La sociedad política, económica y civil catalana ha despedido hoy al chef Fermí Puig, que falleció a los 65 años de edad ayer tras batallar contra una enfermedad. Cargos electos y el mundo de la gastronomía han recordado al dueño del restaurante homónimo que faltó ayer tras once años operando el local en el Eixample de Barcelona.
El presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès (ERC), ha descrito a Puig como "una figura imprescindible para la cultura culinaria" y un "referente". Lo ha dicho en un mensaje de su cuenta oficial de X, antes Twitter. A su vez, el jefe de la oposición y ganador de las elecciones autonómicas, Salvador Illa (PSC), ha descrito al finado como "gran chef y buena persona", y ha recordado "su magnífico trato y nuestras conversaciones cada vez que visitaba su restaurante".
Ferran Adrià: "Fue importante"
A su vez, el chef Ferran Adrià, creador del desaparecido elBulli e impulsor del nuevo museo elBulli1846, ha destacado que Puig fue "una persona importante" en su carrera profesional.
Adrià ha recordado que el chef desaparecido ayer colaboró en el inicio de su trayectoria en el celebrado restaurante situado en Cala Montjoi (Girona), cerrado en 2011 y que sobrevive como museo.
El adiós de uno de los mejores cocineros del mundo lo ha apostillado la Academia Catalana de Gastronomía, que ha destacado el "compromiso personal" del también colaborador en distintos medios con la cocina local.
El nacionalismo lo recuerda
Asimismo, el mundo nacionalista catalán ha recordado al empresario por su compromiso con la causa independentista. El propio expresidente del Govern huido, Carles Puigdemont, ha agradecido a Puig su "compromiso insobornable e incondicional en la causa de Cataluña".
A su vez, el presidente del Parlament, Josep Rull, también de Junts, ha subrayado que Puig fue "una figura magna", y que "reforzó el imaginario colectivo" desde la gastronomía.
Exequias en Granollers
Las muestras de duelo han llegado antes de que familiares, personas próximas y la sociedad civil despidan a Fermí Puig en su Granollers natal en los próximos días.
Se prevé que el sepelio sirva para llorar la pérdida y recordar la trayectoria del chef, que inició su carrera con Ferran Adrià, operó el restaurante Drolma de Barcelona --con una estrella Michelin-- antes de crear su propio bufé, que abrió en 2013 y había cerrado recientemente.