Tunel de una línea de metro

Tunel de una línea de metro CANVA

Vida

[VÍDEO] La estación de metro más terrorífica de Barcelona: varios muertos y una película

La leyenda urbana más extendida sobre el suburbano llega a orejas de la gente del cine y prometen aterrorizar al mundo

27 julio, 2024 15:00

Todo país tiene su leyenda urbana. La más común es la de la famosa niña de la curva. Cualquier país e incluso región que se precie tiene la suya, pero luego están las propias. Que si el monstruo del lago de Ness, que si el timbaler del Bruc

Las grandes urbes no se salvan. Barcelona no se queda corta. Una de las más míticas, aunque no conocida por todos, es el de una popular y transitada estación de metro. Rocafort.

La parada maldita

Esta parada de la línea roja del metro, la L1, la primera que circuló. La estación se inauguró en 1926 con el nombre de Rocafor como parte del primer tramo inaugurado del Metro Transversal. 

Posteriormente, en 1982, con la reorganización de los números de líneas a la numeración arábiga y cambios de nombre de estaciones, pasó a ser una estación de la línea 1 y su nombre adoptó la forma Rocafort. Pero cambiándole el nombre, no le cambió su leyenda.

Los muertos de Rocafort

Durante la Guerra Civil, esta estación sirvió de refugio antiaéreo. En las bocas de acceso murió mucha gente que entraba a refugiarse cuando los aviones alemanes sobrevolaban la Gran Vía de Barcelona y descargaban las primeras bombas en ese punto. 

Esta desgracia producida por el golpe de Estado de Franco, ya empezó a marcar el lugar. Muchos empezaron a decir que es una estación maldita, donde los fantasmas campan a sus anchas por las vías de la estación. ¿Desde esa época? Puede ser. Pero no son los únicos.

Durante los años  60 se produjo una inexplicable oleada de suicidios que alteró a todo el mundo en esta estación del suburbano de la capital catalana. Cuatro personas se quitaron la vida en menos de un mes. 

Después de estos sucesos, diversos trabajadores de la estación de Rocafort aseguraron haber visto, a través de las cámaras de seguridad, a varias personas deambulando por las vías. Al acercarse no había nadie. Además, era a horas en que el último convoy había pasado y los accesos estaban cerrados. 

Un tren fantasma

A eso se le suma una leyenda generalizada que implica a todo el metro de Barcelona. Cuenta la leyenda urbana que un vagón fantasma de color blanco empieza a circular por las noches por el entramado del subsuelo. 

No sólo se trata de la circulación de este tren. Se dice que los vagones no van vacíos, sino que allí se encuentran los espíritus de personas que murieron en el metro. Y si alguien lo ve, que no se meta. Dicen que quien sube allí no vuelve a salir.

Una historia de película

Todas estas leyendas han llegado a tal punto que se han convertido en una película. El próximo 6 de septiembre de 2024 se estrena en cines Estación Rocafort. El director español afincado Estados Unidos Luis Prieto (Shattered, Kidnap, Pusher) y Filmax están detrás del proyecto.

La cinta, protagonizada por Javier Gutiérrez, Natalia Azahara y Valèria Sorolla cuenta la historia de Laura (Azahara) una mujer que empieza a trabajar en esta vieja y tranquila parada sin saber nada de toda esta leyenda. Aunque tardará poco en conocer sobre los muertos que hubo allí. Desde entonces, y con la ayuda de un antiguo agente de policía (Gutiérrez) se enfrentarán a los misterios que les acechan. A ambos.

Cartel de 'Estación Rocafort'

Cartel de 'Estación Rocafort' FILMAX

Sus responsables aseveran que “no es solo una película de terror, sino también un thriller psicológico que profundiza en la leyenda urbana de la estación maldita” de Barcelona. Y no va a ser nada fácil verla. “Es una película inquietante, definitivamente no apta para aquellos que se asustan fácilmente”, destaca su director, Luis Prieto.

La cinta, cuyo guión está a cargo de Iván Ledesma, Ángel Agudo y el propio Luis Prieto, nace de la voluntad de la productora Showrunner Films de hacer una película de terror donde Barcelona estuviese en el centro de la historia, y con el deseo de volver a poner en valor el “sello de terror español” e incluso de que éste cruce las fronteras. De momento, las imágenes ya dan escalofríos.