Los presos de Quatre Camins sentencian al asesino de Bellcaire: le quieren hacer pagar la muerte de su hijo

Los presos del módulo 1 de Quatre Camins, la cárcel ubicada en La Roca del Vallès (Barcelona), se la tienen jurada a Álex B. G., el detenido en Bellcaire d’Empordà (Girona) por acabar a puñaladas con la vida de su propio hijo, Ayax, de 5 años, e intentar lo mismo con su pareja y madre del menor, Astrid, de 25. 

Álex B. G. llegó a Quatre Camins el martes, tras ser trasladado desde la prisión de Figueres (Girona), donde permanecía en prisión preventiva. Ese mismo día, en cuanto puso un pie en el módulo, según ha podido saber Crónica Global, los internos le pusieron la cruz.

Él mismo explicó los hechos 

Mientras los promotores le explicaban el funcionamiento del módulo en el que estaba previsto que permaneciera durante los próximos meses, varios compañeros se le acercaron para interesarse por el motivo que le había llevado a estar entre rejas. Según ha podido saber este medio, fue él mismo quien les explicó lo que había hecho. 

Exterior de la casa tras el levantamiento del cordón policial, a 3 de abril de 2024, en Bellcaire d'Empordà, Girona GLÒRIA SÁNCHEZ - EUROPA PRESS

El relato enfureció a buena parte de sus compañeros, que tienen hijos menores a los que apenas pueden ver por estar privados de libertad. Además, en ese módulo en concreto, la mayoría cumplen condena por delitos relacionados con el tráfico de drogas, robos con fuerza o con violencia en casa habitada o conducción, pero son una minoría los que han cometido delitos de sangre y, quienes lo han hecho, ha sido en el marco de la comisión de otros ilícitos y sin que existiera una relación de parentesco con sus víctimas.

Tienen “sentimiento de familia”

El “sentimiento de familia” presente en muchos de los internos fue lo que motivó que se compincharan para atacar al presunto parricida de Bellcaire. Así las cosas, el mismo día que llegó a la prisión de La Roca del Vallès, lo abordaron en el patio y lo agredieron. “¡Es un mataniños!”, gritó uno de ellos, el único que ha sido identificado y enviado a una celda de aislamiento de forma provisional.

Por su parte, el presunto parricida no ha sufrido lesiones de importancia, más allá de contusiones. Aun así, permanecerá los próximos días en la enfermería de la prisión hasta que se recupere completamente de las magulladuras y la dirección decida a dónde lo enviará, aunque previsiblemente será a un módulo más pequeño y con mayor seguridad. 

Furgoneta de los servicios funerarios en la finca donde se produjo el crimen en Bellcaire d'Empordà (Girona) David Borrat EFE

El código ético de las prisiones 

Dentro de las cárceles existe un férreo código ético y los violadores y asesinos de menores no son bien recibidos. Por eso, expresan fuentes del entorno penitenciario, los agresores sexuales suelen estar en un módulo aparte. 

“Están muy mal vistos”, explican. De hecho, tal y como avanzó este medio, recientemente Miquel Nieto, el conocido como depredador de Argentona, detenido por presuntamente haber agredido sexualmente a 70 menores, fue amenazado en Brians 1. 

En ese caso fueron los Casuals, el grupo criminal vinculado a los Boixos Nois, quienes se convirtieron en la espada de Damocles de Nieto, forzando su traslado a otro módulo mucho más tranquilo y con una población “más dócil y reducida”.

Apuñaló a su hijo

El parricida de Bellcaire, Álex B. G., permanece en prisión preventiva desde el 6 de abril. Tres días antes irrumpió en la vivienda familiar y apuñaló al menor de 5 años para luego repetir la misma acción con su pareja y madre del niño, de quien se estaba separando. 

Astrid, sin embargo, se despertó tras ser apuñalada una veintena de veces y pudo escapar, gravemente herida, y pedir ayuda al vecino de la casa de enfrente. Fue entonces cuando el sospechoso aprovechó para huir del lugar de los hechos. 

Detenido en una zona boscosa 

Seis horas después, una patrulla de los Mossos d'Esquadra detuvo al sospechoso cuando caminaba por un camino rural de Albons, localidad vecina al pequeño pueblo de Bellcaire d'Empordà.  

En el momento de la detención, Álex todavía vestía la ropa de la empresa para la que trabajaba, ensangrentada. Cuando fue aprehendido no opuso resistencia alguna y tampoco esgrimió los motivos que lo habían llevado a cometer el filicidio, exceptuando que “había perdido la cabeza”.