Ada, la perra policía que combate el crimen organizado en Cataluña

Ada no habla, pero es una de los mejores agentes de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Cataluña a la hora de encontrar sustancias estupefacientes, armas o billetes en curso legal. Ella es una preciosa, juguetona e inteligente perra policía, una de las veteranas de la Unidad Canina de Barcelona, que lleva casi una década de servicio en la lucha contra el crimen organizado, las redes de trata y la inmigración ilegal. 

Llegó al cuerpo policial en 2014 casi por casualidad. Una familia de Barcelona la acogió cuando tenía pocos días de vida. Sin embargo, Ada era un cachorro muy movido y pronto se dieron cuenta de que tenía demasiada energía para ellos. Fue entonces que un amigo les puso en contacto con Emilia, agente de la Policía Nacional, guía en la Unidad Canina de Barcelona. Si esta familia no podía hacerse cargo de Ada, igual tenía un hueco en el Cuerpo Nacional de Policía (CNP).

Emi, como la conocen sus amigos, hacía pocas semanas que había perdido a su fiel compañera de batallas. Una enfermedad repentina se llevó la vida de su anterior perro policía. La agente seguía de luto cuando le llegó la noticia de Ada. Por eso, necesitó unos días para convencerse de conocer a una nueva perrita. Finalmente, accedió y "menos mal", reconoce. Hoy llevan diez años juntas.

Un juego que salva vidas

Ada llegó a la vida de Emilia cuando tan solo tenía cuatro meses. Sin embargo, Emi no tardó en darse cuenta de su potencial. La energía de aquel cachorro era precisamente lo que la hacía tan válida. Por sus habilidades, decidió que se especializara en drogas, armas y billetes en curso legal. Siendo todavía un cachorro inició los entrenamientos para incorporarse a la unidad; y, pasados unos meses, esta labrador de color beis se unió a los guías caninos del CNP en Barcelona. 

La conexión entre Emi y Ada es mágica. Entre ellas no hace falta mediar palabra. Ada tiene otros tres hermanos. Todos ellos han sido o son miembros de la unidad. Sin embargo, ella tiene algo especial. Su olfato es infalible y en estos 10 años ha prestado servicio en cientos de operativos policiales buscando drogas, dinero o armas. Para Ada es un juego. Un juego con el que caza a los malos y salva vidas. 

Un olfato infalible

Emilia recuerda varias anécdotas. Recientemente, en un operativo contra una peligrosa organización criminal dedicada al narcotráfico, Ada fue clave para recuperar cientos de billetes que estaban escondidos en un hueco del lavamanos de un baño.

Todo el piso estaba patas arriba, los agentes de la judicial ya habían registrado el inmueble y el ambiente estaba muy movido. En medio de ese caos, "Ada se fijó en aquel huequecito del baño". Aunque en un primer momento Emi pensó que se había equivocado, "pasa poco, pero pasa", finalmente pidió que revisaran el lavamanos. Y ¡bingo! 

En realidad, "Ada lo que busca es su pelota", explica Emilia. La guía aclara que el adiestramiento se hace por asociación: "El perro lo que quiere encontrar es su juguete, entonces impregnamos sus favoritos con los aromas que queremos que detecte. Empezamos con la marihuana y el hachís, que son muy intensos y característicos, pero en ningún caso --insiste Emi-- eso significa que se drogue a los perros. Solo aprenden por olores". 

De este modo, los perros policía aprenden jugando hasta que asocian los olores que interesan (drogas, armas, billetes) con sus juguetes favoritos. Desde los entrenamientos, el binomio guía-can permanecerá unido hasta el final de los días en activo del perro. 

Un expediente brillante

Su brillante expediente, siempre de la mano de Emi, ha sido lo que ha llevado a esta perra policía a ser condecorada por sus méritos policiales en el acto de celebración del Día de la Policía. Primero en Sevilla, en el acto central del CNP, y este jueves en la gala que se ha celebrado en el Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona (CCIB). Ha sido el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, quien le ha colocado la medalla al mérito policial.  

Sin embargo, Ada no habría sido condecorada sin el seguimiento, los entrenamientos y el apoyo constante de su guía. Emi creció rodeada de los perros policía de un cuartel de la Guardia Civil en Menorca. No recuerda bien cuándo decidió que ella, de mayor, quería ser guía canina, pero tiene la percepción de que "lo supo desde siempre".

Tras entrar en el cuerpo en el 2000, pasó por la Unidad de Intervención Policial (UIP) antes de aprobar la oposición interna de la Unidad Canina en 2008. Desde entonces, vive por y para sus fieles compañeros. 

A punto de jubilarse

Pero, a pesar de que sigue siendo una pieza crucial para el cuerpo, Ada está a punto de retirarse. Tras 10 años de servicio es hora de disfrutar de una merecida jubilación. Por eso, Emi ha iniciado el adiestramiento de una perra más joven para sustituirla cuando llegue el momento.

No obstante, Ada y Emi no se van a separar. Aunque no siempre los guías pueden quedarse a sus compañeros de batallas, en este caso Ada vive con Emilia y con el resto de sus hermanas perrunas.

Hasta la pandemia, Ada estuvo viviendo en las instalaciones de la unidad en el complejo policial de Zona Franca, pero desde hace cuatro años, viven juntas. Cuando los guías no pueden hacerse cargo de los perros una vez jubilados, el CNP trabaja con dos ONG (Adopta k9 y Héroes de 4patas) que se encargan de buscar a la mejor familia para adoptarlos. 

Ada y el resto de sus compañeros son cruciales en la detección de drogas, armas, explosivos e, incluso, para encontrar personas desaparecidas. Y es que lo cierto es que, en muchas ocasiones, "sin los perros" no lo habrían conseguido. "Somos un equipo", sentencia Emi.