
Palau de la Generalitat EUROPA PRESS
Los subsecretarios generales y el tele-estajanovismo
Indignación entre los altos cargos de la Generalitat. Illa ordena anular el teletrabajo. Vuelven Puigdemont y Junqueras, los Starsky y Hutch del 17. Patada a seguir.
En portada: La Fiscalía Europea abre investigación por fraude en las ayudas a residencias catalanas
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¿Puigdemont y Junqueras se han reconciliado? El "pastelero loco" según ERC y "la esfinge" según Junts estarían a partir un piñón. La prueba, que ambos abandonaron la "casa de la república" a bordo de un vehículo con la matrícula 1-O-2017 pilotado por el propio Puigdemont.
Cuántos recuerdos. Otra travesura de Zipi y Zape. Qué tremendos. Menuda matrícula. A no pocos procesistas les volvieron las cosquillas en el estómago. Puigdemont y Junqueras 'on fire'. Apoteósica exhibición de determinación independentista.
Tiembla, Sánchez. Los coautores de uno de los mayores ridículos de la historia política contemporánea, la república de los ocho segundos, vuelven por sus fueros. Puigdemont y Junqueras, otra vez en la carretera. ¿Qué puede salir mal?
De las andanzas de semejantes titanes del circo catalán están pendientes en Moncloa y en Palau y en las bases del independentismo, llamado a la recomposición de fuerzas por Carles y Oriol, el dúo Pimpinela de la década prodigiosa, esa en la que Cataluña perdió empresas a chorro, competitividad, crédito y seriedad.
En la "cumbre" de Waterloo sólo faltaba Laporta para completar el trío de personalidades más destacadas que ha destilado el procés. Con esa delantera, la Cataluña de la estelada vuelve al candelero.
La dedicación al trabajo de Puigdemont, Junqueras y Laporta, su agraciado verbo, esas maneras de príncipes venecianos, sus exquisitos modales, el comportamiento siempre impecable, en fin... todo eso que les caracteriza tiene una impronta evidente en lo mejor de la sociedad catalana.

Por ejemplo, ahí está el cuerpo de subdirectores generales de la Generalitat de Cataluña, la crema de la crema en materia de estajanovismo y productividad. Para que luego digan que en esta tierra no hay tradición funcionarial.
Los antedichos subdirectores, subsecretarios, altos cargos en el desempeño de la función pública, están en pie de guerra porque el presidente de la Generalitat ha dado orden de que se ha acabado el teletrabajo, esos dos días a la semana que podían dedicar a rascarse los dídimos. En casa o en la segunda residencia, ¿verdad?
"Más de 200 altos cargos de la Generalitat se rebelan contra la eliminación del teletrabajo", advierte un titular de este diario, Crónica Global. Resulta que "El Govern de Salvador Illa considera que la presencialidad es necesaria 'para garantizar una comunicación fluida y una supervisión efectiva'".
El texto es de Alba Carnicé: "Rebelión en la Generalitat. Más de 200 altos cargos están en pie de guerra por la eliminación del teletrabajo. En total, 237 trabajadores han firmado un manifiesto que ha sido entregado al Govern y que pide dejar sin efecto el cambio de modalidad".
Sigue la pieza: "Desde el inicio de la pandemia ahora hace cuatro años, estos altos cargos --la mayoría subdirectores generales-- teletrabajaban dos días a la semana. (...) La instrucción daba un plazo de 15 días para dejar sin efecto las autorizaciones de teletrabajo en estos colectivos".
La medida pretende mejorar la administración, los servicios, la coordinación y lo típico cuando se trabaja en equipo, tal como apunta este párrafo: "Desde el Govern argumentan que las subdirecciones generales y los sitios asimilados orgánicamente representan "el escalón profesional más alto", por lo que su presencia es "un elemento necesario para el buen funcionamiento de los servicios públicos"".
La respuesta de los subdirectores generales compañeros del metal y la hostelería es de traca: "Sin embargo, para los afectados, la eliminación del teletrabajo "no se basa en evidencias, ni en datos, ni en mecanismos de evaluación"".
Y: "Defienden que "la presencialidad es un modelo del siglo XIX y no del XXI" y que el teletrabajo les permite estar conectados permanentemente y tomar decisiones con agilidad, según ha adelantado Catalunya Ràdio".
El conflicto laboral se antoja de compleja resolución. Si se siguen los cauces habituales en la administración, podría estar resuelto a mediados de 2035, que es lo que suelen tardar en tramitarse los expedientes de los particulares en las ventanillas únicas de la cosa pública.
Así son los procedimientos. Pero hay una vía. Si los subdirectores quieren quedarse en casa para trabajar o compatibilizar el bricolaje con el empleo, que se hagan autónomos.
