Las cuencas internas de las que beben seis millones de habitantes en Cataluña ya tienen tanta agua como en otoño del año 2022. La mejora de los embalses en la peor sequía del territorio es evidente y las reservas superan holgadamente el tercio de su capacidad.
El sistema, con el icónico pantano de Sau liderando la remontada, está lleno al 35,6% según la última actualización diaria de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), cuyos datos hacen referencia al 14 de junio. Esta cifra no se veía desde el 28 de octubre de hace dos años.
Fuerte aceleración
Los embalses que gestiona la Generalitat de Cataluña contienen 247 hectómetros cúbicos (hm3) de reservas hídricas, con un incremento de un punto porcentual en un solo día. Hacía tiempo que las cuencas internas se habían instalado en aumentos muy inferiores y habían ralentizado su recuperación.
En otoño de 2022, cuando el sistema registraba valores como los actuales, Cataluña se encaminaba hacia una reducción sostenida de las reservas que culminó en febrero de 2024 con la declaración de la emergencia por sequía. No obstante, tras unos meses de abril, mayo y junio con lluvias abundantes, los embalses han pasado del 14,5% al 35,6% de hoy y han vuelto al estado de excepcionalidad.
El pantano de Sau, exultante
La red Ter-Llobregat, la principal de las cuencas internas al abastecer a cinco millones de catalanes, se encuentra al 37,6% de su capacidad y embalsa 230 hm3 cúbicos. Uno de sus principales pantanos, el de Vilanova de Sau (Barcelona), se encuentra exultante. En cuatro días, ha entrado una cantidad de agua equivalente a un incremento de 10 puntos hasta situarse al 41,7%.
Cabe recordar que estaba completamente vacío hace tres meses. El 13 de junio, recibió 284 metros cúbicos (m3) por segundo, cuando antes de las lluvias, eran 12; desde 2020 que no se registraban caudales superiores a los dos centenares de m3, según el ACA.
Reservas garantizadas para el verano
Los 7,5 millones de catalanes gastan 1 hm3 al día, aunque cabe indicar que son seis los que beben de las cuencas internas (uno lo hacen de la Conferencia Hidrográfica del Ebro). Además, la mitad del agua consumida procede de fuentes no convencionales, es decir, de los procesos de desalinización y regeneración.
Con todo, las autoridades gestoras del agua en la comunidad calculan que la vuelta al estado de emergencia no se producirá hasta primavera del año 2025, por lo que este verano prácticamente no habrá límites al consumo.
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