Veinticuatro horas después del crimen, las manchas de sangre todavía oscurecían el pavimento de la calle Llull, a la altura del número 402. De forma fortuita, las inmediaciones de la parada de metro de Maresme-Fòrum, en el distrito de Sant Martí, se convirtieron en el escenario de uno de los crímenes más salvajes que recuerdan los vecinos de Barcelona.
Cinco balazos perforaron el cuerpo de Tekin Kartal. Cuatro de ellos impactaron en la cabeza, uno se desvió hacia el torso. La persona que le descerrajó a quemarropa sabía perfectamente lo que hacía. "Es obra de un sicario", apuntaron, desde un primer momento, fuentes expertas en la lucha contra el crimen organizado transnacional. "Estamos ante una ejecución realizada por profesionales. Una liga del crimen que no estamos acostumbrados a ver en Cataluña", apuntan.
Su nombre real es 'Ilmettin Aytekin'
Kartal, de 34 años, murió en plena vía pública con el bullicio de la Feria de Abril de fondo. Según ha podido saber Crónica Global, este joven investigado en Turquía y en el Reino Unido por su presunta vinculación con el tráfico de heroína, iba acompañado de otro individuo. Según los testigos, el acompañante huyó del lugar de los hechos en dirección opuesta al supuesto sicario, que sigue en paradero desconocido y sin poder identificarse.
Cuando la primera patrulla de los Mossos d’Esquadra llegó al lugar de los hechos, se encontraron con una escena dantesca. El cuerpo inerte de Tekin Kartal yacía en el suelo ante los ojos atónitos de decenas de testigos. Por entonces, ya no quedaba ni rastro de su acompañante, tampoco del sicario o sicarios que perpetraron la ejecución.
Tras la primera inspección ocular, los agentes encontraron entre sus pertenencias documentación que lo acreditaba como un ciudadano alemán. Y es que según ha podido saber esta redacción su identidad real es la de 'Ilmettin Aytekin', nacido en Turquía en marzo de 1990.
¿Viaje de negocios?
Paralelamente, otras voces conocedoras de caso sospechan que Tekin Kartal se encontraba en Barcelona para cerrar los últimos flecos de un negocio relacionado con el tráfico de heroína. Al parecer, quería supervisar en primera persona algunos de los últimos acuerdos comerciales que había cerrado su clan en España. Y es que la familia de este joven empresario turco-alemán, conocida, especialmente, en la zona de Diyarbakır Silvan, se considera como la responsable de controlar el 90% de la heroína que entra en el Reino Unido.
No obstante, otras fuentes no descartan que Kartal, consciente que estaba siendo perseguido por sicarios enemigos, se encontrara en la Ciudad Condal planeando cómo evitar su muerte o, incluso, cómo acabar con la vida de aquel que se le adelantó.
El nombre de Tekin Kartal, o 'Ilmettin Aytekin' (el real) adquirió notoriedad por primera vez en 2021, cuando participó en un tiroteo en el centro de Estambul; acción que se saldó con la muerte de un transeúnte. No obstante, Kartal fue absuelto por falta de pruebas y se trasladó a Alemania, desde donde aparentemente empezó a coqueter con el narcotráfico europeo.
El sello del crimen transnacional
Por su lado, el grupo de homicidios de Barcelona se ha hecho cargo de la investigación, que sigue bajo un férreo secreto de sumario. Así, ante la envergadura de esta ejecución y la cada vez más evidente participación de los tentáculos del crimen organizado transnacional, los Mossos tienen ante sí la inminente posibilidad de hacer frente a una investigación sin precedentes.
De este modo, la policía catalana ya ha empezado a establecer los primeros contactos transfronterizos con las autoridades turcas y alemanas, bajo la coordinación de la Europol e Interpol. De hecho, es un secreto a voces que la mafia turca controla desde Alemania el grueso de la heroína que se distribuye por Europa. Por lo que no fue ninguna sorpresa que Kartal, presunto líder del hampa otomana, llevase encima documentación que lo acreditaba también como ciudadano alemán.
Vinculados con otros entramados
Cabe mencionar que, además, recientemente, Tekin Kartal fue fotografiado junto a Abdullah Baybaşin, condenado y después absuelto como líder de narcotráfico en las islas británicas, lo que afianza al ejecutado en Barcelona como una pieza clave del crimen organizado transnacional.
Asimismo, el hermano de Abdullah, Hüseyin Baybaşin, cumple cadena perpetua en los Países Bajos tras haber sido declarado culpable de delitos de asesinato y tráfico de drogas, entre otros. No en vano, es preciso recordar que, precisamente, en los Países Bajos se asienta una de las organizaciones criminales más sanguinarias y despiadadas de la actualidad: la Mocro Maffia.
Las pesquisas se antojan complejas
Aún con todo, la policía catalana asegura que mantiene todas las hipótesis abiertas para esclarecer qué desencadenó la ejecución del joven capo turco. No obstante, pese a la falta de una versión oficial, fuentes conocedoras han planteado la posibilidad de que el crimen estuviese relacionado con un robo previo. En este escenario, las pesquisas policiales se antojan complejas y los Mossos d'Esquadra tan sólo pueden asegurar que no se prevén detenciones inminentes.
Por su lado, las fuentes expertas en lucha contra el crimen organizado aseguran que esta ejecución traerá consecuencias, aunque esta batalla no creen que se libre en Barcelona, sino en el ámbito internacional. De hecho, las voces consultadas apuntan que los principales clanes de la mafia turca ya han lanzado mensajes de venganza en sus perfiles sociales.
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