Malas noticias para Santi Laiglesia, el principal sospechoso de la muerte de Helena Jubany, asesinada en Sabadell (Barcelona) en diciembre de 2001. Tras decenas de pruebas forenses, la Policía Científica, finalmente, ha concluido que el ADN localizado en el jersey de la víctima es compatible con el de Laiglesia.
Según ha informado la familia, esta coincidencia genética aparece en dos de las últimas pruebas que ha realizado la Unidad Central de Análisis Científicas de la Policía Nacional. A pesar de que se han encontrado hasta cuatro perfiles genéticos, por ahora solo ha sido posible identificar el de Santi Laiglesia, descartando, en estas pruebas, alguna coincidencia con el del otro acusado: Xavi Jiménez.
De este modo, aunque fue imposible identificar los restos localizados en el cuerpo de la víctima, las últimas pruebas forenses en el jersey que llevaba cuando la mataron han dado un resultado positivo.
Faltan perfiles por cotejar
No obstante, la Policía Científica indica que se han localizado otros perfiles genéticos en esta pieza de ropa; al menos dos de ellos de varón. Por ahora, sin embargo, no se han podido cotejar.
Es por ello, por lo que, al final del informe, la Científica se ofrece a seguir investigando: "En el caso de existir alguna otra persona relacionada con estos hechos, se riega que remitan muestra indubitada de dicha persona (...), con el objeto de proceder al estudio de su perfil genético y posterior cotejo con los resultados obrantes en el presente informe".
Ante estas nuevas informaciones, la familia de Helena Jubany está estudiando junto a su abogado, Benet Salellas, "cuáles son los próximos pasos en el procedimiento judicial con el objetivo de saber la verdad sobre el asesinato".
Casi 23 años del crimen
Helena Jubany, de 27 años, apareció muerta el 2 de diciembre de 2001 en Sabadell. Encontraron el cadáver tirado en un patio interior. Desnuda y con el cuello lleno de quemaduras.
A partir de entonces, se inició una investigación policial para esclarecer las circunstancias de la muerte. Después de las pruebas caligráficas (las que se repitieron recientemente) y de conocer que la víctima fue hallada en el patio interior del bloque donde vivía una de las sospechosas, Montserrat Careta (pareja de Santi Laiglesia); ésta y Ana Echaguivel, dos compañeras del centro excursionista de Sabadell, quedaron detenidas por su presunta vinculación con el crimen.
Las dos ingresaron en prisión de manera provisional. Careta se suicidó en su celda y Echaguivel logró salir en libertad en 2005 por falta de pruebas. El caso quedó archivado entonces hasta que se reabrió por primera vez en 2020.
La imputación de Xavi Jiménez 'in extremis'
Con la reapertura del caso se pudo proceder a la imputación de Xavi Jiménez –horas antes de que prescribiera el caso en diciembre de 2021– después de que el informático forense Bruno Pérez Junca, contratado por la familia Jubany, descubriera en el disco duro de la fallecida que Jiménez envió varios correos electrónicos a la joven con mensajes clavados a los manuscritos anónimos que recibió antes de su muerte.
De este modo, esta coincidencia entre el contenido de los correos electrónicos y el de los anónimos motivó la apertura de unas nuevas diligencias para comprobar si el investigado había tenido algo que ver. La pericial caligráfica concluyó que su letra coincidía con la de las cartas que recibió Helena.
Todos ellos, Santi, Xavi, Montse y Ana, eran miembros de la Unión Excursionista de Sabadell (UES), asociación a la que se había unido Jubany. Su familia insiste en un plan premeditado orquestado por todos y liderado por Laiglesia. Hipótesis que empieza a coger forma con los últimos resultados de la Policía Científica.