En las próximas horas se conocerá si Dani Alves, condenado a cuatro años y medio de prisión por violar a una joven durante la madrugada del 31 de diciembre de 2022, quedará en libertad a la espera de que la sentencia emitida el pasado 22 de febrero por la Audiencia de Barcelona sea firme. El exjugador, que ha comparecido por videoconferencia, ha prometido que no se fugará. "No voy a huir, creo en la Justicia y seguiré aquí hasta el final", ha dicho.
En la vistilla, celebrada hoy en la Sección 21, tanto la fiscalía como la acusación particular, que ejerce Ester García, han pedido que el brasileño permanezca en prisión, pues ahora el riesgo de fuga es todavía más alto que antes de la celebración del juicio. Consideran que tiene la capacidad económica suficiente como para salir del país y que ahora, además, sabe que si sus recursos prosperan todavía podría ser condenado a penas de entre nueve y 12 años de prisión.
Ya ha cumplido un cuarto de la condena
Por su parte, la abogada del exfutbolista del FC Barcelona, Inés Guardiola, ha pedido que lo dejen en libertad hasta que la sentencia sea firme y que se apliquen medidas menos gravosas, como la retirada del pasaporte o comparecencias periódicas en los tribunales. La letrada ha añadido que, además, tiene arraigo en España, por lo que np se irá a Brasil, su país natal.
Además, Guardiola ha intentado desmontar el argumento de las acusaciones, que sostienen que Alves tiene "mucho dinero". La defensa del deportista ha esgrimido frente a los jueces que, a día de hoy, su cliente no tiene trabajo y que sus contratos publicitarios han sido rescindidos. Tampoco ha cobrado el dinero que Hacienda debe devolverle. "Alves no tiene ingresos", ha sentenciado.
Pero, además, Guardiola ha recordado que su defendido fue condenada a una pena muy inferior a la que se solicitaba para él -nueve años la fiscalía y 12 la acusación particular- y que, desde el 5 de marzo ya ha cumplido un cuarto de la condena, por lo que cuando la sentencia sea firme podrá pedir los primeros permisos penitenciarios.
Las protestas no afectan a Alves
La vistilla se ha celebrado sin complicaciones después de que este martes los funcionarios de prisiones rebajaran las protestas y levantaran el bloqueo de las cárceles catalanas.
Ayer, lunes, las manifestaciones obligaron a anular 127 traslados de presos. También se suspendieron 41 juicios en los que un preso tenía que asistir por videconferencia -como en el caso de Dani Alves-, y ocho traslados a los juzgados para juicios a los que tenían que asistir presencialmente. Sin embargo, hoy los tribunales operaban con normalidad.
Condenado a cuatro años y medio
El tribunal de la Sección 21 de la Audiencia Provincial de Barcelona condenó a cuatro años y seis meses de cárcel a Dani Alves como autor de una agresión sexual a una joven de 23 años durante la madrugada del 31 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton de Barcelona.
La sentencia también imponía al deportista cinco años de libertad vigilada y la prohibición de comunicarse con la víctima durante nueve años. Asimismo, debía pagar una indemnización de 150.000 euros y costear los gastos del procedimiento judicial.
Aun así, la pena impuesta fue la mínima pues el futbolista se vio beneficiado por la ley del solo sí es sí y, por otro lado, por la atenuante de reparación de daño.
No hubo consentimiento
La víctima, sostiene la sentencia, fue al baño con Dani Alves de forma voluntaria, pero esto no significa que diese su consentimiento para mantener una relación sexual. “Ni que la denunciante haya bailado de manera insinuante, ni que haya acercado sus nalgas al acusado o incluso que haya podido abrazarse al acusado puede hacernos suponer que prestaba su consentimiento a todo lo que posteriormente pudiera ocurrir”.
De hecho, prosigue el auto, ninguna insinuación da “carta blanca” a cualquier abuso o agresión que se produzca con posterioridad, como relató la chica. “El consentimiento en las relaciones sexuales debe prestarse siempre antes e incluso durante la práctica del sexo, de tal manera que una persona puede acceder a mantener relaciones hasta cierto punto y no mostrar el consentimiento a seguir, o a no llevar a cabo determinadas conductas sexuales”.
La versión de la víctima, creíble
Sobre la reacción de la víctima, el fallo recoge que, cuando abandonó el lavabo de Sutton, las cámaras de seguridad la captaron “llorosa, afectada y en estado de shock”. También la cámara unipersonal que llevaba uno de los agentes de Mossos d’Esquadra que llegaron al local pocos minutos después de los hechos y que recoge el momento en el que ella manifiesta que no sabe si denunciar o no y que se quiere ir a su casa. Así, sostienen que la denunciante no actuó guiada por un ánimo espurio ni por interés económico.
Asimismo, los psiquiatras que la exploraron aseguraron ante el tribunal que no tenían "ninguna sospecha" de que la chica estuviese simulando o que "exagerara" su sintomatología, ya que lo habrían detectado en los cuestionarios que le hicieron. El tribunal sostiene que el relato de la chica es "coherente" y lo han mantenido invariable en el tiempo.