La Audiencia de Barcelona condena a una pena de cuatro años y seis meses de prisión a Angela Dobrowolski como autora de un delito de lesiones agravadas y se desestima la tentativa de asesinato. Para el tribunal, aunque la acusada tuvo intenciones de matar a su marido, Josep Maria Mainat, con una dosis extra de insulina, la mujer "desistió voluntariamente de su acción homicida" cuando llamó a los servicios de emergencias para que atendieran al productor televisivo.
De este modo, la sentencia recoge que se le ha aplicado la consiguiente exoneración de la responsabilidad por tentativa de asesinato, siendo responsable de un delito de lesiones agravadas. Dobrowolski se libra, así, de los 16 años de prisión que exigía la Fiscalía.
La llamada que la exonera
El tribunal de la sección 20 de la Audiencia Provincial reconoce en su escrito que la acusada "eligió una forma muy sofisticada para matar a su esposo, como fue la inyección de insulina, sabiendo que padecía diabetes". Esta inyección le provocó una grave hipoglucemia que dejó a Mainat en un estado "comatoso".
Ahora bien, aunque los magistrados consideran que la mujer era plenamente consciente de lo que hacía; tras la inyección, Angela Dobrowolski llamó a los servicios de emergencia urgiendo una ambulancia. La rápida intervención de las sanitarias del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), inyectando a Josep Maria Mainat varios viales de medicamentos como glucosa o glucagón, revirtieron el coma en el que se encontraba y evitaron la muerte del productor.
Esta actuación, que se traduce como un "arrepentimiento espontáneo", es la que hace entender a los magistrados que la acusada desistió voluntariamente de su acción homicida.
Absuelta del delito de revelación de secretos
En paralelo, el tribunal confirma con esta sentencia la absolución por el presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos. Como ya se anunció en la vista oral, Mainat, asistido por la prestigiosa penalista Olga Tubau, estaba dispuesto a perdonar este delito, después de que la acusada accediera, sin permiso ni consentimiento, al ordenador portátil de su marido.
El productor televisivo ratificó su perdón ante el tribunal, lo que conllevó que la acusación por este delito cayese, sin que la fiscalía, en este caso, pudiese actuar de oficio.
Se confirma que era insulina
Según se desprende del fallo, en una hora no determinada, comprendida entre la 1.00 y las 2.00 de la madrugada del 23 de junio de 2020, Dobrowolski despertó a su marido diciéndole "engañosamente" que le iba a inyectar la hormona del crecimiento
y el fármaco Saxenda para adelgazar. Mainat, para no provocar otra discusión, ya que estaban en proceso de divorcio, accedió a que su mujer le inyectara dichas sustancias.
Sin embargo, la sentencia determina que la acusada no le inyectó los fármacos que le dijo a su marido. Sino que, "con ánimo de matarlo", le inyectó "una combinación de insulina rápida y retardada" a sabiendas de que la insulina "le iba a provocar una hipoglucemia grave con el consiguiente coma hipoglucémico, capaz de causarle la muerte".
"Cambió su intención inicial de matarlo"
A continuación, cuando Mainat ya se encontraba en un estado de coma, Dobrowoslki --según dice la sentencia-- "cambió su intención inicial de matarlo y decidió revertir la situación". Fue entonces cuando, alrededor de las 3.00 horas, llamó al 112 manifestando el índice de glucemia que presentada su marido diabético, solicitando una ambulancia.
La rápida actuación de las enfermeras que acudieron al domicilio familiar de los Mainat en Barcelona, logró que la víctima despertara y saliera del coma. A continuación, el productor fue traslado al Hospital Quirón de Barcelona, donde permaneció en observación en el servicio de urgencias hasta las 11 horas de la mañana siguiente.
En el juicio oral, Angela Dobrowolski negó los hechos imputados y atribuyó el grave bajón de azúcar que vivió su marido a la combinación fortuita de una inyección para adelgazar, junto con la decena de pastillas ilegales que él tomaba para mantenerse joven.
Hubo alevosía
La sentencia reconoce que Mainat "nada pudo hacer, ni prever, es decir, ninguna reacción defensiva pudo adoptar cuando su esposa le despertó diciéndole falsamente que le inyectaba la hormona del crecimiento (él la tomaba en el tratamiento antiaging) y un fármaco para adelgazar aunque nunca lo había tomado".
Utiliza el término de "alevosía convivencial o doméstica", pues la víctima, en este caso Mainat, estaba en un estado de especial relajación al encontrarse resguardado en su hogar, acompañado de una persona con la que mantenía una relación afectiva de pareja basada en la confianza, por lo que no pudo prever el ataque ni se activó ningún mecanismo de alerta.
No es firme
Contra esta sentencia se puede interponer recurso ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), pero mientras se tramiten los eventuales recursos, el tribunal ha ordenado prorrogar la orden de alejamiento a menos de 1.000 metros que ya le impuso a la acusada el Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona en octubre de 2020.
Mainat, que ha avanzado que no tiene intención de recurrir aunque tiene 10 días para pensárselo, ha expresado a la salida de los tribunales que la sentencia le parece "correcta".
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