El peón de Padrós en sanidad pide "atraer profesionales" tras desmantelar su equipo
- Marc Soler llama a "fidelizar" el talento pese a que echó al 'número dos' de SCC del Colegio de Médicos de Barcelona
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El peón de Jaume Padrós en la cúpula de la sanidad catalana, Marc Soler, director general de Profesionales de la Salud, ha reaparecido tras provocar una fuga de directivos en el Departamento. Y lo ha hecho para pedir que se "atraiga y fidelice el talento".
Fuentes cercanas a la patronal Unió Catalana d'Hospitals (UCH) han informado que Soler compareció en el Consell de Sector de l'Actividad Privada el pasado 6 de noviembre. En este grupo de trabajo, el alto cargo opinó sobre "los retos actuales de las profesiones sanitarias en las organizaciones".
Entre otras medidas, abogó por tejer "alianzas estratégicas" con la sanidad privada y "atraer y fidelizar" profesionales en las estructuras asistenciales complejas.
Doce traslados, bajas médicas y despidos en su equipo
Casualidad o no, el propio Soler ha sido incapaz de atraer y fidelizar ese talento en el Departamento de Salud, el que más recursos consume de la estructura de la Generalitat de Cataluña.
Como avanzó este medio, desde que fichó por la Consejería en enero de 2023 ha provocado una docena de traslados, bajas médicas y despidos. El alto mando ha desmantelado el equipo que armó su precedesora en el cargo, Montserrat Gea, una profesional muy bien valorada en el sector.
Una mujer con 30 años de experiencia, a la calle
No fue la única mujer que terminó en la calle. Otra profesional bien considerada, Alicia Ávila, fue despedida por Soler pese a que contaba con una experiencia de 30 años en la gestión sanitaria.
Su cargo máximo fue de subdirectora de Ordenación Profesional. El nuevo director general no contó con ella, y la desvinculó de la Consejería.
El hombre que purgó al vicepresidente de SCC
Antes, la gestión de Soler ya se puso en entredicho al ser uno de los altos cargos del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) --fue director general corporativo desde 2014-- que echó sin contemplaciones al responsable de Formación de la institución, el doctor Álex Ramos.
Ramos era, a ratos libres, vicepresidente de Sociedad Civil Catalana (SCC), y el COMB lo purgó. El facultativo y gestor sanitario llevó su caso a los tribunales y vio reconocido su despido improcedente. Aquel episodio costó cerca de 500.000 euros al Colegio, aunque jamás dio la cifra exacta, pese a que este medio --y varios colegiados-- la pidieron.
Años después, el doctor Ramos ha rehecho su carrera profesional y tiene cargos de incluso más responsabilidad: es secretario general de Simecat, número dos de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y vicepresidente segundo de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS, por sus siglas en francés).