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Las palabras saltan de idioma a idioma. Cada vez más personas en Cataluña usan el concepto "pana", "flow", "weekend". En un mundo interconectado esto es normal.

También pasa entre el catalán y castellano. Los yayos vienen de los "iaios" catalanes y ya todo el mundo habla de los payeses, en referencia al "pagès" catalán o el aliolio, la versión castellanizada del all i oli. 

Una palabra muy usada

Estos son conceptos que se ven muy claros, otros, en cambio, uno piensan que son castellanos de toda la vida y la cosa no está tan clara. Un ejemplo claro es una palabra que se escucha a diario en cualquier bar de España y que no todo el mundo sabe de dónde viene.

El término en cuestión es carajillo. Como mucha gente sabe, este concepto hace referencia al café servido con licor. Puede ser cualquiera: whisky, anís, cognac, ron… lo que se quiera. 

De dónde viene

Sobre el origen de la bebida parece claro. El café no es un producto típico español, sino importado. El concepto vendría del siglo XIX y directamente desde Cuba.

Se dice que allí los soldados españoles, enamorados del café y del ron cubano decidieron combinarlo antes de ir al frente. Para entrar a la batalla hace falta coraje y de hecho, para cogerlo, bebían esta combinación que empezaron a llamar corajillo. De allí devino carajillo.

¿Un origen catalán?

Para los que se pregunten qué tendrá que ver eso con el catalán, lo mejor es acudir a la famosa Enciclopedia Catalana. Este referente de la lengua catalana recoge una teoría similar a la citada, pero le añade un toque más territorial.

La institución asegura que precisamente fueron los indianos catalanes quienes dieron pie a esta palabra. Claro, que la bebida se la daban a los esclavos.

Cuenta el relato que los conquistadores y terratenientes catalanes en Cuba, incluso los indianos que llegaron a Cataluña tiempo después, servían esta bebida a sus esclavos. Precisamente para darles energía o “corajillo” antes de empezar su extenuante jornada

Habla un escritor

Hasta aquí, todo parece seguir la misma línea, claro que la Enciclopèdia ofrece una tercera versión. La teoría de la palabra señala que fue el reconocido escritor catalán Josep Pla quien, por invención o realidad, apuntó otro origen etimológico y lingüístico.

El autor de El quadern gris afirmaba que la palabra es 100% catalana. En lo único que coincide con la teoría cubana es que el carajillo es fruto de una deformación del término original.

El escritor emporadanès asevera que en realidad viene de los transportadores y arrieros barceloneses que siempre iban con prisas y usaban la expresión “que ara guillo” para informar “que ya me voy”. Y así, hacían servirse el café y el licor en una misma copa para tomarlo más rápido. Y de ese “que ara gillo” se pasó al carajillo.

Más debate

Las teorías están sobre la mesa, cada cual decide cuál cree. Pero hay otro problema con este concepto. Muchos catalanes, sin saber de estas versiones de la historia, creen que el carajillo es una castellanada.

Lo cierto es que, desde hace años, se asegura que la manera correcta de hablar de este combinado de café es otro. La palabra que usan es cigaló. Pero si uno se pune purista igual van errados.

Si uno se pone estricto, en realidad el cigaló no habla de una bebida, sino que hace referencia a un vaso. Este era el nombre que en su día se daba a vaso pequeño donde se servía el licor. Fuera el que fuera.

No se sabe en que momento, si se hacía a la inversa, es decir, si se añadía café al licor, esto se convirtió en palabra para designarlo. Ante esta situación, los más puristas del catalán se ven contrariados. ¿Cuál es la forma correcta de pedir uncafé con licor: carajillo o cigaló? Vale, parece que ambas son correctas porque parece que las dos tienen origen catalán. A no ser que aparezca otra teoría, claro.