Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con EUROPOL y la Policía Nacional francesa han descabezado a una organización criminal, afincada en la provincia de Girona, que se dedicaba al tráfico de personas y drogas y a la falsificación de moneda. Según los investigadores, los 22 detenidos facilitaron la entrada de decenas de inmigrante irregulares, participando en hasta 500 traslados, y se beneficiaron con la comercialización de distintas sustancias estupefacientes.

Además, según han podido constatar los investigadores, este entramado contaba con el apoyo, la protección y el beneplácito de la Camorra napolitana: una de las mafias más antiguas y sólidas del mundo. 

Desde Marruecos y Argelia hasta Francia

La investigación se inició tras una operación anterior en la que se logró desmantelar una organización criminal dedicada al tráfico ilegal de migrantes sirios. Las indagaciones permitieron averiguar la existencia de otro entramado, asentado en la provincia de Girona, que colaboraba con la red desarticulada. La segunda red localizada --la ahora desarticulada-- estaba integrada por ciudadanos de nacionalidad marroquí y se dedicaba a traficar con compatriotas migrantes argelinos y magrebís. 

La organización, en perfecta coordinación con otras redes de tráfico de personas afincadas en los países de origen -Marruecos y Argelia-, recogía a migrantes recién llegados en patera a las costas españolas y los trasladaban por carretera hasta diversos pisos de seguridad ubicados en la provincia de Girona. Concretamente, en las ciudades de Figueres y La Jonquera

En estos inmuebles, los migrantes permanecían ocultos durante días, en condiciones de hacinamiento e insalubridad, hasta que se organizaba su traslado a Francia, principalmente a la localidad de Perpiñán. Para ello contaban con una importante flota de vehículos, algunos con matrículas francesas, para detectar y sortear la presencia policial.

Como sucede en este tipo de casos, el entramado se aprovechaba de la situación de necesidad y vulnerabilidad de los migrantes y les cobraban cantidades abusivas por sus servicios. Así, los migrantes debían pagar 4.000 euros por ser recogidos en la costa, 1.000 euros por ser trasladados hasta los pisos de seguridad, 250 euros semanales por permanecer en esos pisos y 500 euros más por el traslado clandestino a Francia, o 1.500€ en caso de querer llegar a Italia.

Tráfico de drogas y moneda falsa

En paralelo a sus actividades de tráfico de personas, la red desarticulada también se dedicaba al tráfico de sustancias estupefacientes, principalmente cocaína y marihuana. Además, y debido a las conexiones internacionales con otras redes de crimen organizado, los investigadores han podido observar que el entramado utilizaba moneda falsa, en concreto billetes de 100 euros de muy buena calidad. De hecho, se trata de unos billetes, cuya distribución de asocia, precisamente, a la Camorra napolitana. 

Con todo, la investigación finalizó con un macrooperativo en el que participaron más de 120 agentes y en el que se llevaron a cabo hasta cinco entradas y registros en Figueras y La Jonquera, donde se detuvo al grueso de los investigados.

Asimismo, se incautaron 115.085 euros en metálico. 2.200 euros en billetes falsos, 1.797 gramos de cocaína, 553 gramos de hachís, 287 gramos de marihuana, una escopeta de aire comprimido, dos armas blancas, utensilios para el corte, envasado y distribución de drogas, y diversa documentación relevante para la investigación.

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