Tras el episodio de lluvias que regó Cataluña la semana pasada -y a cinco días de las elecciones- el Govern de Esquerra Republicana ha relajado las restricciones por la sequía para los seis millones de personas y los sectores económicos que beben del sistema Ter-Llobregat, el cual ha superado el 25 por ciento de su capacidad de reservas hídricas.
En este contexto, la mayor parte de la población catalana sale de la fase de emergencia y retrocede al escenario de excepcionalidad, el cual fija un consumo máximo de 230 litros de agua por persona y día.
Llenado de piscinas
Una de las medidas que más polémicas ha generado durante el último mes ha sido las condiciones en las que se podrían llenar las piscinas este verano. Sin embargo, el nuevo escenario garantiza el baño, pese a que la Generalitat mantiene la prohibición de llenar piscinas de uso individual y unifamiliar, a menos que se haga al margen de la red de abastecimiento público.
El en caso de las piscinas públicas o de uso comunitario, la norma indica que se pueden llenar totalmente o parcialmente aquellas que dispongan de un sistema de recirculación del agua, la mayoría. Esto incluye las piscinas municipales, en establecimientos turísticos, centros deportivos y lúdicos, centros escolares, así como las piscinas privadas comunitarias. Así mismo, y ante un verano que se prevé cálido, se permitirá a los centros educativos instalar piscinas desmontables de hasta 500 litros.
Riego de jardines
Tras tres meses sin poder regar los parques y jardines, ahora el Govern autoriza el riego "de subsistencia", que implique el gasto de agua justo para mantener las plantas. Las tareas de riego deben realizarse en horario nocturno, entre las 20 y las 8 horas, para minimizar la evaporación y aprovechar mejor los recursos, y con una regadera o un sistema de gota a gota. Si el riego se realiza con agua captada de la lluvia o regenerada procedente de una depuradora, no se aplica ninguna restricción de consumo.
En el caso del césped, la situación de excepcionalidad todavía prevé la prohibición de riego, a excepción de las superficies dedicadas a la práctica de deporte federado, para la cual se ha previsto una dotación máxima de 450 metros cúbicos de agua por hectárea y mes.
También se mantiene la prohibición de llenar fuentes ornamentales y lagos artificiales, a menos que contengan vida acuática. En tal caso, el Govern contempla un llenado mínimo imprescindible del agua sea necesaria.
Limpieza de vehículos y calles
A partir de ahora se permite la limpieza completa de vehículos en establecimientos comerciales dedicados a esta actividad. Así mismo, los particulares podrán limpiar cristales, espejos, retrovisores, luces y matrículas con un cubo de agua y una esponja, pero no con una manguera. Fuera de establecimientos comerciales también se podrán limpiar aquellos vehículos que lo necesiten para mantener la salud y la seguridad, como vehículos de transporte de alimentos, medicamentos o animales y ambulancias.
Las calles y fachadas no se pueden limpiar con agua potable, a excepción de que se hayan ensuciado en el contexto de un incendio o un accidente, o la suciedad represente un riesgo sanitario o para la seguridad vial. Sí se podrán limpiar escaparates y ventanas con un cubo de agua y una esponja.
Industria, agricultura y ganadería
Durante el escenario de excepción, la restricción de uso de agua en el sector agrario se reduce del 80, en fase de emergencia, al 40 por ciento. En el caso de la industria, también se rebaja, del 25 al 15 por ciento.
Para la ganadería, no se han fijado cupos concretos, sino la directriz de consumir "las cantidades necesarias para el abrevamiento y limpieza de animales". También contempla la limpieza del recinto para mantener las condiciones sanitarias si no se dispone una fuente alternativa a la red de abastecimiento pública.