Los Pirineos, una impresionante cadena montañosa que recorre Cataluña, España y se extiende hasta Europa, destacan no solo por sus impactantes cumbres y valles pintorescos, sino también por los encantadores pueblos que decoran su paisaje.

Estas localidades, con su arquitectura tradicional y rústica, crean núcleos que dejan maravillados a los visitantes. El ejemplo más claro es, sin duda, Llívia, que sobresale por su singularidad y belleza única. Esta villa, un territorio catalán en suelo francés, ofrece un atractivo, en parte, por su ubicación concreta

Este es el pueblo catalán que está en Francia

Ubicada a pocos kilómetros de Puigcerdà, Llívia plantea un interesante enigma histórico: ¿cómo un pueblo catalán se encuentra en suelo francés? La respuesta se remonta al Tratado de los Pirineos de 1659, que concluyó la Guerra de los Treinta Años y redefinió las fronteras entre España, Cataluña y Francia.

Llívia Wikipedia

Este acuerdo implicó la cesión de 33 poblaciones españolas a Francia. No obstante, Llívia quedó fuera de esta transferencia debido a su condición especial como villa, un privilegio otorgado por el emperador Carlos V y que continuó bajo la jurisdicción de la corona española.

Por qué es uno de los pueblos más especiales de Cataluña

Los alrededores naturales de Llívia son ideales para los amantes de los deportes de invierno, con varias estaciones de esquí cercanas. Además, el senderismo entre valles y praderas es una actividad popular. Destacan rutas como la del lago de las Bulloses, ideal para combinar senderismo con raquetas de nieve, y la ruta de las fuentes de Llívia, que resalta las fuentes más emblemáticas del pueblo- 

Además de ser un pueblo catalán en territorio francés, Llívia es conocida como el “Gibraltar español” debido a su peculiar situación geográfica y política. Aislada por decisiones diplomáticas del pasado, el acceso a la villa solo se puede realizar a través de una carretera española, lo que añade un matiz distintivo y curioso a su historia.

Una de las anécdotas más destacadas es la conocida como “Guerra de los Stops”, un conflicto de fronteras entre España y Francia donde la señalización de tráfico se convirtió en el centro de una disputa diplomática menor, pero significativa, resaltando las complejidades y los lazos históricos que aún unen a ambos países en esta región.

Qué ver en Llívia

Además de su fascinante historia, Llívia ofrece numerosos lugares de interés que merecen una visita. Entre sus monumentos destacan la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, del siglo XVI, y la emblemática Farmacia Esteve.

Fundada en 1415 por el boticario Jaume Esteve, esta farmacia es considerada una de las primeras de Europa. La antigua botica ha sido convertida en museo, permitiendo a los visitantes descubrir una colección de instrumentos y hierbas utilizadas en la elaboración de medicamentos.

La farmacia permaneció bajo la administración de la familia Esteve durante 23 generaciones, siendo famosa por sus fórmulas magistrales. Entre sus tesoros se encuentran frascos de cerámica azul y una biblioteca con el libro de fórmulas, que enriquecen la experiencia mediante una inmersión multimedia.

Cómo llegar a Llívia

Situada cerca de Puigcerdà, en la frontera con Francia, Llívia se encuentra a unos 160 kilómetros de Barcelona, lo que equivale a un trayecto de algo más de dos horas en coche por la C-16. Desde Girona, el viaje es de aproximadamente dos horas, mientras que desde Tarragona y Lleida el tiempo estimado es de dos horas y media.

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