Narcís Prat reconoce que "hay motivos para enfadarse". La Generalitat de Cataluña no da con la tecla en la lucha contra la sequía, pero "la gente lo está haciendo muy bien". A esta, la anima a seguir ahorrando agua, y a las autoridades, a "que la ayude a hacerlo". Para él, es la mejor receta y la más barata.
El catedrático emérito de Ecología de la Universitat de Barcelona (UB) aprovecha su conversación con Crónica Global para dibujar las líneas maestras que deberían permitir a la comunidad blindarse ante la falta de lluvias y los pantanos renqueantes. "No hay soluciones tecnológicas ni hay que esperar milagros", dice el experto sobre el despliegue de 13 desalinizadoras anunciado recientemente, las mismas que "en 10 años, no servirán de nada" por el cambio climático.
En vez de ello, el secreto está en los bosques, en la regeneración "inmediata" del agua del río Besòs, en el aprovechamiento de las aguas pluviales y grises, en los tejados verdes... En la eficiencia, pero sobre todo, en la gestión de las masas forestales, que se extienden sin control y bloquean el abastecimiento de los pantanos: "Si queremos más agua en los embalses, debemos gestionar los bosques".
- Con las últimas lluvias, ¿ha cambiado algo?
- No. Solo son un respiro. Si se pensaba que el agua se acabaría al terminar el verano, ahora tendremos un poco más. Aunque sí hay un cambio importante: mientras que las reservas no han subido o lo han hecho muy poco, ha mejorado la situación del suelo. Los árboles y las plantas sufren mucho y ahora están mejor, tienen agua para unas cuantas semanas, a excepción del Empordà, donde siguen muy mal. Para cultivos de secano, seguramente faltaría más agua.
- La Generalitat ha pasado de regañar a las ciudades a felicitarnos porque lo estamos haciendo "muy bien". Después de las lluvias y con las elecciones del 12 de mayo a la vuelta de la esquina...
- El conseller David Mascort no entiende mucho de esto y quien le asesora lo está haciendo muy mal mandando mensajes contradictorios. En general, la gente lo está haciendo bien: gastamos en torno a 100 litros por persona y día, 150 contando servicios municipales. Si no tuvimos restricciones en la sequía de 2008 y, a día de hoy, todavía no tenemos ninguna importante, una buena parte se debe a esto. Aunque siempre hay casas con piscina que gastan mucho y municipios que aún no han arreglado sus pérdidas.
- ¿Se equivocan intentando solucionar la sequía con desalinizadoras?
- Sí. Es una bestialidad, con la energía que gastan y el CO2 que emiten. Pueden ser útiles en casos puntuales, como la que pondrán en marcha en Roses, que extraerá agua del acuífero y no gastará tanta energía al ser menos salada. Como medida provisional, esta no está mal, pero la desalinización no puede ser una solución global. Ahora bien, ¿por qué no regeneran las aguas de la depuradora actual de Roses? ¿Por qué la de Palamós tira el agua al mar? ¿Y por qué no evitamos la del Puerto regenerando el agua del río Besòs? Esto es lo más urgente.
- ¿Entonces?
- Las soluciones tecnológicas se han acabado. No podemos pensar que vendrá un milagro tecnológico. Las desalinizadoras dejarán de ser útiles de aquí a 10 años si siguen subiendo las temperaturas por el cambio climático. Lo que pasa es que la tecnología es atractiva, pero muy cara y no aporta gran cosa. Hay que trabajar con la naturaleza. Hacerlo no es tan complicado, son cuatro cosas muy sencillas. La gente debe entender que, si queremos tener agua en los embalses, hay que gestionar los bosques. No se trata de talar los árboles, sino gestionarlos de otra manera.
- ¿Tenemos menos agua en los embalses por el abandono de los bosques?
- El embalse de Sau ha perdido el 60% del agua que entraba. Una mitad se debe a la falta de lluvias, y la otra a la gran cantidad de prados, pasturas y zonas abiertas que se han perdido. Hemos abandonado los campos y tenemos unos bosques enormes. No hemos hecho una gestión adaptativa, la mayoría son privados y la Generalitat siempre se ha guiado por motivos económicos y productivos, y estos no son rentables. Su visión es un desastre y mezclar medioambiente y agricultura en un único departamento ha sido un error enorme.
- ¿Qué le pediría al próximo conseller de turno?
- Que invierta dinero, deje de pensar en rentabilidad y haga caso a los técnicos. Que incorpore la sostenibilidad a su gestión para cambiar sus políticas y cree de una vez la agencia de la naturaleza. La idea debe cambiar. Gestionar bien los bosques permite una mayor biodiversidad, que estos ardan menos y den más agua. Cataluña era referente en la conversación de la naturaleza en España y ahora somos los últimos.
- ¿Cómo serán los embalses después de la actual sequía?
- En vez de ser la fuente primaria que nos dé agua, serán una fuente que utilizar en momentos determinados. Si Barcelona y el área metropolitana hacen el esfuerzo de reducir el consumo de agua, esto debe servir para reducir el trasvase del Ter. Y si la gente de la Costa Brava utilizara el agua regenerada de la costa, también. Esto permitiría que el río tuviera más caudal y que el embalse estuviera más lleno para cuando venga otra sequía. Y no necesitaríamos hacer desalinizadoras como estas.
- ¿Qué debemos hacer con el Ebro?
- Dejarlo tranquilo, que ya tiene suficientes problemas. La Conferencia Hidrográfica del Ebro debe dejar que se recupere, aumentar el caudal para que bajen agua y sedimentos por Cataluña y así no quedarnos sin delta. Al menos, el Govern lo está haciendo bien al no querer hacer un trasvase hacia Barcelona, pero creo que lo hace para no perder votos del territorio y no por convencimiento.
- El 12 de mayo, los catalanes volvemos a votar. Y seguimos hablando de independencia...
- La gente no debería votar en función de la independencia y otras cuestiones, sino por qué haremos para disminuir la temperatura y reducir el calentamiento global. Si no lo combatimos, da igual lo que hagamos. Así que preguntemos a nuestros responsables políticos qué van a hacer para mantener la biodiversidad y la vida.
- ¿Discurso catastrofista?
- El discurso catastrofista, realmente, no lo es. Es un dibujo realista que explica la situación para que apliques medidas para tu futuro. El agua que necesitamos no es solo para beber, sino para la vida, para la nuestra y la de los árboles, plantas y animales. El verde urbano gasta un 2 o 3% de agua, reduce enfermedades y permite ahorrar dinero en sanidad. Sí, tendrás agua en el grifo, ¿pero qué harás cuando salgas a la calle, los árboles estén muertos y todo sea un desastre?