El modernismo es el movimiento arquitectónico estrella de Cataluña. Medio mundo se acerca a Barcelona y otros puntos del territorio para descubrir las obras de Gaudí, Puig i Cadafalch, Domènech i Muntaner y tantos otros alumnos aventajados de esta corriente.
Pero hay muchos más edificios que no son ni la Casa Batlló, ni La Pedrera, ni la casa Ametller, ni el Palau de la Música que pasan desapercibidos o son casi desconocidos y que beben del modernismo más puro. Aunque con toques propios.
Quién la hizo
Eso es lo que pasa con la Casa Planells, un bloque de viviendas en plena avenida Diagonal de Barcelona, en la esquina con la calle Sicilia, que ya por sus formas uno ve que tiene algo distinto. Eso sin contar con la pintura amarillo.
Se trata de una joya arquitectónica poco conocida pero de gran valor artístico, diseñada en 1924. Es obvio que no es de Gaudí, de ser así aparecería en las guías, pero es de otro gran maestro modernista, el aventajado discípulo del creador de la Sagrada Familia, Josep Maria Jujol.
Quién la ordenó
Este colaborador habitual de Gaudí es muy conocido por otras obras como ‘la otra Sagrada Familia’ y la Casa Jujol de Esplugues. La Casa Planell, en cambio, es más desconocida, pero se erige como un testamento de la singularidad y la creatividad de su autor.
El arquitecto recibió el encargo de parte del contratista Evelí Planells, con quien Jujol ya había trabajado anteriormente, pero esta vez hizo algo distinto. Como dicen los expertos, la Casa Planells es un anacronismo dentro del modernismo catalán, con influencias que oscilan entre el expresionismo y la reinterpretación personal del modernismo.
Cómo es la Casa Planells
Una de las primeras cosas que aprecia el que pasa por esa esquina son el color amarillo y las formas sinuosas de su fachada. Después su discreto tamaño. A pesar de su pequeña parcela, Jujol pudo integrar este edificio gracias a la forma que le dio y evitando los ornamentos excesivos en la fachada que suelen caracterizar otras obras modernistas.
El interior también es notable. Adentrarse en él, revela una auténtica maravilla con detalles como la escalera de diseño intrincado y la barandilla de hierro forjado, que acompañan la columna central y los mosaicos, características típicas del estilo de Jujol.
Entre dos estilos
Todos estos factores y otros hacen difícil encasillar esta obra en un único movimiento artístico. Mientras algunos expertos la sitúan dentro del modernismo catalán, otros, como los arquitectos Solá-Morales y Carlos Flores, han visto en ella una conexión con el expresionismo alemán, en particular con las obras del arquitecto Erich Mendelsohn.
De hecho, la Casa Planells es considerada el último edificio proyectado en Barcelona que se alineó con el modernismo. Como dice el crítico Lluís Permanyer, esta construcción es un claro reflejo del carácter de Jujol y su obra, siempre “iba por libre”.
Claro que en esta ocasión algo tuvo que ver los años previos. El diseño de la casa atravesó varias fases antes de su construcción final. Inicialmente, se pensó en una vivienda unifamiliar con jardín destinada a un médico, pero el contratista decidió vender parte del terreno y encargar una segunda propuesta a Jujol.
El arquitecto ideó entonces una casa que sería un monumento a la purísima concepción, inspirada en conceptos de Gaudí para la Casa Milà. Algo obvio desde su fachada. No obstante, el contratista volvió a cambiar de idea y, finalmente, solicitó un tercer diseño: un edificio de tres pisos para maximizar el rendimiento del solar. Aunque Jujol solo llegó a construir las dos primeras plantas, el resultado fue una estructura única que ha resistido el paso del tiempo y los cambios en su entorno.
Últimas reformas
El diseño definitivo de la Casa Planells incluía un entresuelo y una planta principal, con una disposición tipo dúplex que aprovechaba al máximo las limitadas dimensiones del terreno. La estructura se complementaba con un altillo diseñado para el hermano de Planells, un pintor, que contaba con una serie de tribunas en la fachada para soportar la cúpula decorada con un anagrama mariano.
La Casa Planells, fue rehabilitada en 2012 con una fachada renovada en un llamativo tono amarillo, pero a lo largo de los años ha mantenido su esencia original. A pesar de los cambios de uso y las alteraciones urbanísticas de su entorno, todavía preserva su aire de delicadeza y serenidad en medio del bullicio de Barcelona y del caos circundante.