Los medios hablan principalmente del "ultimátum" de Puigdemont y el "plante" de Sánchez. Pero el asunto ha quedado bastante descafeinado después de que la Mesa de Congreso haya decidido procrastinar la decisión sobre la cuestión de confianza.
Sus señorías son de los que también teletrabajan pagando el pueblo. De modo y efecto que salvo que Puigdemont se haya levantado con ganas de marcha, la traducción concreta de su rueda de prensa que hace unas horas era para romper con Sánchez será que este viernes no se acaba el mundo.
La previa del partido en El Mundo es que "El PSOE pretende recuperar a Junts con la cesión de la inmigración mientras Puigdemont decide hoy el futuro de Sánchez".
Escriben Marisa Cruz y Raúl Piña: "El Gobierno apostó ayer por no pulsar el detonador que haría saltar por los aires su relación, ya muy deteriorada, con Junts y decidió que sus representantes en la Mesa del Congreso -cinco diputados de PSOE y Sumar frente a cuatro del PP- impusieran el criterio de posponer por segunda vez la admisión o no a trámite de la proposición no de ley de Junts".
Sigue el texto: "El Ejecutivo gana de esta forma tiempo, al menos un mes, para negociar con la formación independentista los términos y las condiciones que serían necesarios para que retire o reformule su iniciativa y renuncie, al menos de momento, a torpedear definitivamente el bloque de investidura".
La idea es que "la patada hacia delante que dio ayer el órgano de gobierno de la Cámara a la proposición de Junts debería abrir un nuevo paréntesis que permita a socialistas e independentistas tener más margen para negociar algunas de las exigencias de estos últimos como, por ejemplo, el traspaso integral de las competencias en materia de inmigración".
Líneas después se comenta el ambiente en la Moncloa: "Desde la presidencia del Congreso se dio por hecho que el nuevo aplazamiento de la iniciativa sobre la cuestión de confianza sería aceptado sin objeción por parte de Junts habida cuenta de que, en cualquier caso, esta formación no tendrá cupo para defender una proposición no de ley ante el Pleno hasta finales de febrero. «No hay prisa», justificaron fuentes de la Cámara".
En La Razón es Toni Bolaño quien comenta las intenciones de unos y otros. Su pieza arranca con los pormenores de la relación entre Telma Puigdemont y Oriol Louise después del accidente: "La última vez que se vieron fue en París. Corría julio del año pasado. Se vieron sin luz ni taquígrafos. Era su primer encuentro después de múltiples desencuentros, reproches y hostilidades entre ambas formaciones".
"Los de ERC siempre se han considerado maltratados –sobre todo cuando gobernaba Aragonés– y utilizados solo cuando convenía a Junts para mantenerse en el poder. Puigdemont acusa a los republicanos de forzarle a convocar el referéndum, de no quererlo investir a distancia y de no reconocerlo como «president legítimo»".
La cosa va a más: "En agosto, Puigdemont dinamitó todos los puentes. Se reunió con la entonces secretaría general, Marta Rovira, que fue a explicarle su pacto de investidura con el PSC. El «legítimo» reaccionó airado y con duros reproches a los republicanos".
"Cuando la militancia republicana votó su apoyo a Illa, la ansiada –e inexistente– unidad cayó como un castillo de naipes con la puntilla de una carta de Puigdemont que decía que «la decisión de su militancia de investir a Illa hace que la detención sea una posibilidad real en muy pocos días». O sea, que ERC era señalada como la responsable de una detención que nunca se produjo".
"Ayer se volvieron a ver. Puigdemont forzó la reunión en la Casa de la República donde vive el presidente exiliado, para unos, legítimo para otros. Un trágala para Junqueras que disimulaba bien poco a su entrada. Apretón de manos y cara larga, que contrastaba con la sonrisa sinigual de Puigdemont. La reunión se celebró en una sala con dos sofás y una mesa llena de libros apilados, se desconoce si leídos, presidida por una senyera y una bandera europea. De la estelada, ni rastro".
Y ahora un detalle no menor. Estos no se hablan sin testigos: "Los líderes iban acompañados de sus escuderos: Jordi Turull, Junts, y Elisenda Alamany, ERC, que ejercían de notarios o de convidados de piedra".
El colofón es que el encargado de señalar la línea republicana es el catedrático Rufián. Y hay novedades: "A la espera de Puigdemont, Rufián marcó posición: «ERC tiene que poner pie en pared porque parece que el único lenguaje que entienden es que les tumbemos votaciones, aunque sean lesivas para nosotros». Pie en pared que Puigdemont aprovechará para apretar a Sánchez. (...) La Mesa del Congreso ha hecho un pasapalabra a la espera de Puigdemont".
