Angela Dobrowolski protagoniza la cuarta y penúltima sesión del juicio por la presunta tentativa de asesinato. La acusada, entre sollozos, gritos y suspiros, ha negado de forma taxativa que la noche del 22 al 23 de junio de 2020 tratara de darle muerte a su marido, Josep Maria Mainat, suministrándole una dosis extra de insulinaInyección que, por su condición de diabético, le provocó una severa hipoglucemia.

La exmujer del fundador de la Trinca ha señalado en su sorprendente, y a veces inconexa, declaración, que el grave bajón de azúcar vino dado por la combinación fortuita de una inyección para adelgazar, junto con la decena de pastillas ilegales que él tomaba para mantenerse joven. 

Obsesionados con la longevidad 

En este sentido, Dobrowolski ha reconocido a preguntas de su abogado que aquella noche le administró Saxenda, el medicamento adelgazante. Una inyección que ella misma le propuso, en el marco de la obsesión que tenía su marido por la longevidad. "El antiaging fue la base de nuestro matrimonio", ha asegurado. "Él me animó a estudiar medicina para que nuestro futuro prosperara y él no muriera". 

De este modo, según su versión, ambos se obsesionaron con la longevidad y empezaron a seguir las directrices de un "doctor loco" que les recetaba todo tipo de pastillas: hormona del crecimiento, testosterona, vitaminas... Sin embargo, ha añadido, "él incorporó al tratamiento decenas de pastillas ilegales". Según Dobrowolski, estas cápsulas --algunas compradas expresamente en Bélgica-- se habían amontonado por varios rincones de la casa y Mainat las tomaba sin saber exactamente qué es lo que consumía. 

La exmujer de Josep Maria Mainat, Angela Dobrowolski, en el banquillo de los acusados Kike Rincón Europa Press Barcelona

Culpa a "la montaña de pastillas"

En varias ocasiones, la acusada ha insistido en que culpa a "la montaña de pastillas" de provocarle, a su marido, la hipoglucemia que lo dejó "al borde de la muerte". A lo que ha añadido que hizo todo lo que pudo para salvarle la vida en cuanto vio que su mal aspecto. Tras un segundo de shock, ha asegurado que constató que se trataba de una hipoglucemia y, por ello, le incorporó, le aseguró las vías respiratorias, le administró un sobre con 75 gr de glucosa concentrada y llamó al servicio de emergencias. "El SEM se atribuye el mérito, pero fui yo quien lo reanimé", ha espetado. 

A pesar de estar colocada, pues, antes del grave episodio, ella estuvo buscando cocaína y metanfetaminas por toda la casa, ha expresado que era plenamente consciente de lo que hacía. "Colaboré lo que pude, de la mejor manera", ha reiterado en varios momentos de su extensa declaración. 

En este sentido, la acusada ha reconocido que era consumidora habitual de cocaína y metanfetaminas. Sustancias que consumía normalmente de noche, en especial, los días que discutía con su marido. 

No había motivo económico

Asimismo, ha señalado que ella era plenamente consciente de los detalles de la demanda de divorcio y de las condiciones del testamento. "En las capitulaciones matrimoniales lo cerramos todo, pero no para mantenerme a mí, sino para asegurar la vida de mis hijos", ha manifestado. Angela ha querido despejar las dudas sobre el posible móvil económico para poder ser parte de la herencia de su marido multimillonario, asegurando que ella era conocedora de la situación y que, además, se iban a volver a casar. 

Según su relato, que coincide con lo declarado por una de las trabajadoras del hogar, a pesar de las discusiones, la droga y los amantes, la tarde de los hechos, es decir, la del 22 de junio de 2020, tras una fuerte discusión, la pareja decidió darse una segunda oportunidad. "Estábamos bien. No tenía motivos para matarlo. Yo quería a mi marido conmigo", ha sentenciado. 

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