Los mercadillos de barrio, el verdadero objetivo de los multirreincidentes

Cada jueves, en Granollers (Barcelona) se organiza uno de los mercadillos de venta ambulante más grandes de Cataluña. Más de 400 comerciantes montan su parada en el centro de la ciudad, confluyendo con dos de los principales ejes comerciales. Cientos de personas acuden semanalmente a esta cita. Incluso, vecinos de municipios aledaños se trasladan expresamente para comprar en el mercado de Granollers. Un escenario que reúne las características idóneas para atraer a bandas organizadas de ladrones multirreincidentes que también se desplazan hasta dicha localidad para lucrarse y hacer su agosto. 

Los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USC) de los Mossos d'Esquadra en Granollers, conscientes de lo atractivo que resulta este mercado para las baterías de ladrones, organizan cada jueves el dispositivo Brake (freno o frenar en inglés), diseñado para atajar el incremento de robos y hurtos en este contexto.

No obstante, dado el elevado número de multirreincidentes que se detectan cada jueves en las calles y espacios próximos al mercado, una vez al año se lleva a cabo un macrodispositivo especial, con efectivos de la Policía Local y Policía Nacional. El objetivo es tratar de cazar a los ladrones más habituales, muchos de ellos con largos y engrosados historiales delictivos. 

Un pequeño oasis para los multirreincidentes 

El sargento Abel Gimeno, subjefe de la USC de Granollers, cita a todos los agentes que participarán en el dispositivo especial a las ocho de la mañana en la comisaría. Bien puntuales empiezan con el briefing. En esta primera reunión, el jefe del operativo explica cuál es la realidad de cada jueves en la ciudad de Granollers: centenares de paradistas de venta ambulante, cientos de comercios, vecinos de toda la comarca y decenas de multirreincidentes.

Todos ellos confluyen en espacio y tiempo por las calles que conforman el corazón del municipio, convirtiendo Granollers en un pequeño oasis para este tipo de criminales. Quienes, además, con mucho ojo y pocos remordimientos, se aprovechan del perfil de la clientela más habitual. Normalmente, mujeres mayores. 

Baterías organizadas

El dispositivo se distribuye en tres puntos: en una de las entradas de la autopista, en la estación de tren de Granollers Centro y por la zona donde se monta el mercado semanal. El objetivo no es otro que localizar, identificar y cachear a estos ladrones para evitar que puedan huir de la ciudad con los bolsillos llenos de carteras, teléfonos móviles y productos robados de las paradas. Por ello, participan agentes uniformados y de paisano. Estos últimos, los fura, expertos en cazar multirreincidentes in fraganti. 

La organización del operativo no es aleatoria. El sargento Gimeno explica a Crónica Global que estas baterías suelen trasladarse desde fuera de la ciudad en vehículo privado o en tren. Por eso, matiza, "es importante tener bien controladas las dos principales vías de acceso al municipio". Se trata de grupos organizados, con cometidos muy estipulados, que se desplazan expresamente los días de mercado para robar. "Es decir, no son ladrones oportunistas. Están perfectamente estructurados". 

Muchos, en situación irregular 

Muchos de ellos, además, están en situación irregular. Por ello, también participan agentes de la Policía Nacional, que tiene las competencias en materia de extranjería. De hecho, durante el dispositivo los fura detienen a cuatro individuos -dos hombres y dos mujeres- cuando abandonaban la ciudad con seis móviles que acababan de robar. Los cuatro, además, se encuentran en situación irregular y con sendas órdenes de expulsión del territorio nacional. "Es gente que en una mañana puede cometer, perfectamente, una docena de hurtos", asegura Gimeno, que ya tenía fichada a una de las detenidas. 

En este caso, incluso, varios de los teléfonos recuperados estaban envueltos en papel de aluminio, "un sistema rudimentario, pero que evitar que sean geolocalizados", explica el sargento. Detalle que demuestra que se trata de un grupo especializado. "Los hemos pillado cuando ya se iban de Granollers, después de pasarse toda la mañana trabajando", manifiesta Gimeno. Han parado en un establecimiento comercial a comprar comida, pero han sido interceptados por los fura, cuyo olfato policial ha sabido observar algo sospechoso en ellos.  

