Así es el lago más misterioso de Cataluña: leyenda urbana que mezcla aullidos, espíritus y gritos

En la Costa Brava no todo se limita a playas paradisíacas, pintorescos pueblos y cocina deliciosa. Existen lugares en esta región de Cataluña que son oscuros, enigmáticos, menos frecuentados y mucho más secretos para el público en general. ¿Conoces esta leyenda urbana que gira en torno a un pequeño lago?

Estamos hablando, en concreto, del conocido como los humedales de Pals o el lago de Pals. En medio de los característicos arrozales de la zona, hay una historia escondida, una leyenda urbana que mezcla aullidos, gritos y algunos fenómenos paranormales. Te contamos todos los detalles. 

Por qué es un rincón especial de la Costa Brava

El sitio es adecuado para todo tipo de historias de este tipo. Se encuentra en una pequeña colina, después de atravesar matorrales, zarzales y todo tipo de vegetación inhóspita. Un lugar al que casi nadie se acerca. ¿Por la dificultad de acceso? ¿Por su escaso atractivo? ¿Por lo que se dice?

Humedales de Pals SALVEM LA PLATJA DE PALS

El hecho es que solo suelen pasar por allí cazadores y algún turista o explorador despistado. A veces, incluso los amantes del misterio, como diría el presentador Iker Jiménez. ¿Por qué?

Qué dice la leyenda urbana de Pals

Los que se han aventurado o en su día pasaron por allí dicen haber escuchado un aullido, otros dicen que un grito cuyo origen es completamente desconocido. A pesar de que los más sensatos insisten en que seguramente provienen de algún animal de la zona, pocas veces se ha asociado con la presencia de algún ser. Al menos de un ser con una presencia física evidente.

Es ahí donde surge todo tipo de especulaciones sobre el origen de este sonido. En este caso, apuestan por la figura de un animal, sí, pero dado que su sonido no es reconocible ni similar a ninguno conocido, creen que podría tratarse de una especie prehistórica, milenaria y también temible que ha sobrevivido al paso de los siglos.

Otras versiones de la misma historia

Otros apuestan a que se trata de una especie de gemelo del monstruo del lago de Banyoles. Sería un dragón oculto en sus aguas. Los más dramáticos sostienen que este dragón, desanimado, triste por la soledad en la que vive, emite este sonido de lamento.

Por último, está la teoría más espiritual, que no mística. Aquella que sostiene que esos aullidos son en realidad gritos de un espíritu. Una persona, tal vez un agricultor de arroz, que hace tiempo falleció en ese lago y cuya alma ha quedado atrapada allí. Teorías hay muchas, muy variadas y no se descarta que pueda haber más variantes. Hay, en cambio, quien prefiere ponerle algo más de materialidad o menos magia al asunto.

El aullido, los gritos, el espíritu puede que no sean más que el viento al pasar entre los arrozales, zarzas y todo tipo de plantas que se elevan por encima de estos humedales y que llegan a esta colina con este peculiar sonido. ¿Cuál prefieren creer?