La Cataluña de la peor sequía registrada se adentra en junio y, con él, en los meses típicamente más cálidos del año. El calendario sorprende a la comunidad en plena recuperación de sus embalses, tras dos meses de precipitaciones que han permitido doblar las reservas de agua a un ritmo constante.

Las de estos días serán las últimas lluvias sustanciales antes del verano y la vuelta a la nueva normalidad en materia climática a la que el territorio está condenado, con una ausencia de precipitaciones cada vez más acuciante.

Los embalses duplican sus reservas de agua

La red de cuencas internas, de la que beben seis millones de personas, tocó fondo a mitad de marzo, cuando cayeron al 14,5% con tan solo 100 hectómetros cúbicos (hm3) de agua embalsada. Hoy, ha doblado y más sus reservas hasta rozar el tercio de su capacidad y superar los 200 hm3.

El comportamiento de los pantanos durante su recuperación ha recordado a la de 2008 en incrementos y plazos, aunque en las últimas semanas ha registrado un frenazo. Los aumentos de más de medio punto porcentual ya son una excepción, y el agua sigue entrando, pero con incrementos de unas pocas décimas.

¿Cómo será el mes de junio?

El principal episodio de lluvias antes del verano ha arrancado este fin de semana. Concretamente, la noche de este sábado, a la que le seguirá todo el domingo con tormentas e incluso granizadas. Se espera que caigan más de 50 litros por metro cuadrado de forma local en la mitad norte del territorio.

Lluvia en Girona EUROPA PRESS

No será un frente que riegue la comunidad de forma general, sino que serán formaciones espontáneas típicas de la primavera que cambiarán el tiempo de un momento a otro. Con todo, los chubascos se podrán repetir hasta el jueves, sobre todo por la tarde, cuando el ambiente se enfríe.

Pero las precipitaciones no acabarán aquí, sino que puede llover el resto del mes, según fuentes del Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat). Las dos semanas restantes registrarán algunas lluvias más que darán continuidad a la buena racha de los últimos meses, aunque no serán tan importantes.

Julio será seco

Los modelos apuntan que junio será un mes "igual o ligeramente más seco que la media climática", pero permitirá seguir llenando los embalses. Eso sí, a menor ritmo, ya que el deshielo se ha producido casi al completo y la escasa nieve que queda en el Pirineo tendrá una aportación insignificante para los puntos de captación. 

Vista del pantano de Sau, a 22 de enero de 2024, en Barcelona Lorena Sopêna - Europa Press

De cara a julio, las previsiones contemplan que sea un mes seco, cosa que responde a la normalidad del verano. No se descartan precipitaciones como las registradas en julio del año pasado, que permitieron frenar temporalmente el avance de la sequía. No obstante, estas fueron una excepción y, en caso de que se produzcan, el terreno volverá a estar seco y filtrará todavía menos agua de la que pueda caer.

Así pues, "todo lo que caiga en junio será bienvenido, porque serán las últimas lluvias importantes, según las previsiones actuales".

¿Habrá restricciones en verano?

La Generalitat levantó las restricciones por emergencia por sequía a inicios de mayo para devolver a seis millones de catalanes de 202 municipios a la fase de excepcionalidad, con limitaciones mucho más livianas y mayores dotaciones de agua para municipios y actividades económicas. Además, el baño en piscinas tanto públicas como privadas está garantizado; estas se pueden rellenar siempre y cuando no estén vacías.

Parador con la piscina

La Agència Catalana de l'Aigua (ACA) y la conselleria de Acció Climàtica creen que la vuelta a la emergencia se producirá a finales de otoño, que será cuando vuelva a imponerse el consumo máximo permitido de 200 litros por día y habitante y se prohíban la mayoría de piscinas privadas. Las autoridades gestoras del agua fían la lucha contra la sequía a instalaciones como la desalinizadora flotante del Puerto de Barcelona (prevista para octubre), la ampliación de la planta de la Tordera en 2028 y la construcción de otra en el Foix en 2029.

Cataluña ha aumentado el consumo de agua procedente de este tipo de procesos no convencionales a la mitad del gasto, y pretende potenciarlo para depender menos de las lluvias. Mientras, los expertos discrepan y reclaman huir de soluciones tecnológicas y gestionar con eficiencia los recursos existentes.

Noticias relacionadas