Los puntos más calientes

El sargento se va moviendo de un punto a otro del dispositivo para dar cobertura a las tres ubicaciones. En la autopista, los agentes paran a los vehículos que les resultan sospechosos, especialmente coches de cinco puertas que constan como alquilados. En la estación, bajo las órdenes del agente Ceci R., efectivos de paisano peinan los andenes y otros uniformados esperan a las puertas del edificio ferroviario. Justo cuando llega el sargento, los agentes acababan de multar a una persona por llevar varios gramos de marihuana. 

El punto más caliente, sin embargo, es el mercado, donde cientos de personas se aglutinan en las paradas de comida, cosméticos y ropa. El escenario favorito de estas baterías de ladrones. Por este espacio, se alteran binomios de agentes de los Mossos con la Policía Local, que patrullan y conversan con los comerciantes. También, agentes de paisano que se mezclan camaleónicos con la muchedumbre. 

El agente Domenec C., de la Oficina de Relación con la Comunidad, mantiene un estrecho contacto con todo el tejido comercial de la ciudad. También con los paradistas, que son quienes les alertan de los robos. Incluso, de la presencia de multirreincidentes por la zona del mercado. 

Incremento de los hurtos y los robos con violencia

Carlos Chuecos, de la Asociación de marchantes de las comarcas de Barcelona, uno de los presidentes del mercado de Granollers, explica a esta redacción que en los últimos años ha percibido un importante aumento de organizaciones criminales que se dedican a hurtar en los mercados de venta ambulante. 

Ladrones que se ceban con la clientela, pero también con los vendedores, que sufren asaltos a primera y última hora, cuando las calles están más despejadas de clientes. Multirreincidentes que van a por teléfonos móviles, carteras, dinero en efectivo y los productos que mayor salida puedan tener en el mercado de segunda mano. 

Multirreincidentes más que conocidos 

Gracias al trabajo policial que se esconde tras el dispositivo Brake, la USC de Granollers ha podido crear un listado con los nombres y las fotografías de los ladrones más habituales del marcadillo y de la ciudad. De hecho, en un momento dado del dispositivo suena la radio del sargento: "Identificamos a una habitual y a su marido cuando salían de la estación. Tras seguirlos varias calles, hemos constatado que se dirigían al mercado", se escucha. De nuevo, el olfato de los fura ha permitido cazar a otros dos ladrones. Esta vez, sin embargo, no son unos cualesquiera: se trata de la top 1 y su pareja. 

"¿Cuántas veces te he dicho que no te quiero ver por Granollers?" le pregunta enfadado el jefe del dispositivo. "La tenemos más que advertida, aquí no conoce a nadie, viene a lo que viene. Suerte que los hemos localizado a tiempo", celebra. Los fura los siguen de nuevo varias calles hasta que constatan que regresan a la estación por donde ha venido. "Nuestro trabajo es dificultarles el suyo y hoy se van con las manos vacías". 

Hasta la próxima semana 

Los paradistas empiezan a desmontar y de regreso al coche, dos señoras mayores paran al sargento y a su binomio. Una de ellas acaba de ser víctima de un hurto mientras compraba en el mercado. Un ladrón o ladrona le ha metido la mano por el bolsillo del abrigo y se ha llevado su smartphone. Gimeno pregunta por la radio si entre los teléfonos móviles localizados a los cuatro detenidos anteriores hay alguno que coincida con la descripción que hace la mujer. Sin embargo, esta vez no ha habido suerte... 

Los mercados ambulantes se han convertido en un objetivo de las baterías de ladrones más especializadas y por ello el sargento es consciente de que no pueden bajar la guardia. El dispositivo se da por finalizado, pero el próximo jueves los agentes de la USC de Granollers volverán a peinar las calles del centro de la ciudad para intentar que ningún vecino tenga que lamentar otro hurto más.