Las víctimas de pederastia en la Iglesia exigen al Parlament que retire la Medalla de Oro a Montserrat

Los afectados aseguran que Montserrat "se ha negado reiteradamente a implementar durante años un plan integral de reparación material y simbólica para resarcir a las víctimas del monje benedictino, Andreu Soler".

El pasado 9 de julio, la Mesa del Parlament --compuesta por PSC, ERC y Junts-- decidió otorgar la medalla y anunciaron que el 10 de septiembre se organizaría un acto institucional de entrega pública. Será durante dicho acto cuando las víctimas protestarán por esta decisión. 

Las víctimas presentaron una carta

Días más tarde, el 22 de julio los afectados entregaron una carta a los miembros de la Mesa para instar a que la Cámara catalana hiciera marcha atrás. En el escrito, alegaron que la Abadía de Montserrat es una de las instituciones religiosas donde, al menos, 14 niños sufrieron agresiones sexuales. Hechos que los dirigentes de la institución "ocultaron y encubrieron".

A raíz de las primeras denuncias contra la Abadía, además de que las víctimas solicitaron una investigación independiente del caso, liderada por el Síndic de Greuges, desde Montserrat se hizo caso omiso de la petición, "designando a su propia comisión, la comisión de 'Transparencia', compuesta por miembros elegidos a dedo por el Monasterio".

En la carta, las víctimas lamentaron que, ante esta situación, la comisión "se limitó a culpar al muerto" y que el abad de la época, Josep María Soler, textualmente se limitó a pedir perdón a las víctimas y reconoció que los mecanismos de control y supervisión fallaron.

El Parlament decide mantener la medalla

Sin embargo, el Parlament, por unanimidad, decidió mantener la medalla de oro antes, incluso, de leerse la carta con los argumentos que justificaban la petición de las víctimas, según explican en la nota de prensa, "demostrando una vez más que las instituciones públicas catalanas son ciegas, sordas y mudas ante el sufrimiento de las víctimas y la impunidad de los culpables".

"El Parlament ha decidido que la Abadía de Montserrat es una vaca sagrada, intocable, que no tiene la obligación de regirse por las leyes y normas morales que guían el comportamiento del resto de ciudadanos. Ante esta flagrante injusticia, la única opción de la sociedad civil concienciada con la protección de la infancia es protestar públicamente contra este acto de violencia institucional", lamentan.

Las víctimas

El primer denunciante de la Abadía, Miguel Hurtado, ha manifestado que es "incomprensible" que la Cámara catalana apoye a Montserrat, y sostiene que quieren borrar a las víctimas de la historia de Cataluña, en sus palabras. "Las víctimas no podemos consentir este nuevo acto de retraumatización secundaria por parte de las instituciones públicas. Invitamos a todos los ciudadanos comprometidos con la protección a la infancia para que se sumen a la protesta", ha dicho.

Además, una víctima de abusos en Jesuitas, Jordi de la Mata, se pregunta: "¿Cómo pueden darle los políticos la medalla de oro a Montserrat, que es la zona cero de la pederastia clerical en Cataluña? Es una bofetada para las víctimas".

Otro compañero abusado en los Jesuitas, Enric Soler, ha destacado la contradicción de que el Gobierno estudia retirar las medallas de un policía jubilado que mató a su pareja y su ex en Rubí y Castellbisbal (Barcelona), "al mismo tiempo que el Parlament otorga la máxima distinción a la Abadía de Montserrat, que ha reconocido varios casos de pederastia".

Para acabar, un agredido del colegio de La Salle, Alejandro Palomas, asegura no entender el mensaje que quieren dar con esta medalla, y sostiene: "No entiendo cómo es posible que se dé este ejemplo. Dónde está la ejemplaridad, dónde está el bien común, dónde está el pensar en los niños".