La consellera de Justicia, Gemma Ubasart, se aferra a su cargo pese a que este lunes se registran protestas y cortes en todos los centros penitenciarios de Cataluña. Los trabajadores de la Generalitat han estallado tras el asesinato de Núria, la cocinera de la prisión de Mas d’Enric (Tarragona) a manos de un preso el jueves. Desde entonces, piden la dimisión de Ubasart y del número dos del departamento, Amand Calderó, secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la víctima, como condición sine qua non para restablecer el diálogo con la consejería.
Sin embargo, la consellera no sólo se niega a dimitir, sino que ahora, con buena parte de la plantilla en su contra, amenaza con aplicar “el régimen sancionador” a los que no se incorporen a su puesto de trabajo. "No sé calificarlo de huelga encubierta, pero es evidente que si no hay una situación clara de huelga los trabajadores y trabajadoras tienen que ir a trabajar, es su obligación", ha espetado en una rueda de prensa celebrada este lunes. En caso de no hacerlo, "se exponen al régimen sancionador".
Situación "anómala y grave"
Con cara de preocupación, Ubasart ha confirmado que en Brians 1, Wad Ras, Lledoners, Mas d’Enric, Puig de les Basses y Ponent los internos no podrán salir hoy de sus celdas. En total, unos 4.000 reos permanecerán durante toda la jornada encerrados. Sólo en Quatre Camins, Joves y Brians 2, el centro penitenciario más grande de Cataluña, se han abierto las puertas. Aun así, en estas prisiones la actividad este lunes será la propia de un fin de semana, sin talleres, ni deporte.
La consellera describe la situación como “anómala y grave” y acusa a los trabajadores públicos de poner en riesgo los derechos y la seguridad de los internos y de sus compañeros. Pero la realidad es que hace más de un año que los funcionarios protestan sistemáticamente por la falta de personal y de medios y por las agresiones que sufren en las prisiones de Cataluña por unos presos cada vez más violentos.
Los sindicatos le dan plantón
Aun así, Ubasart insiste en que “el derecho a protesta no puede poner en riesgo los servicios esenciales”, pues según ella las manifestaciones de los trabajadores de la Generalitat han dificultado salidas de tipo sanitario no urgente, la asistencia judicial y las comparecencias virtuales en procedimientos judiciales. “Ni en pandemia se produjo esta situación tan grave”, ha reconocido. “Comporta un confinamiento”, ha añadido Calderó.
Además, ha afeado a los sindicatos que le hayan dado plantón este lunes. La consellera había convocado a las organizaciones sindicales a las nueve de la mañana, pero los representantes, según ella, pidieron un cambio de interlocutor. Aunque así lo hicieron, y ni ella ni Calderó se presentaron a la cita, Ubasart ha dicho que “no se han sentado en la mesa”. Sin embargo, las fuentes sindicales consultadas aseguran que la condición no era un cambio de interlocutor, sino la dimisión de ambos.