"Las juezas tienden a imponer sentencias más largas que sus homólogos varones en los juicios relacionados con los delitos sexuales". Esta es la conclusión a la que llega un estudio liderado por investigadoras del grupo de Victimología Empírica y Aplicada (VICRIM) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Según Laura Arantegui, una de las participantes, "el sexo de los magistrados es un factor extrajudicial que influye a la hora de decidir las penas de prisión de este tipo de delitos", asegura.

Aunque Arantegui reconoce que para tener una radiografía completa deberían ampliar el campo de estudio, las investigadoras de la UOC también afirman que, tras revisar 2.200 casos de distintas audiencias provinciales españolas, "los tribunales formados por mujeres dictaron penas más largas". Es más, añaden, "por cada mujer que integraba dichos tribunales –hasta un máximo de tres— la duración de las condenas se incrementan un promedio de tres meses y medio".

Estatua de Temis, diosa griega de la justicia

Malestar en la judicatura

Estas conclusiones, sin embargo, han levantado ampollas en la judicatura, pues las fuentes consultadas consideran que este estudio da a entender que existe un sesgo en los jueces ante los delitos sexuales. "Cuidado con este tipo de generalizaciones, porque rara vez se ajustan a la realidad", advierte una jueza del partido judicial de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). "La justicia debe hacer justicia, valga la redundancia, a la imagen de la diosa mitológica con los ojos vendados y una balanza en la mano", añade otra magistrada barcelonesa haciendo referencia a la imparcialidad que deben tener los jueces. 

"Quiero pensar que mis compañeros varones no son más laxos sólo por el mero hecho de ser hombres; ni que mis compañeras mujeres, más duras o punitivas sin justificación alguna. No sé qué imagen estamos dando a la sociedad, si depende del sexo de los miembros del tribunal se puede llegar a obtener una condena u otra", añade la misma jueza de Barcelona. "Por eso, no puedo estar de acuerdo con este estudio, ni me parece que sea fiel a la realidad. Hemos caído en el gran tópico y es un error", sentencia. 

Otras opiniones contrarias

En el mismo sentido, la letrada Núria González, experta en violencia de género y delitos contra la libertad sexual, también se ha mostrado abiertamente disconforme con este estudio. A diferencia de las juezas consultadas, que esperan imparcialidad entre hombres y mujeres ante esta tipología delictiva, la letrada considera que las magistradas a veces son incluso más laxas que los hombres. Es decir, una conclusión totalmente opuesta a la que llega el estudio de la UOC.

"Precisamente, para no caer en el tópico que difunde este estudio, siento que muchas juezas se ven presionadas a ser más laxas", manifiesta González quien, además, está inscrita en el turno de oficio para atender delitos de violencia de género con carácter urgente. "Me he encontrado con juezas, sobre todo en fase de instrucción, que son más reacias a estimar ciertas medidas cautelares, como órdenes de alejamiento, hasta que no tienen el caso muy bien atado", añade. 

Fachada del Palau de Justícia, sede del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y de la Audiencia de Barcelona EUROPA PRESS

Imagen incompleta

En paralelo, Laura Arantegui, del grupo de investigadoras de la UOC, reconoce que para tener una imagen completa se deberían analizar también otras sentencias en juzgados de lo penal. Es decir, en aquellas salas donde se enjuician casos más leves, cuyos tribunales sólo están formados por un único magistrado o magistrada. 

Por lo tanto, Arantegui admite que estas conclusiones sólo pueden aplicarse en relación con los tribunales de las audiencias provinciales. Es decir, a diferencia de las anteriores, con las salas formadas por tres magistrados y que se encargan de juzgar delitos cuya pena mínima es igual o superior a los cinco años de prisión. Y, por lo tanto, que enjuician casos que revisten mayor gravedad.

Con todo, las conclusiones no han convencido a ninguna de las fuentes consultadas, especialmente a las magistradas que lamentan que de forma indirecta se dé a entender que la justicia no es igual para todos, en función de los ojos que juzgan.

Noticias relacionadas