En El Nacional apuntan que "Junts se plantea esperar hasta que el PSOE se pronuncie sobre la cuestión de confianza".
Escribe Marta Lasalas: "El PSOE ha movido pieza en la Mesa del Congreso, pero no en el sentido que había anunciado. El grupo socialista ha evitado tumbar este jueves la proposición no de ley en que Junts reclama a Pedro Sánchez que se someta a una cuestión de confianza si pretende mantener el apoyo de sus diputados".
"El PSOE ha desistido de hacer descarrilar definitivamente la propuesta a pesar de que la víspera la negativa de Junts a reformular el texto había llevado a la conclusión que el no de los socialistas estaba cantado".
Más claves: "Todo hacía pensar que la previsible negativa de los socialistas a aceptar la tramitación de la proposición desembocaría en la ruptura que anunció Junts el pasado diciembre y que así lo anunciaría Puigdemont en la rueda de prensa convocada después de la reunión".
"Pero el último regate de Sánchez ha provocado un debate interno, entre los que apuestan por esperar a una decisión definitiva, que todo apunta que será la opción escogida dado que apenas se ha aplazado unos días, y los que consideran que el tacticismo de los socialistas no esconde la negativa a aceptar la petición y, por tanto, reclaman sentenciar ya la ruptura".
Actualidad barcelonesa. "Jaume Collboni incluye en el presupuesto de este año el tranvía hasta paseo de Gràcia para acercarse a los comunes", dice El País.
Tampoco iba a ser más el Ayuntamiento de Barcelona que el Estado o la Generalitat. Los presupuestos, esa ley imprescindible y no imprescindible del gato famoso.
El texto es de Clara Blanchar: "Lo dijo el domingo pasado y lo ha cumplido. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni tira millas con el presupuesto del Ayuntamiento de la ciudad pese a no tener garantizados los votos que necesita de sus hasta ahora socios más estables, los comunes y ERC".
"La idea es darse unos días o semanas y cerrar la carpeta, tanto si es para cerrar el pacto como si es que no. Le bastaría con el sí de los comunes (a quien guiña el ojo con dinero para prolongar el tranvía por la Diagonal hasta paseo de Gràcia, la principal novedad de las cuentas) y la abstención de los republicanos, que facilitarán el primer trámite, la aprobación inicial".
"Si no, la ciudad puede funcionar con las cuentas del año pasado prorrogadas: 3.807 millones de euros, récord histórico. El proyecto presentado este jueves asciende a 3.850 millones (un 1,2% más respecto al proyecto inicial de 2024), de los que 836 van a inversión (un 9% menos, por la caída de Fondos Next Generation). Si supera la aprobación inicial el próximo miércoles, la definitiva sería en el pleno de febrero".
Trepidante. Como la intervención de Janet Sanz: "La jefa de filas del grupo (Colau), Janet Sanz, ha rechazado el proyecto presentado: “Parece que renuncia a tener presupuesto, no incorpora los proyectos que pedimos, es prácticamente el mismo, es un Gobierno que no quiere molestar a las élites”, ha asegurado y ha reivindicado que “el 30% sí es presupuesto, todo es presupuesto”".
"Sanz ha enumerado sus exigencias: “Que Collboni se comprometa por escrito con el 30%, hacer más supermanzanas y abrir una funeraria pública”. Sobre el anuncio-anzuelo del tranvía, ha valorado: “No puede ser en dos fases”".
Una funeraria pública... Sonaba mejor lo del dentista gratis.
Y ahora, Laporta, ese hombre. "Una juez investiga a Laporta por una estafa de 4,7 millones a una familia que ganó la Primitiva", se apunta en La Vanguardia.
El texto es de Toni Muñoz: "Una juez ha citado a declarar como investigado al presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, por un delito de estafa y deberá comparecer el próximo lunes 20 de enero junto a dos personas más, también imputadas".
"Laporta tiene abierto este frente judicial por una operación que realizó en el año 2014 durante su actividad profesional como abogado".
"Los denunciantes son una familia, formada por un hombre que estaba en el paro, una mujer que trabajaba de cocinera en un restaurante y la hija de ambos que ejercía de enfermera, y que confiaron parte del dinero a Laporta para una inversión después de ser agraciados con un premio de la Lotería Primitiva por el que se embolsaron 34 millones de euros".
Líneas después se indica que "la organización de Laporta y los demás denunciados se embolsaron 4,7 millones de euros".
Pues otro expediente más. ¿Quién se acuerda ya del verano de las palancas?
17 de enero, santoral católico: Antonio abad o San Antón, Espeusipo, Elausipo y Melasipo, y su abuela Leonila, de Capadocia, Julián ("Sabas" o "Anciano") de Osroene, Marcelo de Die y Sulpicio.
Bendición de las bestias y roscón.