Arranca en la Audiencia de Barcelona el juicio contra dos individuos –de origen irlandés y suizo— por comprar cinco relojes de lujo y tres diamantes exclusivos con fotocopias de billetes de 200 euros. Los investigados se sentarán el próximo martes 30 de abril en el banquillo de los acusados de la sección séptima por un presunto delito de estafa de especial gravedad por la cuantía defraudada.
Según se extrae del escrito de calificación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Crónica Global, el plan urdido por este grupo de ladrones de guante blanco tenía varias fisuras. La primera y principal, que la víctima conocía a uno de sus estafadores.
Una compraventa valorada en un millón de euros
La supuesta amistad que unía a uno de los acusados con el denunciante fue la excusa perfecta para plantear el business. Así, en agosto de 2019, los dos acusados y un tercero (cuya identidad se desconoce) contactaron con la víctima, a quien le propusieron la compra de cinco relojes de lujo (3 Richard Mille y 2 Patek Philippe –estos últimos, valorados en 261.000 y 567.000 euros-, así como de tres diamantes exclusivos. En total, la suma de todos los objetos de lujo ascendía a 1.260.000 euros.
Bajo este pretexto, el 5 de septiembre de ese mismo año, los cuatro se encontraron en una primera reunión en el restaurante Cachitos, sito en la avenida Diagonal de Barcelona, para concretar los "pormenores" de la operación, fijando el precio de la compraventa en 1.098.000 euros.
Billetes fraudulentos
Días más tarde, el 14 de septiembre, volvieron a encontrarse, esta vez en el restaurante El Glop Brasería de la calle Casp, donde se hizo el supuesto intercambio. El denunciante entregó las piezas acordadas y los ahora acusados, un maletín con montones de billetes de 200 euros.
La sorpresa de la víctima llegó cuando se percató de que, en realidad, los fajos eran fotocopias de los billetes con apariencia de auténticos, pero con el mismo valor que el dinero del Monopoly. Es decir: ninguno. Según consta en el escrito del fiscal, el denunciante tiró el dinero falso a la basura; baza a la que se acogen los acusados para demostrar su inocencia.
Penas de cinco años de prisión
Por estos hechos, la Fiscalía pide una pena de cinco años de prisión para cada uno de los acusados, como supuestos autores de un delito de estafa agravada. Además, impone en concepto de responsabilidad civil el pago de 1.098.000 euros "por el valor de los efectos objetos del delito".
La vista, que se alargará durante la mañana del próximo martes 30 de abril, prevé el interrogatorio del denunciante y de dos de los tres investigados, ya que la identidad de uno de ellos sigue sin conocerse. Paralelamente, se prevén las declaraciones de dos testigos -uno de ellos, desde Dubái- y la lectura de los mensajes que se intercambiaron la víctima y los acusados, y que demuestran la transacción fraudulenta.
Auge de imprentas ilegales
Este caso pone de manifiesto el auge de grupos criminales que se dedican a distribuir billetes y monedas fraudulentas. En este sentido, los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional, en septiembre de 2022, desarticularon una imprenta ilegal en La Nucia (Alicante). A pesar de desmantelar el taller clandestino, se calcula que ya se habían puesto en circulación entre tres y cuatro millones de euros en billetes fraudulentos de 50, 100 y 200 euros.
Un entramado que, a pesar de no tener relación con la presente causa, pone de relieve la sofisticación y la expansión de estos grupos, dedicados, en exclusiva, a diseñar, imprimir y distribuir billetes falsos; normalmente, a otros grupos criminales.