primeras lenguas en desplazar el latín en Europa

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No es catalán y castellano todo lo que se habla en Cataluña. Cuando se piensa en las lenguas propias de esta comunidad autónoma siempre se habla de este par de idiomas, pero en realidad hay una tercera en discordia, como se suele decir.

No está tan extendida, no es muy conocida entre los catalanes, pero tiene su espacio en la televisión pública autonómica, TV3. No es ninguna lengua extranjera, es propia, tan propia que sólo se habla en Cataluña.

Qué lengua es

Los catalanes seguramente ya saben de qué lengua hablamos, el aranés. Este idioma, que tiene el nombre de la región que se habla puede decir que es la única lengua del mundo que se habla sólo en Cataluña. Y además es oficial.

Mientras el catalán se habla en Cerdeña y, con permiso de valencianos e isleños, en la Comunidad Valencia y Baleares, el aranés sólo se habla dentro de esta comunidad autónoma. Aunque en su día fue una lengua mucho más extendida.

Origen del aranés

El aranés es una variante de la lengua occitana, hablada históricamente en la región de Occitania, que comprende el sur de Francia. Su nombre proviene de la palabra òc, que en occitano significa “sí”, diferenciándose de las lenguas de oïl (precursoras del francés moderno). 

Durante la Edad Media, el occitano fue una lengua de gran prestigio, siendo una de las primeras en desplazar al latín en documentos oficiales y obras literarias, y aun así, poco a poco se fue perdiendo. Antes de que eso pasara, llegó su expansión, siendo una lengua nueva, la cultura fue lo que la hizo expandirse, especialmente, la cultura popular.

La importancia de la poesía

La poesía de los trovadores occitanos hizo viajar a este idioma, tanto que llegó a tierras hispanas. El idioma influyó en la cultura catalana y empezó a conocerse especialmente en la Corona de Aragón y el Reino de Navarra. Poco a poco, se fue perdiendo.

La cruzada albigense (siglo XIII), promovida por el reino de Francia contra los cátaros occitanos, marcó el declive del idioma. Con la conquista del Languedoc y la progresiva integración de los territorios occitanos en Francia, el occitano quedó relegado frente al francés.

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El aranés en España

En España pasó lo mismo. El castellano se impuso, arrinconando el aranés a la parte catalana. Allí, se encontró con otra nueva barrera. El catalán empezó a extenderse más y más y se empezó a arrinconar en el valle de Arán, ahora convertido en comarca de Cataluña con una historia más que particular.

A diferencia del resto de Occitania, el Valle de Arán nunca fue anexionado a Francia. En el siglo XI, este territorio de 620 km2 pasó a formar parte de la Corona de Aragón y, posteriormente, de Cataluña. Su peculiar situación geográfica, con una salida natural hacia el norte de los Pirineos, pero sin una llegada directa al mar más allá del río Garona, le permitió conservar su vínculo con la lengua y la cultura occitana durante siglos.

Historia de un idioma

El hito más importante para la autonomía del valle llegó en 1313 con la Querimònia, un documento otorgado por Jaime II de Aragón que garantizaba los derechos políticos y administrativos de los araneses. No fue hasta casi un siglo más tarde, en 1411, cuando la Vall d‘Aran se integró definitivamente en Cataluña. Eso sí, lo hizo bajo un régimen pactado, lo que permitió mantener su identidad diferenciada dentro del Principado.

Lo que parecía una manera de conservar su identidad propia, se vio también como una amenaza. Con el paso del tiempo y los cambios administrativos, el aranés fue perdiendo peso. La centralización promovida en el siglo XIX y la llegada de inmigración de otras partes de España en el siglo XX redujeron el uso cotidiano del idioma, siendo desplazado progresivamente por el catalán y el castellano.

Oficial en Cataluña

No fue hasta la muerte de Franco que el aranés logró recuperar su estatus. En 1978, el Estatuto de Autonomía de Cataluña reconoció la protección y enseñanza del aranés y, poco a poco, fue siendo más protegida. En 1990, Cataluña legisló el régimen especial de la Vall de d’Aran y declaró el aranés como una lengua oficial de Cataluña, junto con el catalán y el castellano.

Eso no hace que se uso en todos los puntos de Cataluña. De hecho, la educación no es en aranés. Sólo es así en la Vall d’Aran. Allí, el aranés es enseñado en todos los niveles de educación obligatoria. Del mismo modo, es utilizado por las administraciones públicas locales en documentos oficiales y comunicaciones. A pesar de ello, su uso diario sigue en riesgo debido a la globalización y la disminución de hablantes nativos.

La supervivencia del aranés

Todo esto ha convertido al aranés en una lengua única en el mundo. En el resto de Occitania solo un 16% de la población comprende el occinatano, en cambio, gracias a la protección en Cataluña, en el Vall d’Aran más del 60% de los habitantes tiene conocimientos de aranés, una de sus variantes.

Aun así, los desafíos son evidentes. Según datos de 1996, el 90% de la población del valle entendía el aranés, pero solo el 65% lo hablaba con fluidez. Además, la distribución del conocimiento no es uniforme: mientras que en los municipios de Canejan, Bausen o Les el arraigo del aranés es más fuerte, en otras zonas como Mijaran el nivel de escritura en la lengua es relativamente más alto que la fluidez oral.

Educación

Todo esto está haciendo difícil la supervivencia del aranés. Desde la Generalitat se impulsan campañas. El canal de noticias de TV3 emite un noticiero diario para toda Cataluña en esa lengua, pero no ha dado el salto a las escuelas fuera del Arán.

La enseñanza del aranés sigue siendo clave para su preservación, pero su futuro dependerá en gran medida del uso cotidiano entre las nuevas generaciones.