Cataluña registra una agresión con arma blanca cada 12 horas

Una pelea a cuchillazos entre los miembros de un clan de etnia gitana y otro grupo de marroquís, en plena avenida Marqués de Mont-roig de Badalona, ha vuelto a evidenciar la preocupante circulación de armas blancas en Cataluña. La reyerta, que se registró el pasado miércoles 15 de mayo, se saldó con un hombre herido y con la detención de uno de los presuntos autores en la estación de metro de Sant Roc, donde fue interceptado cuando trataba de huir del lugar de los hechos.

Sin embargo, las peleas y agresiones a navajazos han dejado de ser noticia. Y es que Cataluña registra una agresión con arma blanca cada 12 horas. Una cifra que refleja que, pese a los esfuerzos de los cuerpos policiales por reducir la presencia de estas armas en la vía pública, la tendencia sigue a la alza. En concreto, de enero a abril de 2024 los Mossos d'Esquadra han intervenido 3.047 armas blancas: un 1,4% más que en el mismo periodo de 2023. 

Casi tres robos con arma blanca al día

Según datos aportados por los Mossos d'Esquadra, el primer cuatrimestre del año ya acumula 3.063 actuaciones con intervención de armas blancas: 624 de las cuales son procedimientos penales. Así, entre los incidentes que han registrado un mayor número de casos, el balance de la policía catalana destaca los robos con violencia y/o intimidación. Es decir, los asaltos en los que se ha exhibido un cuchillo o navaja para amedrentar a las víctimas. Y, en segunda posición, las agresiones entre personas.

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En el caso de los robos con uso de armas blancas, los Mossos tienen conocimiento de 336 hechos delictivos. Una cifra que se traduce a casi tres asaltos violentos por día durante los primeros cuatro meses de 2024. En cuanto a las agresiones entre personas, se han registrado 226 casos y 64 peleas en vía pública. 

Siete homicidios consumados

Paralelamente, sorprende que el balance oficial al que ha tenido acceso Crónica Global tan sólo contabilice tres homicidios consumados por arma blanca, cuando lo cierto es que, según las informaciones que han aportado los propios Mossos a lo largo de los últimos meses, el primer cuatrimestre de 2024 ha registrado al menos siete casos en los que se ha hecho uso de un cuchillo, navaja, machete o similar para perpetrar el crimen. 

Entre ellos, cabe recordar la muerte violenta de Ramón Rosell, el anciano de 84 años que murió a manos de un asesino en serie en Vilanova de la Barca (Lleida); la pelea a machetazos que se saldó con la vida de un joven en Terrassa; el crimen de Núria López, la cocinera de la prisión de Mas d'Enric (Tarragona), que falleció degollada a manos de un interno; o, entre otros, el terrible crimen de Bellcaire (Girona), donde un joven asesinó a su hijo pequeño y lo intentó con su pareja. 

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Entre los casos que se incluyen en el primer cuatrimestre de 2024 (de enero a abril), por lo tanto, no se tendría en cuenta la muerte de A.B., la joven de 29 años cuyo cadáver apareció con múltiples heridas de arma blanca este pasado domingo en el arcén de una carretera en dirección a Esparreguera (Barcelona).

3.047 armas intervenidas

En total, durante los primeros cuatro meses del año, los Mossos d'Esquadra han interceptado 3.047 armas blancas, lo que supone el ligero aumento del 1,4% respecto a los mismos meses del año pasado, cuando se contabilzaron 3.005 intervenciones. Sin embargo, las cifras más preocupantes se registraron con respecto al año 2022. Y es que en menos de un año, las armas blancas intervenidas en Cataluña aumentaron en un 16,8%. 

Este incremento fue el detonante para desarrollar lo que actualmente se conoce como Plan Daga: un operativo permanente, liderado por la policía catalana, y que pretende controlar la tenencia y uso de armas blancas. De este modo, el objetivo es reducir la presencia de cuchillos, navajas o machetes en entornos de ocio, lugares con mucha afluencia de personas y, en general, espacios que favorezcan su tenencia y uso. 

No obstante, aunque las cifras oficiales evidencian un ligero aumento en cuanto a las intervenciones, otras fuentes extraoficiales apuntan que la tenencia de armas blancas sigue siendo una realidad compleja que, en muchas ocasiones, "escapa de los controles policiales".